viernes, 23 de octubre de 2009

¡Que no panda el cúnico!

Según las previsiones científicas en relación al cambio climático, Chile desaparecerá bajo el agua producto del derretimiento de los casquetes polares a mediados de 2111, un poco antes del dieciocho de septiembre. Tome o no tome medidas el gobierno, cambie o no cambie la disposición destructiva del chileno respecto del medio ambiente, el mar subirá lentamente hasta convertir los faldeos cordilleranos en acantilados formando calas y playas vírgenes. Tendrá más influencia sobre este destino la cooperativa administradora del polígono industrial Xian Tsu de Pyonyiang en la China que cualquier sobreesfuerzo nativo.

Efectivamente, los servicios de inteligencia nacionales llevan décadas recolectando estudios que prevean la situación que se avecina y así tomar las medidas pertinentes. Rober Leuchter Tribulao, miembro del servicio de inteligencia, explica que una de las conclusiones a las que han llegado es que el “pueblo chileno” es por naturaleza acuático y que por lo tanto la inmersión de tres cuartas partes del territorio nacional en realidad será un retorno a los orígenes. “El carácter introspectivo del ciudadano medio proviene de su pasado sumergido”, dice el funcionario y agrega que el Ejército tiene estudios que certifican que “el que aguanta más rato es más y mejor chileno, de hecho, en la década del setenta se vieron casos de conversión del sistema respiratorio a branquias al cabo de tres días con la cabeza metida en un balde con agua”.

Los agentes secretos infiltrados en las principales potencias científicas del orbe han acumulado hasta ahora la suficiente información como para empezar a transferir a cooperativas cívico-militares la propiedad de vastos terrenos de precordillera con el objeto de extraer el fértil limo de las nuevas costas e incluso ya fue licitada, a favor de la empresa británica New human oceans, la futura construcción de miradores submarinos que podrán explotarse turísticamente mediante excursiones a las principales ciudades chilenas sumergidas como Santiago, Talca, Valparaíso y Viña del Mar, que pasaría oficialmente a llamarse Viña, a secas.

Por su parte, el gobierno anunció que está estudiando, en conjunto con diversas ONG, poner en marcha un plan de emergencia dirigido a la población que comprende la oferta de los cursos de formación técnica Historia anfibia del pueblo chileno, Peluquería subacuática y Apnea avanzada, en las regiones con mayor cesantía. Asímismo los municipios de la zona oriente anuncian el levantamiento de grandes muros de contención en la precordillera, poco antes de los barrios altos, para facilitar la evolución natural de la raza chilena y permitir la asimilación del acuario como forma de vida.









Por CC

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