martes, 31 de marzo de 2009

sigue el baile por los fondos piñerísticos de cultura




A veces LUN tiene cosas buenas, una de esas es la columna de Leonardo Sanhueza, quien llevó al papel toda la polémica sobre los fondos de cultura decididos por rating.

Más información:

Piñera y los fondos de cultura

Piñera: las claves de una entrevista

lunes, 30 de marzo de 2009

Chile - Perú: fútbol, prensa y realidad


"El Clásico del Pacífico" le llaman al partido en que dos escuadras discretas de dos países limítrofes sudamericanos purgan su historia a través del mejor sucedáneo de la (innecesaria) guerra; el fútbol.

Así este encuentro se convierte en un rito más de la vida política de Chile y Perú, y como todo rito apela a lo sacro y tiene su reglas, procedimientos y metáforas asentadas, e incluso –en esta vida moderna– tiene a quienes sirven de maestros de ceremonia de dichas redundancias; la prensa.


Ayer fui testigo de cómo se montó el tinglado de significantes y connotaciones más allá de lo deportivo por parte de la prensa, chilena y peruana, cuyo único afán es cristalizar una pretendida rivalidad a muerte en la que ambos países se juegan en la cancha el honor, la vergüenza y la reverencia debida a la sangre de sus héroes (Prat y Grau), como si lo de ayer fuera una revancha por la Guerra del Salitre (alternativa inglesa de nominación de lo que conocemos con el épico nombre de Guerra del Pacífico).


Atribuciones sacerdotales de la prensa

Lo curioso es que a causa de este rol casi místico, la prensa olvidó su verdadero papel, que es reflejar la realidad de una manera más o menos verosímil, al menos no manipularla carepalo. De este modo, la prensa –al menos la chilena– escudriñó en la previa del partido todo asomo de agresividad por parte de los peruanos, con el claro ánimo de victimizarse y calentar el partido. Para su desconcierto, dichas manifestaciones eran escasas y no tan virulentas, racistas y viles como las que los chilenos propinan a los peruanos en el civilizado Chile. Al menos los hinchas chilenos se sentían seguros e incluso acogidos en el Perú, algo que no debería extrañar a los chilenos que hemos ido allá.


Aún así, la máquina de la magnificación no fue desactivada y se destacó de manera necia la rechifla al himno patrio, el atosigamiento a la hinchada chilena en el Monumental de Lima y las dificultades de Matías Fernández para lanzar los corners. Incluso un periodista se atrevió a pedir sanciones al estadio limeño por esas niñerías. De infierno, nada, peor se comporta el público del Estadio Nacional cuando se juega contra cualquier país no limítrofe.



La apología es el negocio

Tras la victoria chilena, la prensa intuyó que su rol ritual, entonces, era servir de apologeta de la hazaña "histórica". No sé qué partido vieron, pero calificarlo de "perfecto", me parece más que un exceso. Yo al menos, un inopinado en el fútbol, vi un match desordenado, sin mediocampo, con defensas precarias, en el que las individualidades marcaron las diferencias. En suma, creo que tal como jugó Chile en Lima, no se le gana a Uruguay en Santiago (en especial si el fútbol no pasa por Matías). No sé, pero me parece malicioso olvidar que la selección chilena le ganó a un equipo dividido, mermado y desmoralizado, aún antes de entrar a la cancha, y no a una especie de Perú eterno, que sólo por serlo va a jugar a muerte contra Chile, en cualquier circunstancia.


Bueno, no es mi afán ser un aguafiestas, pero realmente me molesta el patrioterismo de selección de fútbol y mucho más la prensa hincha, cuyo negocio es eternizar una rivalidad estúpida, tal y como hacen los políticos con los contenciosos limítrofes, evitando acercamientos que serían tan fértiles.

¡Viva Chile¡ ¡Viva el Perú! montones de carajos de mierda.

domingo, 29 de marzo de 2009

La gran encrucijada de Piñera


La Concertación ha logrado propinarle a Piñera su primer ganador con este asunto de la colusión de farmacias, en una de las cuales el candidato es accionista (minoritario, pero accionista). Pero para que realmente pueda ponerlo en las cuerdas debe comprender que el "negocio" no es precisamente hacer ver la incompatibilidad entre los negocios y la política (que es otra forma de negocios), pues eso ya está instalado, sino la desmedida ambición del candidato.

Piñera, más que nadie, sabe que su talón de aquiles es mantenerse en los negocios, entonces ¿por qué no se aplica en desactivar ese flanco? Simple, no quiere perder pan ni pedazo. Y el pedazo (si creemos que prioriza la política) bien puede ser cuantioso, pues en este año de crisis se expone con alta probabilidad a perder mucho de su patrimonio si suelta el timón de sus empresa e inversiones.


Esto –en mi manera de ver– lo tiene desorientado y dando palos de ciego. Acusar a Frei de beneficiarse por la privatización de Sigdo Koopers es una pésima estrategia que –buscando conservar su patrimonio– lo lleva al cuestionamiento de toda la clase política ¿Acaso no se benefició la UDI y su propio partido de todas las privatizaciones juleras hechas en el "entre gallos y medianoche" del fin de la dictadura? Siguiendo con los lugares comunes, es posible afirmar que si bien es cierto que personeros de la Concertación tienen "tejado de vidrio" (no conozco el caso de Frei), su sector –en ese ámbito– tiene "muertos en el closet". Por ahí lo único que va a pasar es que el debate presidencial se va a centrar en quién es más inescrupuloso, y ahí –me temo– Piñera no tiene chance de salir mejor parado.

Lo que no ve Piñera y no ha salido al debate, es que lo que pasó con las farmacias es de otra naturaleza que la de los casos Chispas o de la última sanción de la SVS por manejo de información privilegiada. En ambas situaciones (así como los casos de corrupción y falta de ética de la Concertación), la opinión pública arrisca la nariz, pero no se indigna, porque intuye (intuímos) que eso corresponde a una pelea de lobos por un botín del que de todas maneras no iba a tocarnos parte. En cambio, en el caso de las farmacias, todos nosotros fuímos la presa.

En este punto es cuando la racionalidad de cualquier asesor que no le teme al asesorado, indica que es el momento de aconsejar vender todo, inventar un fideicomiso ciego o cualquier cosa que acabe este debate sumante perjudical para Piñera, en el que los Lagos hicieron agudas y cáusticas observaciones, el hijo al plantear el cómo el candidato iba a devolver lo que ganó con la colusión de las farmacias y el padre al hacer ver que en Estados Unidos eso sería causal del fin de su carrera presidencial.


Pero no. La ambición puede más, y seguramente se escudará en que él no tuvo ninguna responsabilidad ni conocimiento del operar de las farmacias y tratará de instaurar un empate moral con Frei, pero por ahí le irá mal, porque de todas maneras se benefició económicamente de la colusión (¡entonces que devuelva la plata, dirán!) y demostró tener intereses en todas partes, incluso aquellas en las que el electorado es sensible, y porque aunque Frei no sea un santo, no tiene en su prontuario la radio Kioto, Chispas (en el que el entonces senador Piñera usó el Senado para su beneficio), el manejo de información privilegiada, la deuda con la mascota de Wandereres (adquirida cuando se hizo socio del club para enfrentar su malograda candidatura por la Quinta Costa) y –ahora– las farmacias.

Piñera ha dicho antes de la crisis que –una vez Presidente (pésima señal, pues debería ser antes)– se deshacerá de todos sus intereses, menos de los "más queridos": Tantauco, Chilevisión y Colo Colo, o sea, de aquellas propiedades que a la vez son herramientas políticas, aduciendo una naif explicación relacionada con el afecto que tiene por esos "emprendimientos". Es decir, no sólo no está dispuesto en lo absoluto a separar irrestrictamente sus intereses económicos de los políticos, sino que pretende intrincarlos hasta fusionarlos.

Colo Colo es el ejemplo –según yo– más sintomático de la hybris del candidato, que da cuenta de la obnibulación en que se encuentra, la que no le deja ver todo lo que arriesga (entre otras cosas porque no es colocolino), tanto en la esfera política como en la empresarial. Me explico. Pongámosle que el club popular está por ganar la Copa Libertadores y Piñera, paralelamente, trata de llevar esa agua a su molino ¿no es acaso muy fácil para un operador de mediana monta con una bolsa de plata modesta acudir a la Garra Blanca y solivantarla contra el empresario, por aprovechamiento? Un lienzo y una canción en su contra en el Monumental sería demoledor.


Como a veces me ha venido bien el negocio de agorero político, al ganar algunas apuestas difíciles de ganar, esta vez me atreveré a hacer un vaticinio: si Piñera no se deshace en este semestre de todas (sí, todas, sin excepciones) sus empresas, no llegará a La Moneda.

sábado, 28 de marzo de 2009

¡que vuelvan las boticas!

Me veo compelido, casi obligado a comentar lo de las farmacias y sólo haré unas breves acotaciones a un debate en que casi todo se ha dicho, antes de decir lo importante que tengo que decir.

1.- Se sabía desde hace tiempo.

2.- No van a devolver ni la mitad de lo que literalmente le quitaron del bolsillo a los enfermos.


3.- Pese a ser un robo, no habrá imputados (todavía no se nombra a nadie como responsable), ni presos, ni se hablará de delincuencia, ni siquiera de delincuencia de cuello y corbata.


4.- Sale ahora que es año electoral.


5.- Sale ahora que llega Wall-Mart.


6.- Deberían autorizar a los consultorios y hospitales públicos a vender medicamentos al costo.


7.- La serpiente del símbolo de la química y farmacia no representa la rapacidad, sino el saber.


: Son unos caraderaja sin nombre.

viernes, 27 de marzo de 2009

piñera y los fondos de cultura




Para que vean que no exageré en mi post "Piñera: las claves de una entrevista", sírvanse ver el revuelo que causó la noticia en el popular blog de Gonzalo Maza.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Yo también estoy dispuesto a discutirlo todo


Ahora último el candidato de la Concertación, Eduardo Frei, le ha dado por repetir como mantra que está dispuesto a discutir todo lo que le pongan en frente. Lo último, el matrimonio gay.

Bien por él, pero la verdad esta actitud no tiene ningún efecto, pues no comporta ninguna novedad. Desde Descartes que el pensamiento occidental está abierto a discutirlo todo metódicamente, es decir, desde el siglo XVII.


Lo verdaderamente novedoso sería que el candidato más bien fijara posturas y consecuentemente elaborara agendas. O sea, que se lanzara a la piscina, so riesgo de incomodar a eventuales partidarios, porque con esa actitud tan DC de escabullirle el bulto al fondo de los temas, no tiene nada que ganar, es decir, va a seguir segundo en las encuestas.


Supongo que el candidato calculará que al decir que está abierto a discutir el aborto o el matrimonio gay, sólo por decirlo, las personas creeremos que ha experimentado un cambio de conciencia, que de un día para otro se nos puso liberal, pero no. Sabemos que su partido es un partido confesional por lo que es dificilísimo que uno de sus miembros contravenga abiertamente las enseñanzas de la Iglesia Católica.


En todo caso, no es imposible. El mismísimo padre de Frei, en la década de los 60' (del siglo XX, hay que comenzar a precisarlo) aprobó la píldora, que era un escándalo para el catolicismo más duro. Bueno, eran otros tiempo ¡la década de los 60'! si hasta hubo una rareza tal como el Concilio Vaticano II.

Por mi parte, también estoy dispuesto a discutirlo todo; la existencia de Dios, la virginidad de la Virgen, la teoría de la evolución, la matriz genética ovni de la humanidad, lo natural del derecho, la linealidad del tiempo, la laicicidad de la sociedad chilena, las estadísticas del INE, la existencia de la nación mapuche, la mediterraneidad de Bolivia y la legitimidad de la postura peruana en La Haya, el sistema binominal, la formación de la selección para el partido del domingo, etc...

Pero para comenzar una discusión de verdad debería también plantear; mi agnostisismo, mi incredulidad radical frente a todos los mitos judeos cristianos y posmodernos (si es por eso prefiero creer en Zeus), mi creencia en la imposibilidad de llegar a la esencia de las cosas y los límites epistemológicos humanos, mi molestia frente a los nacionalismos y a la vocación misionera universal del catolicismo, mis sospechas de manipulación de cifras, mi apoyo a la diversidad cultural del país, mi rechazo a la democracia tutelada y mi gran capacidad de equivocarme, tal como pasó con Bielsa, tal vez porque en su momento creí fervientemente que el técnico debía ser Borghi.


En suma, Eduardo Frei, por favor pronúnciese.

lunes, 23 de marzo de 2009

I miss you, Hermógenes


Hoy no es miércoles, pero pasado mañana lo será. El asunto es que abrí El Mercurio (que ya se está transformado en mi fetiche, algo que debo evitar, como el tabaco) y comprobé con pesar que el decano no me provee de nada interesante. Sentí nostalgia, y pronto comprendí que es porque hemos perdido la sección más entretenida de un diario por lo general fome. Sí, la columna de Hermógenes Pérez de Arce.

Para mí Hermógenes es el mejor escritor de ficción del país y un artista performático increíble, que ha hecho de sí mismo, con sus propias opiniones, un personaje de fábula. Es como Miguel Serrano que cuando decidió convirtirse el mismo en su novela surrealista dejó de escribir.

Es que no había nada más chistoso que Hermógenes negando las violaciones a los derechos humanos y defendiendo a Pinochet, en un ejercicio retórico imposible. Pero esa era la gracia, justamente la imposibilidad de su postura.

Por favor, no vayan a ofenderse porque me llame a risa la negación de las atrocidades por parte del sujeto en cuestión, pues, convengamos, que hay algo de bufonesco y absurdo en el asunto.

En suma, la imagen que proyectó Hermogenes y que ahora no está, es la de un dandy derechista, agudo y careraja, cuyo valor es expresar lo que muchos otros piensan (y van a seguir pensando) y callan. En ese sentido, fue el portavoz de una latencia que no hay que olvidar, la que precisamente –miércoles a miércoles– era recordada en son de advertencia.

La pregunta obvia es ¿por qué lo sacaron de El Mercurio? porque de que el tipo vende, vende.

La respuesta más obvia es porque era un enconado enemigo de Piñera, y el candidato finalemente debe haber logrado pasarle la máquina, seduciendo al decano con la posibilidad concreta de que la derecha al fin llegue a La Moneda por vía democrática.

Obvio.

Sin embargo, lo que no me explico es por qué Hermógenes no decidió independizarse y abrir algo en internet para dar rienda suelta a su verborréica pasión.

No me lo explico, pero tengo una hipótesis.

Este último tiempo he estado viendo la serie Los Tudor, y el año pasado vi Roma, de los mismos creadores. Si tal y como lo supongo, Hermógenes vive en ensueños republicanos de columnas dóricas y cristianas cortes reales, debe por tener referentes a personajes tales como Catón, Tomás Moro y otros que pueblan un martiriológico Olimpo al cual al tipo le encantaría pertenecer. Este silencio puede ser símbolo de ese sacrificio en aras de una derecha suplicante que le dice estar de acuerdo en todo, pero que también le pide por favor se calle (hasta me imagino la vaticana escena de Edwards entrando a su casa para comunicarle su decisión y solicitarle su perdón, "maestro").

No sé, una vez lo vi en Algarrobo en una terraza de una casa que da a la playa, con pañuelo al cuello bebiendo un trago on the rocks, meditando en silencio quizá qué nostalgia. Ahora debe estar igual, mascullando a su sector "ya van a ver, ya van ver cuánta razón tenía" y maquinando en su cabeza el retorno de los dioses.

sábado, 21 de marzo de 2009

la odisea de ser periodista, según el mercurio




En El Mercurio de hoy, en su cuerpo A, aparece una nota que relata las cuitas de la prensa "independiente" (de derecha), en los países del "círculo bolivariano", a pito de las condenas de la SIP a los gobiernos de Caracas, La Paz, Quito y Managua.


¿Y Boston?

Al menos en esos países hay opciones en los kioskos. En cambio, en Chile, a través del oligopolio chileno de la prensa escrita –asentado al granito por el decano y La Tercera– se ha impuesto un sóolo gran relato (hay que ver como llevan los mismos temas en las mismas secciones, sin casi diferencias de perspectiva), con la capacidad además de omitir cosas tan graves como las sistemáticas condenas de la ONU por violaciones a los derechos humanos de los mapuches en el conflicto en el sur.

Estos diarios han logrado sacar del mercado cualquier competencia, no sólo comercial, sino cultural, apagando con armas políticas y de ampones a La Época, Fortín, Diario 7, El Metropolitano, y cualquier diario regional que ose aspirar a una voz propia.

Algunos dirán "pero existe La Nación", y quien me busque una mirada cómplice, lo sé, esbozará una sonrisa sardónica; seamos serios, pues.

viernes, 20 de marzo de 2009

Argentina: la disputa de dos iconos femeninos en las antípodas


Argentina tiene cosas fantásticas. Una de ellas un ímpetu orgulloso y cáustico, que a veces se hace muy fértil como para que aparezcan aparentes anécdotas, pero que en verdad son símbolos en acción de los tiempos que corren.

La última, la presidenta de las madres de la plaza de mayo,
Hebe de Bonafini, criticó con afiladas y crudas palabras a Susana Giménez, por clamar un ajusticiamiento contra el victimario fatal de un amigo suyo en un asunto de delincuencia común. El resultado, la vedette número uno de Argentina (la Bolocco de acá, pero con harta más enjundia) se querelló por injurias contra una de las figuras morales más relevantes del trasandino país.

Las palabras de la Bonafini:

"¿Cuál es nuestra seguridad con estas vedettes, que son más putas que vedettes, que se atreven a hablar de derechos humanos cuando bailaron y se acostaron con todos los represores? Y si Susana le hubiera acertado al amante que tenía con el cenicero en la cabeza y lo hubiera matado, ¿qué? ¿Habría que haberla matado a ella, entonces? ¿Por qué no piensan en lo que dicen? Porque en vez de cabeza tienen un maní, lo único que tienen son tetas y no son de ellas”.

Yo la invitaría al episcolario.

jueves, 19 de marzo de 2009

el aborto en el país del eufemismo

Chile no está discutiendo acerca del aborto. El país discute si va a discutir acerca del aborto (pero terapéutico no más). Si bien esta precisión puede ser leída como una más de las sutilezas bizantinas que caracterizan el cómo se dan los debates de fondo de los chilenos (porque el tema de fondo es el aborto, sin apellidos), creo que es posible identificar algunas causas de grueso calibre que explican la opción por la tangente de este debate, que son –en mi manera de ver– más relevantes que el debate mismo.

Del mismo modo como quienes están a favor del aborto se ven en la obligación de
dar largos rodeos para que no vayan a creer que son unos comeguaguas (condenándolo de este modo, implícita o explícitamente), también evalúan que no es posible instalar el debate de manera franca y directa, y salir airosos.

En tal sentido, tienen razón quienes dicen que el carácter "terapéutico" del aborto que se quiere aprobar es la cabeza de playa a través de la cual se pretende ingresar la batería del progresismo para conseguir finalmente despenalizar esta práctica social. Por lo que es correcto –desde una perspectiva estratégica– negarse de plano a discutir, erigiendo un atalaya gigante e inespecífico "pro vida" con la que es muy fácil comulgar.

¿Por qué? y ¿cómo asaltar ese atalaya? debieran ser las preguntas a continuación entre quienes están (estamos) a favor de despenalizar el aborto.



El apego a las escrituras.


Para todos en Chile el aborto es un pecado, y causa de vergüenza y dolor culposo (no irrecuperable) para las mujeres que se lo han practicado. No obstante, si a cada uno de los chilenos y chilenas se le preguntase si cree que una mujer que se lo practica merece la cárcel, estoy seguro que la mayoría diría que la medida es exagerada y un despropósito. Pero, así está la legislación, si no me equivoco.

Esta inconsistencia entre la condena levítica al aborto y la piedad mariana hacia la mujer que se lo practica es –en mi manera de ver– un rasgo de nuestra cultura católica. Sin embargo, la balanza se inclina hacia la primera dado que esa es la visión que impera en la curia eclesiástica.

De este modo la inexpugnable bandera pro vida cubre todo el horizonte de nuestras pulsiones religiosas, dejando muy poco espacio para otros sentimientos cristianos de compasión. De tal modo no es casual mi alegoría a la Biblia, escrita e interpretada por hombres, que es donde se sustenta el fundamento final de quienes dan esta batalla del lado de la Iglesia (también dirigida por hombres), versus la religiosidad femenina de la Virgen tan propia como para combatir el desamparo.

En definitiva, el éxito del atalaya está en que se cimienta en la palabra escrita, palabra de Dios.

La Constitución también está escrita, y en su artículo 19 protege "la vida del que está por nacer", por lo que aquella frase, en un país cuyos ciudadanos venden y compran la ley en la calle, termina siendo otro pilar del atalaya. En simple, el aborto es anticonstitucional. No hay nada que hacer. No hay nada que discutir.

Más allá de que no sé por qué se interpreta la defensa de la vida del que está por nacer unívocamente como una prohibición del aborto (el que está por nacer también merece condiciones sociales, económicas y afectivas adecuadas, y para esto es necesario antes que la procreación misma, asegurárselas a las mujeres, entre otras el acceso expedito a la anticoncepción, en todas sus formas), el problema estriba en que hemos aceptado la "intangibilidad" de ese cuerpo legal y su legitimidad. Así, el argumento constitucional es una última ratio inapelable que hace todo esfuerzo por debatir, inútil. Para qué, si la solución al problema está escrita.


La necesidad de un asedio y un asalto.

En mi manera de ver, la causa del aborto es débil porque no muestra osadía ni claridad (es hipócrita, hasta diría), y en vez de decidirse a asediar el atalaya y asaltarlo, opta por introducir un caballo de troya (el aborto terapéutico) que nunca va a ser aceptado. En suma, creo, la batalla debería plantearse en otros términos, esta vez grandilocuentes: la separación (de una vez por todas) de la Iglesia Católica y el Estado, la secularización de la sociedad chilena y la reforma a la Constitución del 80, y de ahí vemos qué hacemos con el aborto.

De este modo será posible vencer el miedo (y ser excomulgado de la sociedad, verse con un gorro de capirote chantado en la cabeza y ser objeto de un auto de fe purgativo, recibiendo verdura podrida en el rostro), tal como lo vencieron quienes se aburrieron de discutir acerca del color de los ojos de los ángeles, para negar su existencia y causar un sisma.

En fin. No queda otra. Son los riesgos de vivir en Chilistán, como bautizara un amigo a este país, en la búsqueda de una alegoría con países centroasiáticos secuestrados por fanáticos.

martes, 17 de marzo de 2009

sebastián piñera: claves de una entrevista








gesto típico y autoritario, al parecer desterrado


Anoche vi una entrevista extensa al candidato de la derecha en el programa Cadena Nacional, de la que creo es posible extraer algunas pistas acerca del modus operandi de su campaña y tratar de ver cómo eso afecta sus pretensiones presidenciales.

Primero.
El tipo se mostró inusitadamente relajado, muy lejano de otras ocasiones en que lo vi lleno de tics, manías y enumeraciones con los dedos. A pesar del tono distendido del programa, creo que su nueva actitud responde a un trabajo consciente para humanizar su rictus y sacarlo de la imagen de un empresario estresado y pedante. Por primera vez lo vi reirse de una manera no estudiada, claro que había un motivo poderoso, se hablaba del fallido intento de derribe del puente de Bitar, con toda la prensa presente.

Seguramente en su comando agarraron el video de Kramer y lo analizaron en detalle para podar todo lo que se presta para el ridículo del candidato. Esto, sumado a la versión 2.0 de Frei, habla de un nuevo quehacer en política, que seguro se liga a las artes histriónicas. Atención amigos actores, puede haber pega por esos pagos.

Punto para Piñera.

Segundo. En mi parecer Piñera está logrando tocar la fibra de malestar de la mayoría por los infinitos errores y algunos horrores de la Concertación, y consigue hacer ver al bloque oficialista como un cuerpo cansado, que cumplió una etapa, mientras que por su parte destila un entusiasmo más natural, menos compuesto. Si bien esta es una estrategia antigüa, me parece que hoy es más convincente.

Otro punto.

Tercero. Tiene respuesta para toda encricijada en que pueda ser sometido. Franzani, que no me parece un mal entrevistador político, trató de complicarlo con varios temas, sin embargo, en lo concreto Piñera contestó todo y no dijo nada que no haya ido a decir. En tal sentido, el candidato de la derecha ha desarrollado una estrategia implacable. No sólo se ha puesto en todos los escenarios de preguntas posibles, sino que también –como es sabido– ablanda a los entrevistadores y los medios, obligándolos a ciertos condicionamientos que conjuran toda posibilidad de encerrona. Por eso es que Piñera no va a TVN.

Van tres.

Cuarto. Pese a todo, Piñera tiene flancos muy débiles que pudieron ser mejor explotados y que en adelante le van a traer costos. Por ejemplo, Franzani estuvo cerca de pillarlo con la inconsistencia de ser hincha de la UC y dueño de Colo Colo, pero se le escabulló. Prácticamente dijo que había sido colocolino desde niño sin saberlo, que amó al club el año 1991 cuando salió campeón de la Libertadores y pavimentó hacia su casa un eventual truinfo albo en esta edición de la copa. No obstante, en este punto, el tipo se derrumbaría si se le asociara este aprovechamiento cazurro al episodio en que se da vuelta la chaqueta y pasa de la Concertación a la derecha por un cupo en el Senado, en 1989. También faltó el antecedente de que Piñera se hizo socio de Wandereres y hasta le ofreció plata al loro de mascota cuando iba a ser candidato a senador por Valparaíso, y cuando fue bajado por Lavín se deshizo de todos sus compromisos. ¿Qué confianza puede uno tener con un tipo que instrumentaliza así sus afectos?

Medio punto en contra.














la temeridad es un punto débil



Quinto.
Malas y sibilinas ideas para el país. En la entrevista Piñera mencionó su posición frente al voto de chilenos en el extranjero, diciendo que estaba de acuerdo si y sólo si éstos tenían un compromiso con Chile, es decir, que tomen una vez al menos en 5 ó 10 años aviones Lan y vengan a comer empanadas y chicha en cacho. No pues. La nacionalidad es un derecho y nadie puede exigirle pruebas de fe. Además, existen miles de maneras de estar vinculado con Chile a través de internet, por lo que no es necesario tener plata para viajar (¡el turismo como fuente de legitimidad de los derechos cívicos!) y demostrarlo (algo que no debería ni plantearse por principios jurídicos en torno a la igualdad de los chilenos). O sea, creo que basta con que un chileno quiera votar, para comprobar que hay un compromiso con el país, es tautológico. Además, Piñera supone que quienes vivimos acá sí estamos unidos afectivamente al proceso político, lo que es desdicho por todas las cifras de participación ciudadana.

Otra pésima idea: cambiar los criterios de asignación de los fondos para las artes a través de elecciones ciudadanas para elegir qué tipo de cultura queremos (una más nacional, dijo textual)... Por favor, me voy de Chile al otro día en que La Noche se gane el fondo para la música, que la cartelera teatral se llene de obras de Moulian o en el cine abunden películas costumbristas. Eso no es democratización. Eso es una falta de respeto y un desconocimiento total de los procesos de creación artística, que requieren de la misma seriedad de trato que otras materias de política pública. Las artes no pueden estar sometidas a ninguna especie de rating, porque sino se transforman en bufonerías inclasificables. Es tan absurdo como someter a escrutinio ciudadano si es que el Banco Central debe bajar o subir la tasa de interés o si el Ejército debe comprar tanques o helicópteros.

En definitiva, es débil y caricaturizable su posición: un monoriél para Springfield, el Mapocho navegable y una cultura elegida por y para el pueblo (que vuelvan las peleas de gallos y el circo romano, entonces).

Punto en contra.

Sexto. ¿A alguien se le ha ocurrido preguntarle a Cecilia Morel por las socarronerías de su marido cuando se refiere a las mujeres? en el programa Piñera, aquí te las traigo piter, hablaba con total desparpajo de la belleza de las mujeres en la fiesta de la vendimia, cual baco en una bacanal. A mí me da igual, y no soy de aquellos que creen que ser político lleva implícito el sello de la virtud sexual (considero mil veces más ético al libertino Allende que al casto Guzmán), pero qué pensará su mujer. Lo digo porque en la intervención de Miguel Piñera en la entrevista, a su hermano no se le ocurrió nada mejor que felicitarlo por la belleza de sus pololas, y cuando éste algo dijo, el candidato retrucó algo así como "Miguel, no cuentes plata delante de los pobres". What? ¿O sea que para Piñera, su mujer (una mujer madura pero guapa y con talentos propios) es una especie de sopa de cochayuyo?

Punto en contra.

domingo, 15 de marzo de 2009

Bienvenidos

Este blog es para comentar asuntos públicos de interés. Una versión apolínea de japines, podría decirse.

A ver si resulta
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