viernes, 30 de octubre de 2009

¿Está Gagá Gaga Briel?

Ya quisieran Frei y la Concertación poder retroceder en el tiempo, no hasta 1993 cuando lograron un triunfo rotundo en las presidenciales, superior al 60% de los votos en primera y única vuelta, sino mucho más atrás, hasta 1946, cuando Neruda era jefe de propaganda de la campaña de González Videla y escribió los versos de politburó titulados “El pueblo lo llama Gabriel”. Hoy rezarían “El pueblo lo llama Gagá Briel” (como tuitió Citizen ayer) y los geriatras de Chile, acaso existía esa especialidad médica entonces, no osarían lanzarse en picada como hicieron contra los dichos de María Antonieta Saa denostando a Valdés por su demencia senil. Zurita, ¿dónde estás?

Es muy probable que Gabriel Valdés, tanto como Patricio Aylwin, estén sufriendo los embates de la vejez. Pero de ello no dan cuenta necesariamente sus dichos recientes, los de hace algunos meses en contra de la ingobernabilidad que Frei presagia en un evetual gobierno de la derecha, y los de hace un par de días manifestando admiración por Piñera y simpatía por Ominami chico. Al contrario, aquellas “polémicas” declaraciones de don Pato y del Conde puede que hayan sido auténticos arranques de lucidez que dejan entrever el poco agrado que les produce la figura política de Frei, no por cuestiones epidérmicas sino que por un macerado balance político.

Ambos -cada cuál dentro de sus parámetros- han de pensar que Frei no es ni la sombra de su padre, aún cuando en el imaginario colectivo éste profita largamente de su herencia política. No sólo debe causarles vergüenza el intento burdo por reeditar la Patria Joven con un lolo de fogata y guitarra como Bowen a la cabeza. Ambos tienen cuentas políticas y personales que pasarle al freísmo y a las corrientes que dominan hoy por hoy la Democracia Cristiana.

Aylwin, ferviente anticomunista y sostenedor iniciático del Golpe, no debe tolerar el pacto electoral que la DC acordó con el PC a cambio de su apoyo en segunda vuelta. Frei Montalva no lo hizo en su momento, negándole la sal y el agua al gobierno de la UP. Esta voltereta de Frei, quién donó a la Junta su sueldo en 1973 en pos de la “reconstrucción nacional”, debe sonarle a traición. Para Aylwin, como ha dejado entrever su hija Mariana, la DC camina en línea recta hacia el despeñadero. Para ellos, ese sí puede representar un riesgo real de ingobernabilidad, cuando una DC debilitada en el gobierno deba ceder terreno a las demandas de los comunistas.

Valdés, menos momio que Aylwin, morirá sin perdonar la movida mafiosa encabezada por Carmen Frei y Gutemberg Martínez cuando adulteraron el padrón del partido para sacarlo de la contienda electoral de 1989. Con ello lograron imponer a Aylwin como presidente de la transición, favor que canjearon haciendo que este último sostuviera la candidatura de Frei en 1993. El Conde no puede olvidar que él debió haber sido la carta del arcoíris contra el delfín de Pinochet en reconocimiento por su visionario y corajudo liderazgo contra Pinochet durante los años '80. De ahí que la figura rebelde y desafiante de las cúpulas que encarna “Ominami chico” le despierte simpatía.

Gagás somos nosotros, el electorado cautivo de las camarillas acomodaticias de la política que no recordamos, o no queremos recordar, de dónde y de qué forma surgieron los líderes que gargarean sobre progresismo, justicia social y derechos humanos.








Por Hilgo Larton

2 comentarios:

  1. Otros "proceres" de la concertación muestran lo que es evidente, o, como se dice en Derecho, un hecho público y notorio, esto es, que E. Frei realmente es un pésimo candidato, con un mal equipo, con una coalición dividida... en definitiva un DESASTRE... para esto, los insto a leer la noticia salida en el Mostrador donde el ex ministro de Agricultura "Cucho" Figueroa señala las debilidades de Frei de una manera explicita y sin dejar dudas al respecto.

    Al parecer no se acordaba el candidato de la Concertación, y avalando la tesis mostrada en esta columna, que todas las cuentas políticas se cobran en algún momento, especialmente cuando quien es el deudor se encuentra en su momento más complicado y debilitado de su carrera política.

    Deberían jubilarse muchos hombres que hoy por hoy insisten en liderar un debate político cuyo lenguaje dejó atrás a los mismos hace bastante... el sistema político actual, basado en los parámetros de la no acabada transición, hace agua por todos lados y observamos a un grupo de personas (que son las mismas, miren el padrón electoral) que ya no están respondiendo a los códigos políticos actuales y que, en definitiva, reclaman un cambio, no sólo generacional, sino del modo de ejercer la política que tan bien le acomodan a la Alianza por Chile y a la Concertación e inclusos a los autodenominados "díscolos" o "outseiders", quienes ahora quieren sacar mejor provecho del asunto...

    La pregunta que creo que se plantean en estas elecciones ... LEJOS LAS MÁS FOMES DE MI VIDA.... es la siguiente ¿Podrán en algún momento comenzar a considerar el sentir de la voluntad soberana para la toma de decisiones en la construcción de la República?
    ¿Podremos volver en algún momento a la tradición Republicana que caracterizó a este país, invocada sobre la base de la libertad como no dominación?
    ¿Cuánto tiempo aguantará el germen del neoliberalismo en el Ordenamiento JUrídico actual establecido en la Constitución dictada por la dictadura soberana de Pinochet?

    ResponderEliminar
  2. Don Hilgo.

    Completamente de acuedo con el cierre de su columna... quizás sea hora de dejar de votar por ellos en masa (sin que ello implique votar por la alternativa peor) ... será tan difícil?

    ResponderEliminar

Creative Commons License
Citizen Almeida by Andrés Almeida is licensed under a Creative Commons Atribución-No Comercial-Sin Derivadas 2.0 Chile License.