Alguna vez El Citizen sugirió realizar seguimientos y posteriores reportajes con las debilidades humanas de los periodistas sapos, quienes –a su vez– apuntan con el dedo a los pelagatos que no dan boleta, cruzan por el medio de la calle, van a los cafés con piernas o tienen amigos anarquistas.
No llegamos a tanto, pero la idea quedó rondando, y en el funeral del ciclista anarquista que murió portando una bomba, sus compañeros tomaron cámara y le plantaron un tremendo espejo a los sapos de turno.
¿Qué se siente colegas?
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Vieron, intimidaron a Mefisto y ahora no hay quien abra los fuegos...
ResponderEliminarNo,si no se dan cuenta la persona que está con un polerón negro y la cara cubierta con un pañuelo gris soy yo,cuidense que los tengo grabados...
ResponderEliminaruy...
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