lunes, 27 de abril de 2009

El Index inquisitorial de la Universidad de los Andes

Por AAJ (conocer al corresponsal)

Primera vez que escucho de Ángel Soto, seguramente ustedes también. Es Director del Instituto Democracia y Mercado (¿?) de la Universidad de los Andes y al parecer profesor de historia.

El nombre del instituto me parece una más de las tantas horrorosas asociaciones pegadas con saliva (como familia y sociedad, persona humana, servidumbre y libertad, coito y culpa) que se acostumbran a levantar a los pies de la cordillera –con cierto patetismo– como binomios indisolubles e imponibles.


Bueno, como a mi, a Soto nadie lo conoce. Pero, a diferencia mía y a juzgar por su columna en La Segunda –algo se deja ver en su fisonomía también– parece uno de esos tipos que en su intimidad celebran con enjundia la Inquisición y que gozarían con ridículo sarcasmo ver quemarse a Giordano Bruno, después de haberlo “sapeado” con la curia, cual Moncenigo.


A propósito de la entrega del libro “Las venas abiertas de América Latina” que le hizo Chávez a Obama, Soto reaccionó de manera histérica con una columna en la que le faltó poco para comparar el libro con una carta con ántrax.

“Obama, como es su costumbre, lo recibió (el libro) con una amplia sonrisa que habla de su educación, pero también de su desconocimiento de lo que se le entregaba. Porque de saberlo más bien debiera ser tema para preocupar a sus agentes de seguridad, dada la toxicidad del contenido. Un verdadero atentado a la seguridad nacional”. Sí, estimados, increíblemente ridículo.

Soto, sin asco, enumera una serie de libros, pasquines en su decir, que considera dañinos para todos quienes vivimos en la fracasada Latinoamérica, como la llama él:

- “La historia me absolverá”, de Fidel Castro.
- “La guerra de guerrillas”, de Ernesto Guevara
- “¿Revolución dentro de la revolución?, de Regis Debray
- “Dependencia y desarrollo en América Latina”, F. Cardoso y E. Faletto
- “Hacia una teología de la liberación”, de Gustavo Gutiérrez
- “Para leer al Pato Donald”, de Ariel Dorfman y Armand Mattelard

No desmenuzaré su columna, porque básicamente es una porquería, de una simplicidad mórbida. Tampoco hablaré de Galeano ni de los autores prohibidos recién citados, porque pienso que muchos de ustedes leyeron alguno de ellos y tendrán su opinión al respecto. Sólo volver sobre el último desmadre de Soto: “Ojalá que el presidente norteamericano le devuelva la mano a Chávez regalándole Camino de servidumbre, de F. Hayek o la Acción Humana de L. Von Mises”.

Nuevamente, en mi carrera por constatar perogrulladas, sólo quiero consignar por escrito el hecho de que hoy existen lugares en Chile, centros de conocimiento y formación, en los que se prohíben lecturas sin siquiera un mínimo de pudor. Centros en los que en vez de incentivar el desarrollo de un pensamiento propio, se formatea a la gente, como computadores, a punta de lecturas “en regla” elegidas minuciosamente.

¡Ejemplo de Universidad!
¿Qué clase de universidad es una que le impone a sus alumnos cómo pensar? ¿En qué se diferencia, entonces, un profesor de esa universidad de un pontífice o un pastor o un gurú en trance?

En la década de los 60’, la Iglesia católica dejó de publicar su Index Librorum Prohibitorum et Expurgatorum, donde se encontraban todos aquellos libros que la curia encontraba que eran perniciosos para la fe. Entre los autores cuya lectura era motivo de expurgación estaban Erasmo de Rotterdam, nuestro Giordano Bruno, Voltaire, Rousseau, Bacon, Descartes, Hobbes, Pascal, Kant, Stenhdal, Balzac, Zolá, Comte, Victor Hugo, Flaubert, el anónimo autor de la novela “El Lazarillo de Tormes” y uno de los últimos en ser integrados en la lista, Sartre.

Para Soto y la Universidad en la que se desempeña, el conocimiento es un asunto de fe, un dogma. Interesante sería saber cómo Soto enseña historia. Me imagino que el sólo pensar en Hobsbawm le debe producir diarrea con escalofrío y de Salazar (Premio Nacional de Historia), ni hablar. Quizá, por allá arriba, en la Universidad de los Andes, Salazar corra la misma suerte que Nietzsche a quien la Iglesia no incluía en el Index, pues no tenía el valor para deletrearlo en su lista y –luego de que perdiera la potestad de enjuiciar y quemar a los herejes– lo castigaba haciendo como si no existiera.

17 comentarios:

  1. Yo tuve el infortunio de tenerlo de profesor, cuando estudié historia en la Católica, pero debo confesar que no recuerdo nada particular acerca del personaje, salvo el haber intuído que se trata de esa especie de "intelectuales" que hacen carrera académica por servir como lictores de empresas ideológicas, o sea, básicamente un ayatola de medio grado, más jomeinista que jomeini.

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  2. Tengo un dato muy sabroso al respecto. Por una pega que hice hace un tiempo tuve que revisar toda la bibliografía que pude encontrar sobre teoría de la historia reciente o del presente. Entre esos libros habían dos, uno de Soto y otro de una autora española que se llama Josefina Cuesta. El punto es que Soto plagiaba más de 20 párrafos completos del libro de la española, plagio descarado (en un texto de 80 pág.). En algunos casos, creo que para camuflarlo, invertía sujeto y predicado en algunas frases. Bueno, un conocido mio le intereso el caso, identifamos todas las partes plagiadas e hizo una denuncia formal a dicha universidad. Por supuesto, la universidad le hecho tierra al caso. De todas formas, yo le escribí a la autroa plagiada, ella se contacto con su editorial, y tiene un litigio pendiente con el señor Soto. Además este último es muy amigo de Alejandro San Francisco, otro "historiador" famoso por su tendencia a la acopia, incluso a sus tesistas.

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  3. Suculento Renato. No debiera sorprender que el plagio sea una de sus mayores virtudes como "historiador" si su oficio como profesor es el de recetar y recitar como monigote libros de otros autores.

    AAJ

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  4. Por lo visto, este senor sigue campante en lo que a plagios se refiere. Su sabia ennumeracion de libros "malditos" ya fue realizada por tres tristes tigres (Plinio Mendoza, Carlos Alberto Montaner y Alvaro Vargas Llosa, con el prologo de papa Mario Vargas Llosa) en el tristemente celebre "Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano" --que en su momento fuera confrontado en forma muy ingeniosa por un argentino (Gabriel Labake --otro "idiota", pero peronista). Aquel es un llamado implicito a la quema de libros del talante descrito por Ray Bradbury en Farenheit 451 y el ingenio de Soto parece que no tiene por otro destino que ser su caja de resonancia, por no decir, xeroscopia, de gente de otros lares.

    En lo que respecta a las Venas Abiertas, es interesante senalar el comentario de Obama luego de aceptarlo de manos de Chavez: "crei que se trataba de uno que el habia escrito y pensaba retribuirle con uno de los mios". Ahi esta el detalle, como decia Cantinflas. Estoy seguro que Obama leera a Galeano.

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  5. Olvide: el libro de Labake se titula: "Autoretrato de cuatro idiotas latinoamericanos". Los susodichos autores arremetieron hace poco con otro bodrio "actualizado": "El Regreso del Idiota" (a proposito de Chavez, Correa y Morales, entre otros). Pero no he tenido el estomago para comprarlo y leerlo.

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  6. Creo que el señor Soto a lo mejor quiera regalar sus ejemplares de Friederick Von Hayeck y Milton Friedman,me recuerdo que sale citado en el libro de María Olivia MÖnckeberg, La privatización de las Universidades, en todo caso la
    universidad de los Andes realiza prácticas propias de la Edad Media y de la inquisición, pasando por arriba de las decisiones más básicas de las personas, un ejemplo es que en el hospital parroquial de San Bernardo (hospital intervenido por esa universidad y donde el Obispado también mete las uñas, el actual obispo enseñó en esa universidad también)cuando trabajaba en esa comuna, me tocó ver el caso de una mujer con cinco hijos ella fué a dar atenderse para el parto de su último hijo en ese hospital ya que tenía una buena infraestructura "y parece clínica" según sus propias palabras, ella me había dicho que ya no quería tener más hijos,tenía cinco,, además que su condición socieconómica ya ni se lo permitía, me preguntó sobre si se podían realizar las operaciones de esterilización a lo que yo le dije que según las políticas de salud lo podía realizar,además tenía que hablarlo con su médico tratante, al final cuando tuvo su hijo, ella me dijo que no la operaron porque ese hospital "era católico, y sus postulados los impedían de realizar esa operación" yo estaba atónita y ¿los derechos sexuales y reproductivos? ¿y el derecho igualitario a la salud? ¿y la política de planificación familiar? según dicen tampoco practican la colocación de la T de cobre, y demáses, luego se me presentó algo parecido a lo cuál tuve que decirle a otra señora que mejor se atendiera en el hospital el Pino (si es harto feo, con mal infraestructura pero al final el único laico) donde sin ningún tipo de trámite la esterilizaron ya que según ella al tener tres hijos era suficiente.

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  7. La verdad es que no he leído el libro de Galeano, pero no me imagino por qué le pudo resultar tan ofensivo que Chávez se lo diera a Obama. Supongo que hubiera preferido que le regalara productos típicos de Venezuela.

    Hace ya una semana (porque la noticia es vieja), Alvaro Vargas Llosa escribió una columna similar sobre el regalo de Chávez en The New Republic (que me imagino Soto leyó. El link acá: www.tnr.com/politics/story.html?id=f77b74e4-8d02-4afd-8fc4-c3f5c735e916). Si bien tampoco estoy de acuerdo con los argumentos de Vargas Llosa, el autor desmenuza algunas de las ideas de Galeano que le parecen objetables y al menos me deja en claro que leyó el libro en cuestión.

    Soto se trata de hacer el chistoso al decir que ojalá Obama haya olvidado el libro en el hotel, pero me parece preferible que lo lea y se forme su propia opinión. “Para Leer al Pato Donald” es el único libro que he leído de la lista de Soto y me parece nefasto, pero no por eso voy a hacer un llamado para que el presidente del país más poderoso del mundo se cuide “de recibir otros pasquines que invadan la Casa Blanca” (otro libro que podría leer Soto es uno que le enseñe a redactar).

    Este miedo a si quiera permitir que otros tengan acceso a textos vetados me parece insólito, sobre todo porque proviene de un profesor. Me pregunto cuál sería su actitud si un académico del ARCIS, por ejemplo, llama a no leer “Camino de servidumbre” de von Hayek (otro bodrio que sí leí) por lo nocivas que fueron algunas de esas ideas cuando se llevaron a cabo en Chile.

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  8. El libro de Galeano no es una obra histórica, sino una lectura literaria y muy de época (me refiero a los 60'). Yo lo leí, y me gustó, pese a que de ninguna manera lo consideré como un sumario suficiente de la historia del continente.

    También leí "Para leer al Pato Donald", libro que me fue sustraído por algún amigo, y también me pareció correcto, probablemente hiperventilado, pero todavía recuerdo los cuestionamientos a que las razones sexópatas por las que el Pato Donald tenía sobrinos y no hijos, al igual que todos los personajes Disney.

    En fin, nada como para temer por la salud de la democracia.

    Lo curioso es que con esto, Soto sólo produce curiosidad y ganas de reeler lo que objeta.

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  9. El index de Soto bien puede caer en la antítesis histérica de sus recomendaciones (ya añejas)de Von Mises o Hayek, excepto por un libro que no me cuadra: "Dependencia y desarrollo en América Latina" de Cardoso y Faletto (tuve la suerte de tener como profesor a este último Q.E.P.D).

    "Dependencia y Desarrollo..." está lejos de ser un libro de "Izquierda". Es más que nada una compilación de la discusión en la que Cepal fue influyente en los 60'. Pero es como mucho un libro de "centro". De hecho para muchos "dependentistas", era un libro abiertamente amarillo y que no se mojó el potito.

    El index de la Universidad de los Andes se deja sentir mucho más fuerte en la omisión que en los pataleos reaccionarios de Soto o del cura Ibáñez: una biblioteca carísima y gigantesca donde al poner a "La nausea" en el buscador arroja "0 found"...

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  10. No estoy de acuerdo con Andrés, el texto no es literario, es un ensayo sobre economía política. El punto es que su valor , a estas alturas, es como fuente. Refleja el pensamiento de la izquierda latianoamricana en su momento, y defiende la misma tesis que la Cepal. Por lo demás, la teoría de la dependencia, con décadas de trajin, sigue teniendo a mi juicio, más de verdadero que de falso.

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  11. Habrá que reeler las venas abiertas entons...

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  12. Ojo: esos libros malditos no son estrictamente "la lista de Soto", sino una transcripcion de la lista de Vargas Llosa y compania (que ellos la denominaron "Biblioteca del perfecto idiota"). Si Soto no lo menciona en su columna, sigue siendo un vil plagio del libro ya mencionado. Aquel trio tiene al menos el merito de haberse juntado para acopiar, revisar y dictaminar los libros que segun sus mentes inquisoriales habria que evitar que caigan en manos de las nuevas generaciones. Tambien proporcionan reglas para distinguir a tales "idiotas" y normas para no juntarse o evitar parecerse a alguno de ellos. Parece cosa de risa, pero ellos escriben en serio; con ironia y sorna, pero bastante en serio. Les preocupa la "libertad" y oh sorpresa... la "democracia del mercado" (que es el nombre aproximado de una institucion que apoya al Alvarito Vargas Llosa y compania en sus devaneos neoliberales, actualmente ya un tanto transnochados).

    La lista, en realidad, es muy buena. Yo la recomendaria como una guia para justamente estimular la lectura de tales publicaciones. Desde luego, no habria que considerarlos como libros biblicos ni cosa por el estilo, sino una ruta hacia los pormenores de la vida pasion, muerte y resurreccion del pensamiento "idiota" latinoamericano (porque eso es cierto: hay que ser idiota para seguir sonando en algun cambio).

    Ademas de las Venas Abiertas, la del pato Donald fue parte de una serie de publicaciones emblematicas de una epoca en que la gente aprendio a sospechar de lo insospechable. Podrian haberse equivocado, y rotundamente, pero gracias a ellos al menos dejamos de ser ingenuos, por no decir... idiotas y despistados.

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  13. Aferrándome del libro de Cardoso y Faletto y sobre todo de la obra completa de la CEPAL, al menos hasta fines del desarrollismo, creo que tienen un valor fundamental y que es el de haber articulado y establecido una lectura propia de América Latina. Es una lectura de la periferia del sistema económico hecha desde los márgenes de este sistema, y no desde los centros. Una lectura valiente, a mi entender, que desafió en su momento el reinado de la ortodoxia liberal y la que se sumaeron varios economistas del norte. Una linda herejía, a mi entender, más allá de las consideraciones que pudieran haber sobre su efectividad o aplicabilidad.

    AAJ

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  14. Las guerras de religión siguen en el sustrato inconciente de muchos... Cuando lo importante es que pronto nos inundaremos y no habrá comida ni combustible para todos...

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  15. No sé porqué se me vino a la mente un libro de obras de teatro que en el lejano 1992 nos prestó nuestro profesor de Castellano. El cual tenía como particularidad, que uno de sus bordes estaba carbonizado

    ... Luego nos contaría que siendo él un estudiante secundario (como nosotros) rescató dicho libro de una fogata donde se quemaban libros peligrosos. El libro en cuestión era de un tal Bertold Brecht

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  16. En todo caso, todo esto me recuerdó un anécdota tristísimo. Para un 11 o día del joven combatiente, no recuerdo bien, un grupo termocéfalo que para recolmo apoyaba la causa mapuche, no se le ocurrió nada mejor que hacer barricadas con la colecció de libros raros de la bibliteca de humanidades de la universidad de chile...

    o sea, la idiotez se reparte por igual en todo el espectro político.

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  17. fué como en el año 2006,me recuerdo que fué un viernes y en la facultatd de humanidades de la chile s, fué triste,y eran libros irrempazables más encima , no olvidarse de las hogueras en los oscuros años negros.

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