Tres medidas para terminar con la crisis de lectoría de los medios escritos

Por GB (conocer al corresponsal)


Como medio de comunicación influyente y de referencia para todo quien toma decisiones en el país, El Citizen Almeida ha demostrado una especial preocupación por la caída estrepitosa de los índices de lectoría de los diarios. Tal como confirmamos en un estudio anterior, los chilenos ocupan el 98,5% de su tiempo viendo tele. Sin embargo, la culpa del desinterés en los medios escritos no es achacable a un solo factor y mucho menos a la tan vilipendiada televisión (los que crean eso denuestan el rol educativo que cumplen espacios como la franja cultural o las palabras al cierre y les vendría bien emerger de las catacumbas del siglo 19).

Uno de los requisitos para trabajar en El Citizen es aprobar la mayor cantidad de seminarios de liderazgo y emprendimiento posibles. En nuestra oficina, no hay nadie que no haya hecho un diplomado de comunicaciones en Barcelona. Como reza el lema que cuelga en una de las murallas de nuestras dependencias: “Si saliste segundo, saliste último”. Fieles a este principio y otros que hemos aprendido tras años de capacitación, es que encomendamos a nuestra unidad investigativa a que abordara la problemática de los anémicos medios escritos. Tras arduas sesiones de “brain storming”, “focus groups” a lo largo del país (los focus groups de Citizen Intelligence son los únicos con buffet de comida y Coca Cola ilimitada para sus entrevistados) y consulta a nuestros apuntes de universidad, elaboramos estos tres lineamientos básicos:

1.- En vez de repartir el diario en papel, contratar a un conductor(a) para que lea las noticias en la tele. Agregarle imágenes, sonido y hartos goles.

2.- Estudios de Citizen Intelligence (CI) demuestran que a la mayoría de los chilenos ya no les interesa leer sobre política, economía, cultura, noticias nacionales, noticias regionales, cartas, avisos económicos, defunciones, vida social ni deportes (sí, leyó bien, tampoco les interesa leer sobre deportes porque es más entretenido ver los goles en la tele que tragarse el último comentario clasista de Bianchi). En lo posible, las pautas deberán contemplar noticias que no caigan en las categorías anteriormente mencionadas.

3.- Otro estudio de CI demuestra que el modelo de periodistas que ganan entre 200 mil y 400 mil pesos y goza de lujos pantagruélicos como aguinaldos y cupones de colación sencillamente no es sustentable. Se recomienda, entre otras medidas:

a) Recortar los sueldos en un 50% a rajatabla.

b) Aceptar colaboraciones voluntarias.

c) Outsourcing a India y otros mercados con mayor flexibilidad laboral para la cobertura de ciertas noticias (un periodista en Bombay perfectamente puede ver los partidos de la Libertadores por internet o cable y preparar un despacho. Las entrevistas las puede hacer por Skype).

d) Incursionar con un sistema de “product placement” en que las fotos de políticos, celebridades y otras figuras aparezcan junto a latas de Coca Cola, afiches de Ripley o vistiendo ropa con la marca de los auspiciadores del diario. Al igual que la “Copa Toyota Libertadores”, se puede abrir los nombres de las distintas secciones del diario a sus auspiciadores (p.ej: suplemento deportivo Nike, Cuerpo B: Economía y Negocios BancoEstado, Vida Social Telefónica, etc.)