jueves, 7 de mayo de 2009

Citizen Intelligence: Matemática en Chile





Por GB (conocer al corresponsal)



a) La mandamás de un gobierno mediocre obtiene el 67 por ciento de apoyo en las encuestas.

b) Un candidato que corre por fuera de los dos principales conglomerados políticos del país obtiene el 14% de las preferencias, lo que en la práctica se va a traducir en el 0% del poder.

c) Si tomas dos apellidos pedestres y los pegas con un guión, te conviertes en un aristócrata.

¿Cómo se explican estos fenómenos aparentemente no relacionados?


En el departamento de Estadísticas de Citizen Intelligence llevamos varios meses tratando de elaborar una teoría rigurosamente científica que explique estas anomalías.

De momento, la hemos denominado “matemática chilistaní”, disciplina que da cuenta de cómo al ingresar al territorio chileno se suspenden ciertas leyes matemáticas y lógicas.

Desgraciadamente, estamos cortos de fondos para proseguir nuestra investigación (si Piñera gana, esperamos que también reforme los procedimientos de distribución de fondos del Conicyt) pero éstos son algunos de los datos que hemos podido recabar:

1.- En Chile, las elecciones no se ganan por número de votos, sino según el pacto en que estés inscrito. Es así como partidos con respirador artificial como el Radical (lo que también se aplica a sus miembros, con la excepción de Gómez) logran sobrevivir contienda tras contienda mientras que otras agrupaciones que sí obtienen votos permanecen al margen.
He aquí algunos ejemplos de matemática chilistaní aplicada a las elecciones:

Partido Comunista + 5-6% de los votos = 0 escaños en el parlamento


Partido Radical + 0% de los votos = 7 diputados y 3 senadores

Alianza por Chile + 30% de los votos = Más del 40% de los escaños en el parlamento (1)

El sistema no sólo genera estos aparentes absurdos matemáticos, sino también un apego emocional furibundo,
demostrado en la defensa acérrima del status quo electoral.

Otro ejemplo interesante es el del candidato Enríquez-Ominami (2). Si bien E-O puede obtener un porcentaje significativo de votos en la primera vuelta presidencial de diciembre, al pasar por el filtro de la matemática chilistaní éstos se esfumarán más rápido que un depósito en el banco Riggs. Lo curioso es que en la segunda vuelta los votos de E-O volverán a aparecer, pero serán transferidos casi en su totalidad a un candidato que cuyo programa es sólo cosméticamente similar al de E-O.

Un ejemplo adicional de matemática chilistaní aplicada son las cifras de desempleo, fenómeno que a todas luces va en alza pero curiosamente se mantiene bajo el 10% las estadísticas oficiales.

2.- La matemática chilistaní también se manifiesta en el contexto social-genealógico donde, contrario a todo lo que nos enseñaron cuando nos calentaban materia para el SIMCE, uno más uno no es igual a dos. De hecho, a veces puede ser igual a mil.

A continuación, algunos ejemplos:

Viera ­+ guión + Gallo = aristócrata


Cruz ­+ guión + Coke = aristócrata

Pérez + guión + Cotapos = aristócrata

Gracias a la matemática chilistaní, la unión de dos apellidos pedestres se vuelve una operación de alquimia en que el afortunado pasa a ser de un hijo de vecino a un individuo con acceso a matrícula en las madrasas católicas de Santiago Oriente (p. ej: Verbo Divino, San Benito, ad nauseam) y múltiples otros beneficios. Se trata de la solución alquímica para dejar de ser un plebeyo y sentirse autorizado por derecho propio a tener carnet de clase dirigente. Todo, por el precio de una rayita y un mal rato en el registro civil. En un país sin familia real como Chile, estamos hablando de un conveniente “fast-track” a la nobleza.

En fin, quisiéramos proseguir con este estudio, pero desgraciadamente nuestros investigadores presentaron su renuncia esta mañana luego de tres meses de no recibir sueldo ni pago de imposiciones. Como toda empresa que se precie de moderna, Citizen Almeida es un acérrimo enemigo de la sindicalización de sus trabajadores.


NOTAS

(1) Esta operación matemática no se verá alterada con la incorporación al pacto de Fernando Flores y Jorge Schaulsohn (de aquí en adelante, “Chile Primero en su totalidad”). Estudios efectuados en nuestros laboratorios concluyen que en términos electorales el peso específico de esta agrupación es inferior al de un receptáculo de maíz inflado (lo que en jerga popular se ha dado en llamar “paquete de cabritas”).

(2) Por decisión editorial unánime no vamos a calificar a Enríquez-Ominami de “díscolo”, siutiquería en la que desgraciadamente han caído otros medios. Hoy mismo despedimos a un estudiante en práctica por utilizar esa palabra en referencia a E-O y estudiamos tomar acciones legales la próxima vez que el término aparezca publicado en una noticia sobre el candidato.

2 comentarios:

  1. demasiado bueno este post para escribir algo fome de comentario

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  2. Comparto plenamente, me reía a carcajadas, felicitaciones a GB, que no soy yo!!!!

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