viernes, 3 de abril de 2009

Los guatazos de la derecha en cultura



La contramarcha en los Fondos de cultura


Si bien el debate sobre las opiniones de Sebastián Piñera en relación a los Fondos de Culura no ha llegado a nivel de titulares en la gran prensa, se ha hecho espacio en las vías laterales.

La Tercera el miércoles pasado publicó una carta firmada por 22 jurados pesos pesados del FONDART en la que básicamente expresan su malestar por las injuriosas palabras del candidato de derecha y hacen ver los inconvenientes de una política de rating para asignar fondos.

Ante la misiva, el Grupo Tantauco Cultura –quienes supuestamente están diseñando la política cultural de un eventual gobierno de derecha– envió una respuesta, en la que desdicen el grueso de las afirmaciones de su candidato, tratando de integrar algunas de sus ideas, pero de manera tangencial y acomodaticia.

Sabido es que Piñera no escucha ni se comunica demasiado a sus asesores (sino pregúntenle a Hinzpeter por las acciones del candidato en Fasa), así que –según mi manera de ver– el asunto quedaría saldado sólo si él se retrotrae y reconoce su error, arrancada de tarros o como quieran llamarle.


El currículum de historia, según la derecha

Otro asunto en el que la derecha ha insinuado su eventual proceder si llega al Gobierno, tiene relación con cómo y qué se enseña historia en la educación escolar. De tal modo, Libertad y Desarrollo (ligada a la UDI) y algunos académicos de la Adolfo Ibáñez y la UC, elaboraron un documento en que presentan críticas radicales al actual currículum de la disciplina.

Son innumerables las sandeces ahí planteadas, y todas responden a un esquema ideológico transnochado y enteramente desacreditado. Sólo diré como ejemplo, que se propone ahí que se deje de hablar de "dictadura" o "colonia" y se haga referencia a "régimen militar" o "sociedad indiana", y –lo que es peor– se objeta que los alumnos reciban distintas interpretaciones de un acontecimiento histórico para que ellos puedan generar una visión particular, porque ese método "se presta para vaguedades".

La verdad es que los ejemplos representan poco del universo de propuestas absurdas, todas encaminadas a volver a enseñar la historia como nos tocó a quienes fuimos escolares en dictadura.

Yo –más allá de mi indignación ciudadana y de historiador (si se me concede dicho título)– en lo personal, estaba preocupado, ya que hago textos escolares de historia, pues en un Gobierno de Piñera, simplemente me quedaría sin esa pega, porque no tengo guata como para adaptarme a una modificacion curricular como la que propone LyD. Sin embargo, salió en The Clinic una demoledora nota de Alfredo Jocelyn-Holt en la que hace pebre, con clase e ironía, cada flanco del documento. Recomiendo leerlo. Por ahora no está en internet.

Para muestra de la calidad de la nota, una cita excelente: "Llegan a sostener que la crisis económica de los años 30 no debiera tratarse jamás como 'Gran Crisis del Capitalismo' sino como "Una Gran Depresión'. Vale decir, una patología superable con medicamentos comprados en las muy capitalistas neoliberales 'farmafias'".

El alivio vino, eso sí, porque con la nota del connotado historiador, queda clarísimo que las propuestas de la derecha son impracticables, por muy instalada que ésta esté en La Moneda. Ya la sola elaboración de un documento tan malo los deja en una posición muy vulnerable como para realizar cualquier otra intentona de cambio de la historia oficial.

En todo caso, estos dos episodios –nacidos por obra y gracia de la derecha sin pressing alguno– dan cuenta de algo muy preocupante, que es las nulas competencias instaladas por ese sector para proponer un proyecto cultural bien hecho, ni siquiera decente, porque eso ya es mucho pedir. Qué lástima que estas cosas no sean fáciles de llevar a campaña.

2 comentarios:

  1. Te agrego un dato, la "historiadora" de "mayor peso" que sustentaba dicho documento era Lucia Santa Cruz, cuyo mayor mérito es haber descartuchado al príncipe Carlos. Lo interesante, es que esta señora se incorporó al grupo Tantauco hace un par de semanas.

    Renato

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  2. Considerando que es una buena estrategia, para develar el vacio de toda una costrucción discursiva (y mediátca), el ir analizando sus partes una a una. Partir desde la política cultural del candidato, es un buen comienzo, pues es quizás uno de sus flancos más débiles.

    Aun cuando creo, como dice Mauricio, que el tipo no tiene mayor idea de lo que habla, y probablemente hará cualquier otra cosa al respecto. No es menos cierto, que la ausencia de una política específica, es en sí una desición política, y no tiene nada de casual. No menor que en la UDI y RN no exista comisión de cultura, ni que jamás hayan expresado interés por la materia, pues nos dice mucho del tipo de sociedad y país que pretenden construir.

    En el actual contexto tenemos una derecha que no tiene lineamientos de política cultural; y un canditado, que lanza algunas frases al aire, develando su más profunda ignorancia. ¿Porqué debieramos preocuparnos mayormente?

    Quizás, porque no debemos perder de vista que el "candidato" creó hace algunos meses una comisión para enfrentar este tema, aun dando bastonazos de ciego. Del mismo modo LyD ha declarado su "preocupación" por la ausencia de políticas culturales de derecha, y por no tener una "política cultural". Comenzando a realizar actividades al respecto, y a interesar a las cúpulas de los partidos, por ejemplo, por medio de Vasco Moulian quien ha llevado a cabo unos talleres culturales dentro del marco del instituto "LyD".

    No es menor tampoco que el "candidato" haya convocado a su casa a gente como Andrés Wood, Antonio Skarmeta, Marco Antonio de la Parra, Drina Rendic, entre otras personas, a discutir estos temas ... como resultado de dicha "reunión" salió que se están preparando cerca de 300 medida en materia cultural. Más allá de la cortina de humo que pueden generar las polémicas declaraciones del "candidato"

    Tampoco es menor que una de las personas claves que esta detrás de la construcción de su "Política Cultural" (expresada en una sucesión de medidas) sea Nicolás Bär, ingeniero, master en gestión cultural (en una U británica), que trabaja en la U de Los Andes y la Municipalidad de Santiago ...

    No creo que haya complot, ni conspiraciones, pero si cortinas de humo, para ocultar una la visión de cultura que se pretende implementar. Aun no siendo prioridad para la derecha, creo que podríamos estar mas atentos.

    Finalmente, creo que la comparación con Bachelet, en este marco, no viene a lugar.

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