domingo, 24 de mayo de 2009

Citizen Cultura: Qué hacer con El Municipal

Hace poco quedó la escandalera por la impertinencia de un director foráneo de montar La Traviata de Giuseppe Verdi –en el camposanto de El Teatro Municipal– con una puesta en escena en la Francia de postguerra y no en en el contexto decimonónico habitual.

Las viejas con visones al cuello y los caballeros de monóculo rechiflaron la versión de Jan Latham-Koenig y causaron una petit polémica de socialité. Una perla para El Mercurio (con cartas al director y todo), medio que destacó como positivo que el público saliese de su habitual modorra y reaccionase, y que "contextualizó" dicho estreno –de inicio de temporada, para más remate– señalando que fue en honor al fallecido Ricardo Claro, un mecenas del escenario más cautivo de las poderosas fuerzas conservadoras en materia cultural.

No me las voy a dar que sé de ópera, pero me parece de lo más obvio que todas las artes hagan relecturas contemporáneas, incluida la ópera y el ballet, como se hace –de hecho– fuera del área que va de mar a cordillera en el hemisferio sur, donde se emplaza la Teocrática República de Chilistán (c: GB), por lo que creo que el evento y su polémica dan como para pensar sobre qué cresta es lo que pasa con el Teatro Municipal, y esa voluntad tan férrea de convertirse en museo para un puñado de iluminados que creen que el arte se acabó cuando Picasso pintó su primer cuadro.

Cuando vino Les Luthiers
Lo que sí sé, es que he visto en acción a quienes sostienen un Teatro Municipal inmutable en el tiempo. Fue con ocasión de un estreno en Chile de Les Luthiers –que se hizo en dicho escenario– al que acudió la fauna municipalera en pleno, con el closet a cuestas, más uno que otro fan de los humoristas argentinos, entre ellos mi hermano y yo.

La obra en un momento ridiculizaba a Dios (imagínense no más) y su veleidad y crueldad veterotestamentaria, siendo justamente el pasaje que mas nos hizo reir, pero para nuestra sorpresa también causó rechiflas (tímidas hay que decirlo) y mutis por el foro llenos de indignación de unos pocos caballeros sexagnarios y sus esposas.

Con mi hermano nos mirábamos sin poder creerlo y cuando salimos pudimos escuchar los sentidos comentarios de muchos espectadores, quienes se golpeaban el pecho por esto de insultar a Dios, que no podía ser, y menos en El Municipal.


Antes de que nos preguntáramos los por qué de esta gente para no largarse, llegó el cóctel más opíparo que haya visto en mi vida. De verdad, sólo faltó el lechón con la manzana en la boca (por primera vez en mi vida comí langosta). Ahí comprendimos las razones para no realizar el acto de salida que mandaba el decoro voceado por esta gente. Al final, con mi hermano pudimos comer algo, pero fue difícil porque los codazos envueltos en seda y los colazos de zorros de estola eran armas en contra nuestra, dirigidas a abrir espacio para saciar la gula de unas damas que segundos atrás casi lloraban indignadas por la ofensa de haber presenciado burlas hacia el creador.

Ya po, qué hacer
Cuento esto no con el afán de vanalizar la programación de El Municipal y comenzar a poner ahí los performances de Luizo Vega, pero sí creo que es urgente repensar la función de dicho escenario, sólo y simplemente para sacudirlo de los carcamales como los que tuvimos que sufrir con mi hermano, y que tienen enquistados sus pretendidamente refinados gustos, como si el mismísimo Dios hubiese bajado y les hubiese revelado los 10 mandamientos del arte y la quintascencia de lo excelso.

10 comentarios:

  1. Me entusiasma el tema que propones citizen .. durante un período de mi vida estuve abonada al ballet y la ópera en el municipal y pienso que es un espacio elitista y mal aprovechado.

    Por deformación profesional aun el ballet encuentro que tiene una tradición respetable y es interesante y conviene conservarlo casi como pieza de museo. Claramente la compañía estable de ballet del municipal podría abrirse a otras expresiones y tener distintos coreógrafos aportando a su quehacer.

    Extrañamente sólo espectáculos extranjeros de danza contemporánea y moderna tienen el espacio asegurado en el municipal... aunque desde este año se abrió la sala Arrau (al parecer) para una temporada de obras de danza contemporánea chilena...y una extranjera UN GRAN AVANCE POR LO DEMÁS!

    Con respecto a la ópera creo que hay un camino distinto pues en el tiempo que estuve abonada me di cuenta que es mejor cerrar los ojos y tomarlo como un concierto... en general las puestas en escena son antiquísimas y generan una pesadez extraña... sólo pude ver una ópera contemporánea llamada WOZZEK de Alban Berg (que era muy interesante) y por supuesto los habitué abonados no asistieron con el mismo entusiasmo....

    Es curioso como se ha instalado esa mirada de la ópera y del arte que tiene que ser fino y condescendiente para atraer a la clase alta ... que sotiene finalmente este teatro...

    La ópera así como la dramaturgia de una obra de teatro puede ser revisada y re planteada para ser montada, si no pierde su vigencia.

    Sin siquiera haber visto esta versión de la traviata (que puede ser mala) creo que es absurdo que se molesten por no ver lo que estaban esperando ver.

    el arte debe sorprender todo el tiempo

    clak clak

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  2. Ramón Griffero tiene una pelea hace tiempo. Leer: http://www.griffero.cl/municipal.htm

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  3. Si intentamos discriminar entre qué es arte y qué no lo es, creo que no acabaríamos jamás. Ahora, súper de acuerdo en que se democraticen los espacios y que específicamente aquel no sea sólo para una elite católica apostólica romana "entendida" por no decir culta. Y en volá no todo les tiene que gustar, feliz saboreo la imagen de viejas cuicas rechiflando indignadas. Y qué tanto!?

    Saludos!

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  4. Qué increíble, yo también me acuerdo de haber ido a ver a Les Luthiers y en un momento oir a una señora gritar: "¿por qué siempre hay que reirse de la Iglesia?". La única diferencia es que el público la hizo callar y el show siguió como si nada. Hay mucha gente que olvida que el Municipal también se mantiene con funciones de otro tipo como, por ejemplo, las "galas" que hacía el programa Rojo Fama contra Fama. Exigir certificados de pureza e indignarse por la profanación de un escenario me parece un poco exagerado.

    Me acuerdo también de haber asistido a operas (en una función del Sigfrido de Wagner me tocó que el tenor estaba afónico y no llegaba a las notas altas. Sin embargo, nadie se indignó) y ver cómo alguna gente se instalaba en los pasillos a conversar las cinco horas, como si su intención hubiese sido desde un principio hacer vida social.

    Sin embargo, esta última forma de mostrar desinterés o repudio no me parece tan mala porque en el fondo no molesta a nadie. Lo mismo pasa con quienes envían cartas a El Mercurio para criticar La Traviata. Las obras pueden releerse y reinventarse, pero eso no significa que siempre sea aconsejable hacerlo. Las pocas "actualizaciones" que he visto de Shakespeare tanto en teatro como en el cine (Hamlet contado en clave gángster o Romeo y Julieta en tiempos actuales) me han parecido patéticas.

    El Teatro Municipal podría desaparecer mañana y al 95% de la población le importaría un carajo. Si hay gente que compra los abonos (ya sea para aparentar, para defender una visión sesgada de lo que es arte o porque honestamente les gusta) creo que al menos hay que concederles que tengan derecho a criticar una obra que no les gustó.

    Por último, decir que el Teatro Municipal es exclusivamente un espacio elitista me parece inexacto. Buena parte del público son estudiantes universitarios y gente más joven a la que dudo que no les duela pagar una entrada, rebajada o no. -GB.

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  5. Acá se arma polémica por una Traviata ambientada en la mitad del siglo pasado, se teme que el público huya despavorido de la catedral de la cultura. Pero al otro lado del charco el Gran Teatro de Ginebra vendió todas las locaciones, hasta la última función de octubre de este año, para la representación de Tannhauser de Wagner en versión porno con Minotauro erecto penetrando a una bailarina en el escenario. Y dicen que Ginebra es la ciudad más fome del planeta.
    www.forumopera.com/v1/concerts/tanhhauser_geneve05.htm

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  6. ... el porque es así, te lo resumo con una palabra: provincialismo. La cual la podría deglosar en 3: ignorancia (y no la nuestra Almedia, por no ser entendidos en Opera); arribismo (y la patológica necesidad de reafirmarse socialmente) y conservadurismo (el peso católico y "portaliano" en nuestra conciencias).

    En siglos anteriores la opera, como los conciertos de música "culta", o el tratro ... en el viejo continente (de donde nos llegaron) eran comunmente interpretados en grandes teatros, para el grueso de la población, iba el populacho urbano, el pequeño burgués semi-ilustrado y el gran aristocrata ... claro "debidamente" segregados ... y cuando estos no querían compartir el espacio con la masa, le pagaban a los artistas para que fueran a tocar a sus palacios.

    Los compositores e interpretes eran estrellas (más o menos Pop), algunos pasaron a la posteridad, la mayoría pasó al olvido ... muchos de estos artistas buscaban inspiración en el pueblo, en el campesinado, rescataban el folclor local, los dramas de la tradición oral ... acá en cambio, nos parece solamente el fruto de refinadas mentes idealizadas que están a años luz del "populacho".

    Los artistas de entonces buscaban la fama como los de ahora, la gloria, el reconomiento, pasaban pejerías y solían vivir poco ... algunos experimentaban (por ejemplo, tocando a Bach en Piano, en vez de hacerlo en clavecín u organo, sacrílego para más de alguien) y otros no.

    En resumen, lo importante es si la propuesta es buena o no, si el interprete es bueno o no. El puritanismo artístico es la muerte del arte, tal como la museificación de la ciudad destruye la vida urbana.

    Por lo mismo, cuando se pone el grito en el cielo porque un artista "re-interpreta" una obra, ... hay que seguir al viejo dicho popular: "a palabras necias, oidos sordos", ojalá pusieran el grito en el cielo porque hay pocos interpretes de calidad, por ejemplo, por la falta de escuelas de música, por la falta de financiamiento, porque no los mandan afuera a perfeccionarse, porque no hacen grandes festivales internacionales acá, porque no construyen nuevos espacios, ...etc.

    Solución ... aumentar el presupuesto permanente a los artistas y funcionarios del Teatro, democratizar el espacio, no más ropa de gala, entradas baratas, apertura a nuevas expresiones y a la vanguardia artística de mayor calidad (pues debiera ser el lugar donde se presentan escénicamente los mejores artístas del país)

    ... no más funciones segregadas. Funciones abiertas y populares (a precios razonables), que vaya el que quiera ... si a la señora con la cola de zorro le molesta el "nuevo público", pues que no vaya más.

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  7. Estoy de acuerdo con tu teoría del arribismo provincialista ignorante y tu chachareo posterior, me atrae tu proclama, pero eso de que "debiera ser el lugar donde se presentan los mejores artistas del país" peca de hiper centralismo. porqué debiera el municipal de santiago ser la máxima expresión de calidad artística del país? porqué no el municipal de otra ciudad, viña por ejemplo. o un recinto no municipal, como matucana 100? creo que te tropiezas con la misma máxima de las viejas con cola de zorro: que el municipal de santiago es el teatro más importante del país y que sólo debiese acoger expresiones a la altura de esta supuesta distinción, o que las expresiones escénicas de calidad debiesen privilegiar su montaje en ese teatro antes que en otros. con eso no estoy de acuerdo, en una de esas simplemente el municipal de santiago tiene un sistema de administración tan malo y un presupuesto tan penca que las artes escénicas de calidad debiesen pensar en presentarse en otro lado mejor gestionado.

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  8. sólo un dato para considerar, compartiendo mucho de las críticas. Soy abonado al Municipal y las seis óperas de la temporada me salen 35 lucas... es decir, +-5.800 cada una... y se puede pagar en 3 cuotas... o sea, es factible... coco nazar

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  9. En relación al centralismo comparto la observación de hilgolarton. Ahora bien, apelaba al Teatro Municipal por ser el tema en cuestión y por sus condiciones.

    Claro que cada ciudad debiera tener su teatro donde se puedan ver operas, conciertos, danza, etc... y ojalá Municipal (o estatal administrado por una coorporación) no privado. Un espacio asegurado por el Estado y propiedades de todos nosotros.

    Del mismo modo creo que las mejores "cosas" deben presentarse en los mejores escenarios (aunque no solo ahí).

    Si bien un buen escenario puede ser mal administrado, la solución no es llevar las obras a peores escenarios ... sino cambiar de administrador.

    35 lucas la temporada no es malo, aunque si uno quiere ir solo a una esta frito ... considerando que para "Tristán e Isolda" la entrada a galería es de $10.000, hasta llegar a platea (la gente sentada al frente del escenario) de $140.000

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  10. Estimado Juan Carlos, la iniciativa que usted pide existe, son los llamados "centros culturales", al menos se están cosntruyendo en regiones y van a ser administrados las municipalidades y por el Consejo de la Cultura y las Artes,la inicativa es nueva y recién la están instaurando, así que la evaluación ex-post aún no la puedo vislumbrar, lo que podría decir sí, es que la mayoría de artistas que se presnetan allí tienen alguna clase de convenios con el Consejo (giras nacionales, eventos), ya que la mayoría que las municipalidades no gastan ni financian "el arte" por así decirlo, pero podría ser el escenario de los artistas locales además que estos pudieran administrar o hacerse cargo de la programación de estos centros culturales ya que acá en regiones y en pequeños pueblitos las expresiones culturales a lo sumo tienen un espacio en los gimnasios de los pueblos.

    Así que ni pensar en Tristán e Isolda

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