miércoles, 27 de mayo de 2009

Concertación: del olor a bolas al olor a pichi







Por FC


Hace cuatro años it was the gender, stupid!. El club de prohombres concertados, reunidos en la situation room, constataban que –pese a los infinitos logros– los números no daban frente a “cara de guagua” Lavín. Comenzaron a preocuparse. “Ya elegimos al primer socialista de la transición, qué más quieren los culiaos?!” Y ahí alguien, quizá el propio Lakes, cayó en cuenta: La sala estaba pasada a bolas. Las tasas de testosterona en el parlamento, gobierno y directivas partidarias eran impresentables. Chile estaba hasta el pico de tantos picos en la testera. El cambio debía encarnarlo una mujer: ¡aún hay matria ciudadanos!

Así las cosas, Michelle derrotó a Lavín, a Piraña en la segunda vuelta, y ese día de enero de 2006 las minas empoderadas (así le dicen ahora) desfilaron por la Alameda. Y los viejitos hediondos a bola salvaron la pega. Hasta Líder se colgó del fenómeno, invento a Josefina Correa y siguió administrando el oligopolio del retail ¿Se acuerda?

Algunas cosas incluso cambiaron de verdad. Yo, que vengo de una familia de chuchetas irredentos, por primera vez, tuve que atemperar mi tendencia natural a ridiculizar a la autoridad. Si me permití en el pasado llamar a Aylwin “la Vieja Cartucha”, a Frei “el Narigón” y a Lagos “el Emperador”, ahora tenía que pensarlo dos veces antes de referirme a ella como “la vieja” o “la gorda”, so pena de ser acusado de misógino y duramente reprimido por las numerosas féminas que me rodean. Con decirle que hasta les molestaba que llamara “Boquita de Poto” a la Chol.

Luego la historia se complicó: Transantiago, descolgados, pingüinos, chanchullos múltiples. Volvieron en gloria y majestad los representantes insignes de la masculinidad concertacionista, esos que en realidad nunca se fueron. Escalona, Vidal y Pérez (co)Yoma, por mencionarle algunos: tipos con el instinto maternal de un agente de la Gestapo.

Pero el punto ya estaba cobrado. Michelle podía colocar al equipo de rugby del Verbo Divino en pleno en su gabinete, igual este era el gobierno de la igualdad de género. Es como si Obama nombrara puros WASP en su gabinete: el suyo seguiría siendo el gobierno de la integración racial.

Hoy it is all about age, stupid. Los mismos prohombres concertados se vuelven a reunir en la situation room. Los números de nuevo no calzan, “a pesar del enorme apoyo a la Presidenta y a través de ella, a todos nosotros que hacemos su gobierno poshom...” Y ahí alguien se da cuenta de que hay olor a pichi en la sala. Algún prócer de próstata delicada no alcanzo a salir al baño. He ahí el problema!

Es lo que le llaman “factor generacional”. Claro, con dirigentes que ya fueron diputados, ministros y subsecretarios en los gobiernos de Allende y Frei Daddy (pa no hablar de los que rotan desde el 90) con un candidato de 67 años que fue Presidente 16 años atrás, con diputados que buscan repetirse los espárragos por sexta vez, con un Parlamento que en promedio envejeció 10 años en la últimas dos décadas, es como para preocuparse.

El problema esta vez es que se dieron cuenta un poco tarde, cuando ya la junta de accionistas de la Concertación había nombrado como candidato a Frei (proceso convenientemente refrendado en una primaria de utilería). Así, por los palos se coló Marquito, cuyo principal capital al parecer sería una melena aún azabache (aunque con un par de entradas laterales, hay que decirlo), una sintonía fina con la Yingo generation y un uso de slang un poco mas actualizado que los “macanudo” y “del uno” de Frei Junior.

Los accionistas citan al comité creativo, que no son tan viejos y se lavan las bolas más seguido (porque son metrosexuales, me entiende) pa ponerle “onda lolein” al la campaña. Lo primero será conseguir un jefe de campana “joven-joven”. El bueno de Bowen resulta ideal. Joven, pero no de juventud política (o sea no jefe de gabinete con yaya). Liberal, pero así como de parroquia universitaria, recomendado por Cura Berríos (especie de garante de la juventud chilena), ex PUC, ex San Ignacio, ex Techo Para Chile. Un tipo confiable, “a pesar de su juventud”. Si sólo le faltó trabajar en la Teletón. Un buen tipo, con legitima voluntad de cambiar algunas cosas, pero que corta menos que cuchara de guagua.

A Piraña le debe haber gustado la idea y consecuentemente haber puteado a su comité creativo por no ocurrírsele antes. Imagino a Hinzpeter llamando exultante desde la casa de Berríos: oye Sebastian, fíjate que Berríos tenía otro en stock, igual al del narigón; PUC, Techo para Chile, jovencito ¡igualito! Pero este es abogado en vez de sociólogo y del Saint George ¡y lo mejor de todo: I-ra-rra-za-val! ¿Compro?

Lo segundo, prometer como los curados pesados, que después de ésta sí que se van para la casa. Que el próximo candidato si que será joven-joven, que es hora de jubilarse con dignidad, que la generación MAPU ya cumplió. “Dejemos elegido a Frei –porque tampoco hay que pasarse de huevones poshom- y le juro que nos hacemos un lado”. Además, hay generación de recambio, tenemos ju-ven-tud-pa-re-ga-lar: Carola Tohá, su marido Fulvio, los Príncipes DC, Harboe (dios nos proteja), y tantos otros (que en realidad no son tantos). La mayoría cuarentones, la mayoría dirigentes hace más de 20, la mayoría formados en la maquinaria partidista, una especie de extensión con lifting de los viejos tercios. Y claro, Marquito, que si se porta bien y no hace mucha olita, en cuatro años queda en la pole position. Siempre que se porte bien, poshom”…

4 comentarios:

  1. Lo que son las cosas... el olor a zorra, siendo que es más pasoso, no alcanzó a impregnar el poder. Ganó el olor a bolas y a pichi juntos. La única salida para repetirnos el caldillo de choros sería votar por la Jiles, pero me temo que esos mariscos vienen medios tóxicos en marea roja.

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  2. Más que nada, La Moneda hace rato que está pasada a caca -GB.

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  3. Más que la Moneda: los partidos políticos, los gremios empresariales, los medios de comunicación. El problema de la suciedad del poder no se limita a los que elegimos, que por último tienen la legitimidad formal que les da la democracia. Me preocupan más los que nos desangran pagándonos salarios de mierda, abusándonos como consumidores, mintiéndonos a través de la pantalla, y a los que poco se exige explicaciones comparado a las huestes políticas.

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