Los investigadores de Citizen Intelligence llevan años intentando crear un microscopio lo suficientemente poderoso como para leer la letra chica de los contratos de tarjetas de casas comerciales. Hasta ahora nuestros intentos han sido infructuosos, pero en un próximo gobierno esperamos contar con el apoyo de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt para los amigos).
En ese mismo espíritu de navegar por las turbulentas aguas de la crisis económica es que nos enteramos que nuestras autoridades han dado con la medida precisa para enfrentar los descalabros financieros que afectan al país. Según nos informa nuestra publicación hermana, El Mercurio, el gobierno pretende crear una súper base de datos para registrar los niveles de endeudamiento de cada familia. En pocas palabras, se trata de un Dicom en esteroides o, como se le conoce en los pasillos de El Citizen Almeida, “Súper Dicom”.
Y es que, seamos sinceros. ¿Existe mejor medida para combatir los problemas económicos del país que aplastar a la gente endeudada? ¿Qué mejor que hacer públicas las deudas de esa tropa de irresponsables que pide plata y después no la paga de pura mala voluntad?
Según El Mercurio, la nueva ley para crear Súper Dicom consiste en la “unificación de la base de datos de los deudores del retail y de la banca”. Las ventajas son evidentes: permitir a dos de los sectores más afectados por la crisis perseguir eficazmente a quienes les deben plata. Si junto con esta medida el Congreso por fin se decide a discutir nuestro proyecto de ley para enviar matones a las casas de los deudores, en Citizen Almeida creemos que podemos llegar a tener un país con un nivel de endeudamiento per cápita de cero. Tal cual: CE-RO.
Por si no leyó el artículo original, aquí lo reproducimos y lo leemos entre líneas (en rojo):
Aún no conocen el detalle del proyecto del Gobierno:
Parlamentarios aprueban idea de transparentar deuda de chilenos (siempre que la definición de “chilenos” no los incluya a ellos), pero esperan conocer detalles
Congresistas consultados apoyan en general la iniciativa, pero dicen que en el Congreso defenderán la privacidad de las personas (las cartas en que se les informa que su casa saldrá a remate serán enviadas en sobres sellados).
La mayoría de los parlamentarios manifestó que está a la espera de conocer los fundamentos de la indicación sustitutiva del Gobierno, antes de opinar acerca de la unificación de la base de datos de los deudores del retail y de la banca. La indicación ingresó el lunes en la tarde a la Cámara de Diputados, por lo que los parlamentarios hasta la tarde de ayer aún no conocían detalle (y Wikipedia aún no informaba nada al respecto).
No obstante, el senador Carlos Ominami (PS) indicó que "me parece bien que exista un boletín con información consolidada, con información positiva y que se rompa con el monopolio actual" (me parece absolutamente atentatorio contra la libre competencia que solamente Dicom tenga derecho a hostigar y estigmatizar a la gente que debe plata). Respecto de la reacción negativa del comercio, respondió que "están defendiendo intereses corporativos, que no son los intereses generales del país. El país necesita tener una visión de la deuda consolidada (y cuando digo “país”, en realidad quiero decir “los bancos”)".
El senador José García Ruminot (RN) manifestó que tenía dudas sobre la conveniencia de este proyecto (¿pena de muerte para los deudores o solamente perpetua?), las que esperaba despejar al analizar en detalle su contenido. "No sé si es prudente que tengamos una especie de central que lleve el endeudamiento de cada familia, porque a fin de cuentas eso representa entrar en la vida íntima de las personas", agregó (no como cuando nos negamos a legislar sobre el aborto).
El diputado Julio Dittborn (UDI), presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara, señaló que tampoco ha visto el proyecto. "Pero en general estoy de acuerdo con que la información de deudas de los chilenos no esté parcializada, que la información sea única. A mí me gusta más la transparencia que la oscuridad", detalló (y a continuación cerró la puerta de su oficina con llave. Del frigobar que esconde bajo su escritorio tomó un feto congelado y le arrancó la cabeza con los dientes. Luego procedió a reír en forma neurótica, gritando: “¡Deudores! ¡Buajajajajajaja!”).
Explicó que hacer transparente el endeudamiento de los chilenos puede perjudicar a algunos que están muy endeudados (y a quién le importan esos huevones), pero beneficiar a otros (la banca, las casas comerciales, Julio Dittborn, etc.), porque demostrará que sus niveles de deudas son razonables.
El senador Jorge Pizarro (DC) planteó que el objetivo del proyecto es positivo y que "ahora corresponde iniciar un debate en el Congreso para ordenar sus elementos y garantizar la privacidad de las personas".
Valoró que la iniciativa legal considere un incentivo a la buena conducta de los consumidores (cada vez que vayan al banco, la cajera les pintará una estrellita de colores en el dorso de la mano y se sorteará mensualmente una tarjeta de crédito). "Siempre se castiga al que no paga, pero no se reconoce al que cumple con sus obligaciones. La propuesta va en la línea correcta".