El voto y la modorra

“No voto nicagando por Frei en segunda vuelta”. Esta es una cantinela que vengo escuchando hace rato en un círculo cercano, y no es gente que pretenda votar por Piñera, sino gente desilusionada de la Concertación que grita a quien quiera escuchar que su voto será nulo.

No me parece comparable un gobierno de derecha con uno de centro como los de la Concertación. En caso de que gane Piñera, los individuos nos deberemos tragar –además del jodido presidente– a sujetos de una calaña intolerable, pechoños recalcitrantes que se sienten con el derecho de decidir por todos en temas morales, colaboradores de aquel dictador que ahora pasa sus días jugando a la pelota con Satanás, los oportunistas de siempre que se corren hacía donde ven los espacios de poder aunque hayan sido sus adversarios durante toda una vida, en fin, aquellos a quienes detesto. Si Frei llega a La Moneda será un gobierno más de lo ya conocido con casos de corrupción, poca legislación laboral llevándoselas de abajo al empresariado y con la misma vetusta clase política de siempre.

Personalmente, prefiero esto último.

Cuando me imagino a Kast como ministro o colaborador de Piraña me da escalofríos. Si hoy en día pone el grito en el cielo por la supuesta aparición de una pareja de gays en la franja del candidato, esperemos a ver cómo será enfundado en el poder. Probablemente terminemos botando bibliotecas para construir espacios para las monjas de claustro o realizando inversiones para importar cinturones de castidad y así acabar con el flagelo del embarazo adolecente. Cardemil, Novoa o cualquiera de aquellos que estrecharon con gusto y amor la mano de don Augusto simplemente merecerán todo mi desprecio; callaron cuando no debían y pasaron por encima de todos los derechos que en cualquier país medianamente civilizado se respetan por default. Ver a Shaoulson y Flores al lado de Piraña me deja un sabor amargo, si bien ninguno de los dos nunca ha sido de mi especial predilección, pensé que podían haber llegado a ser tipos un poco mas decentes, pero no pueden evitar ver el espacio de poder y no claudicar con tal de lograr una tajada, por pequeña que esta pueda llegar a ser, sin importar si deben vender a su madre en el proceso.

Ominami no es una opción, con su apellido compuesto, su verborrea insoportable. Cuando comienza con alguna frase de aquellas archi repetidas, colocándose el caset igual que Piraña, definitivamente cambio el dial de la radio o el canal de la tele. El nació al alero de esta clase política que tanto critica y aborrece, y ésta misma fue la que le concedió aquel pequeño espacio de poder para pertenecer a nuestro parlamento envuelto en escandalillos de uso de platas para fines para los cuales no fueron destinadas. El tema de su carrera como cineasta ni siquiera merece algún comentario.

Arrate es a mi juicio el único decente de los cuatro. Por el votaré en primera vuelta y como dijo un amigo, con un perro en la nariz colocaré la raya por el narigón en la segunda.

Es lo que hay.

Por Linsky