Simpsoniana censura en Canal 13: Un país serio

La productora Aplaplac se ganó un fondo del CNTV para hacer Un país serio, una serie televisiva dedicada a mostrar al Chile pantagruélico (fiestas, tomateras, excesos) y junto con ésto se comprometió a Canal 13 a transmitirlo. A la estación le cargó el programa e hizo todo por diferirlo por largo tiempo, pero obligada a ponerlo en pantalla por contrato, lo avisó para ayer en horario matutino (diciendo carerraja "Canal 13 se complace en presentar..."). Sin embargo, 6 horas antes, decidió que el programa no iba. Punto.



Desde luego el hecho constituye un acto de censura inamidsible. Canal 13 tendrá el derecho a su línea editorial y blablablá, pero no olvidemos que su señal es pública, o sea que pertenece a todos los chilenos, al igual que el mentado programa, que ha sido financiado con recursos estatales. O sea, en mi parecer, se ha cometido un grave atropello a los derechos de los espectadores que pone en cuestión no sólo el acuar de Canal 13 sino del sistema de televisión en su conjunto, tal como está concebido.


El Chacal 13

El 13 pasó de ser el canal del angelito al canal de Los Simpsons bajo el eufemismo de la parrilla flexible, y la prensa instituida (que para variar no lleva este tema ni en los breves) calificó a Vasco Moulian como el nuevo gurú de los medios de comunicación, pues bajo esta modalidad el canal es primero en sintonía.

Sin embargo, la política del canal 13 ya comenzaba a manifestarse como perniciosa para la industria televisiva, hasta el punto en que Don Francisco –tal vez el máximo icono de la estación– ya había alegado por verse perjudicado por el payaso Krousty y Kent Brockman. Si el prohombre del 13 estaba molesto, es fácil imaginar lo indignante que es esta política para los productores de programas más modestos,que ven como simplemente Los Simpsons comienzan a monopolizar todo el espectro de lo que fueron sus oportunidades.

Así y todo, hasta ese punto, eso era una pelea in house, un gallito interesante, pero que no pasaba de ser un episodio más del fenómeno del empobrecimiento de la TV a nivel de contenidos (aunque es cierto que Los Simpsons son mejores que casi todos los programas producidos acá).


Antecedentes para la TV digital

El punto –en mi parecer y con la censura mediante– pasa hoy por discutir el aporte que el Canal 13, moulinizado, está haciendo a la industria de la TV y su derecho –basado en la propiedad– para hacer y deshacer en un medio que tiene la incidencia cultural que tiene.

Esto no es nuevo, ya se vio en las campañas del condón, y tampoco con esto quiero decir que el CNTV debiera convertirse en una especie de órgano rector de lo que aparece o no en TV, pero sí debiera revitalizar el debate sobre qué modelo de TV debería adoptar el país, pues en muy poco tiempo se deberá elegir el sistema de televisión digital.

Ésta podrá parecer una decisión técnica, pero en realidad implica una decisión política –de política cultural– muy trascendente. Desconozco el detalle de los beneficios y maleficios del sistema norteamericano, europeo o japonés, pero es claro que el modelo de Estados Unidos –el que va primero en la carrera en Chile, gracias a un intenso lobby de los canales actuales– beneficia a los instalados que podrán seguir concentrando la industria, con lo que tendrán el poder para seguir diciendo qué vemos y no vemos por TV.

Si este debate no se da, perderemos una gran oportunidad para redireccionar un sistema de televisión que nadie eligió –fue impuesto en los años dictatoriales– y esta vez sí democratizar las políticas culturales del país, no a través de encuestas, como pretende Piñera, sino abriendo la industria a nuevos actores.


Por qué Piñera debe vender CHV

En el contexto señalado, resulta totalmente pertinente exigirle al presidenciable Sebastián Piñera que venda Chilevisión, pues está clarísimo que –en caso de ser Presidente– su decisión al respecto esta teñidisima de un interés económico, que además redunda en un mayor poder personal y político.

Sonará ridículo, pero hasta donde yo sé nadie le ha preguntado eso, así que lo emplazaré a que me responda:

- ¿Sebastián Piñera, en caso de ser Presidente y mantener la propiedad de Chilevisión cómo hará para no beneficiarse personalmente –desde el punto de vista político y económico– de la decisión sobre el sistema de TV digital que Chile debe adoptar?