domingo, 1 de noviembre de 2009

Vial: Obituario de un intragable

Me entero que ha muerto Gonzalo Vial Correa. “El gran historiador chileno del Siglo XX” (sic)” según La Segunda. La parte más visible de su producción literaria - aquella al menos por la que era conocido - consistía en una columna publicada puntualmente cada martes en La Segunda. Rara vez me animé a emprender su lectura, y si alguna vez lo hice, dudo haber podido terminarla. Lo que a mi me gusta de ese pasquín infesto -mi placer culpable- es el Top secret y el veneno de su sección política.

Con Vial me bastaba con leer el título para saber cuales eran sus obsesiones de esa semana, y por extensión, las de la elite ultraconservadora chilena. Algunos ejemplos de los últimos tres meses: “El “progresista” divorcio en la vida real”, “Monumento a Jaime Guzmán”, “¿Iglesia devaluada?”, “Los dos problemas mapuches”, “Efemérides septembrinas del Siglo XX”, “La píldora y la ira progresista”, “González Videla y los comunistas” (¿se va entendiendo la idea?) – y mi favorita: “El miedo no siempre es malo”.

Aunque su tema preferido era sin duda la educación, área en la que había sido ungido como “experto”. Después de todo el hombre fue Ministro de Educación de la dictadura, toda una prueba de excelencia. Habiendo sido uno de los responsables de dejar la educación publica sumida en un charco de mierda, el Educador Vial tenía el tupé de espantarse, semana tras semana, por la mala calidad de la educación actual.

A diferencia de Hermógenes (aká; Hermojoncito), otro columnista emblemático de la extrema derecha chilena criolla, la pluma de Vial era sosa y carente de chispa y el desparpajo desacomplejado del primero. Sus reflexiones no sorprendían, su tono era el de una señora amargada e histérica a punto de necesitar sales para pasar un bochorno,

Siempre me llamo la atención, eso sí, lo extenso de sus textos. No conozco a otro columnista que contara con una plana completa de un diario para divagar semana tras semana (quizá Jorge Edwards, otro latero). Tengo incluso la impresión de que su página venia en letra mas pequeña, para permitir la adecuada compaginación de sus diatribas interminables.

Al pensarlo un poco, creo que Vial cumplía un rol importante para la extrema derecha aristocrática chilena. Su misión era la de intentar reescribir la historia. Construir y dejar a disposición de los archivistas una versión de la historia que alivianase sus culpas. Y lo hizo sin sutilezas.


Tras haber participado de la Comisión Rettig (en esa suerte de curioso empate moral que caracterizó nuestra transición), el Gran Historiador de Chile fue acusado de haber falsificado datos y escondido testimonios con el objetivo de reducir el número de crímenes consignados por el informe. Pero esa no era su primera manipulación de la historia. Ni la más grave.

Veinte años antes, el Gran Historiador del siglo XX había sido el autor –anónimo– del “Libro Blanco del Cambio de Gobierno”, cuya principal joyita fue la invención del tristemente celebre Plan Z, que busco dar sustento histórico al golpe y las violaciones a los derechos humanos bajo la premisa de la confabulación criminal allendista para eliminar a sus oponentes.


A diferencia de Mónica Madariaga, Vial no vivía en una burbuja, ni vociferó de manera tardía su crítica hacia esos tiempos obscuros. El fue capaz de reconocer desde su formación en historia y en teoría jurídica los abusos –y se dice que bastante temprano- y sin embargo dedicar su vida a matizarlos y diluirlos históricamente.

Gonzalo Vial Correa no era un historiador particularmente respetado por sus pares. Durante su detención en Londres en 1998 (y mientras el candidato oficial de la Concertación y el Secretario General de la OEA hacían todos los esfuerzos posibles por traerlo de vuelta), Pinochet envió su “Carta a los Chilenos”. y de manera concertada nuestro historiador publicaba en La Segunda en fascículos (nunca más apropiado el nombre), una Historia de Chile ( 1967 – 1973) que buscaba básicamente alinear el burdo intento de auto exculpación personal del dictador con una lectura mañosa de la historia que permitiera una auto exculpación masiva, histórica, de los responsables. En reacción, un grupo de Historiadores destacados presentaron un “Manifiesto de Historiadores” que genero la adhesión extendida del gremio y un importante debate nacional e internacional.

En el panteón de los grandes -los Amunátegui, los Barros Arana, los Vicuña Mackenna, los Góngora- Gonzalo Vial posiblemente ocupara un nicho menor, junto a Frías Valenzuela y –quizá- Sergio Villalobos (que le debe a Vial no ser el historiador más reaccionario de Chile).

Ojalá que la Segunda usara esa página para ampliar el top secret. Pero me temo que nos van a bombardear con fascículos de la Historia de Chile –que para nuestra desgracia– alcanzó a dejar terminada antes de morir.








Por FC (ver biografía totalmente inédita)


PD: Otros obituarios en preparación:

  • Pablo Rodríguez Grez: el jurisconsulto de la Republica
  • Benjamín Mackenna (Los Quincheros): un canto de lucha y libertad.
  • Padre Luis Eugenio Silva: el curita de los pobres.

41 comentarios:

  1. Increíble texto. Impresionante. Asombrosa incapacidad de quién lo escribió de mirar siquiera un centímetro más allá de sus narices. No hay que estar de acuerdo en todo con Gonzalo Vial para saber reconocer sus méritos, que son evidentes. Supongo que internet permite este tipo de cosas: que cualquier tipo pueda denigrar a un fallecido por el sólo hecho de no compartir (¿tolerar?) sus ideas, sin haber estudiado ni escrito ni pensado ni el 0,01% de lo que estudió, escribió y pensó el difunto. Aunque sé que no me va a escuchar, se lo digo igual: un poco más de respeto. Está bien que no esté de acuerdo con Vial, pero en nada contribuye insultar a los que no piensan como usted, sobre todo si ya no están. Saludos atentos.

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  2. Fabulosa necrología de Vial, cuando leí la Segunda el jueves quedé atragantado con el título de "el gran historiador del siglo xx" que le atribuyeron, conociendo el perverso favor de sus columnas para con la historiografía chilena. Ahora he recuperado el aliento gracias a este artículo. Felicito a FC no sólo por atreverse a hablar mal de los muertos cuando estando vivos fueron unos personajes deplorables, sino además por la finura de su pluma; pocos cultivan una escritura que lleve a cabo un análisis informado, insolente con las verdades oficiales, y sobre todo con el humor, la ironía y la doble lectura que propone (que queda magníficamente plasmado en su autobiografía). Perdóneme el ofendido Sr. Esteban, pero Vial fue un falsificador de la historia, y de manera consciente. Fue un intelectual mercenario al servicio de la dictadura. En algunos países desarrollados se le habría condenado hace muchísimo tiempo por negacionista e instigador del odio político, acaso no por cómplice de genocidio. Vial tenía las manos (al menos el pulgar y el índice con que sostenía el lápiz) manchadas con sangre. Sí señor, al pan pan y al vino vino.

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  3. Estimado Esteban:

    Agradezco tu comentario, pero también defiendo el derecho de FC de manifestar críticas, tanto al comportamiento político como a la pretendida calidad académica de Vial, por muy recién muerto esté el historiador.

    En cuanto a lo político, los argumentos son claros y hasta inobjetables. Vial fue un apologeta de una dictadura que no admite remilgos para referirse a ella. Por lo mismo, defenderla y del modo en que Vial lo hizo –dando argumentos para dar rienda suelta a una represión criminal– merece un reproche mayúsculo, el que no tiene por qué esperar un funeral.

    En cuánto a lo académico, la obra de Vial es tendenciosa y mal investigada, además de motivada por criterios panfletarios. Podríamos decir incluso, que Vial fue un polemista y un apologeta, antes que un historiador, de quien se exige cierta mesura y ponderación, o al menos, que no omita la evidencia que desdice sus tesis, cosa que no sucede con de quién hablamos.

    ¿Cuál fue el gran aporte al conocimiento histórico de Vial? ¿Qué idea de él ha pasado a ser parte de la economía de argumentos de lecturas del pasado?

    Y eso no implica que la derecha no haya tenido grandes intelectuales. Eyzaguirre y Góngora, sin ir más lejos lo fueron, pero me temo que Vial no les llega ni a los talones.

    Por último, en el último ámbito al que se refiere la nota –la Educación– y para graficar, no se me ocurre mejor arquetipo que Vial para describir lo pésimo que se ha enseñado historia en Chile, siendo quizá el ramo peor diseñado del currículum: desde la autoridad, reverenciando a pretendidos héroes casi siempre militares, memorizando una serie de datos inarticulados ex profeso para no admitir ninguna otra interpretación que la oficial, y finalmente –y no por eso menor– fome, fome, fome, fome (intragable, como se titula la nota).

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  4. Esteban. El asunto no es tolerar, insultar ni denigrar: es legitimar o no hacerlo. Yo no lo legitimo. Digo que fue autor de la mayor falsificacion historica del Chile contemporaneo: el plan zeta. Digo que falsifico datos de la comision Rettig para reducir el numero de casos reconocidos. Digo que llevo el pandero en el intento de la dictadura de rescribir la historia. Digo que era ultraconservador y tenia mala prosa. Puede agradarte o no, pero creo que es verdad y tengo derecho a decirlo.
    En Chile los muertos son todos santos (y algunos tienen derecho a cuatro paginas de obituario en el Mercurio, gomo GV ayer), por lo que no es malo que alguien diga verdades cuando esas personas aun estan en el foco de la noticia.
    Respecto de mi curriculum de publicaciones, estudios y pensamientos, no prejuzgues,ni creas en la biografia del Citizen: es en chunga.
    atte

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  5. Digámoslo de una vez: él, al igual que Madariaga, es un muerto de mierda.

    No puede ser que desde la justicia y desde la historia se enmascare sistemáticamente la realidad, se contribuya a intentar una ficción de los ganadores y la relativización de los abusos.

    Esa gente, que ha existido siempre, y casi siempre ha tenido grandes monumentos que exalten sus cualidades, esa gente que nutre el patrioterismo y maltrata el diálogo porque niega al otro, esa gente cuya tumba se llena sin embargo de flores, esa gente merece cada uno de los gusanos que hoy los roen.

    Habrá que preguntar qué habrán hecho los pobres gusanos, eso sí.

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  6. Esteban, menos mal existe internet para mirar más allá… más allá de lo que Gonzalo Vial y sus seguidores han querido mostrar en forma “seria”. Si tiene el sesgo [como Cristián Zegers - ex editor de LS] de no mirar más allá de lo que la minoría que GV y CZ representan, está claro que es usted el incapaz que no ha estudiado ni el 0,01% la Historia de Chile vista por una amplia masa de colegas del difunto.

    No solo FC lo ha escuchado y ha respondido a su pataleta, otros también lo hemos hecho. Su clemencia de respeto por el difunto (que puede tener mucho asidero para usted) me parece que se perdió en vida, omitiendo la verdad a muchos vivos que nunca vieron ese respeto en sus difuntos. La falsificación y omisión de información es, a mi parecer, un insulto superlativo respecto a la crónica de FC que muestra de forma antagónica a las lateras columnas de Vial, una visión distinta al cuasi-monopolio de medios escritos y televisivos en manos de la derecha.

    Finalmente usted pide respeto por los que no están, pero es más sensato mostrar con hechos las palabras que visceralmente escribió. Creo que todos los muertos y las personas merecen ser respetadas, pero me parece más beneficioso el respeto a los vivos condenados al sufrimiento de megalomaniacos genocidas amparados por una tropa de marionetas historiadores de la verdad de pocos.

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  7. FE DE ERRATAS.

    Último párrafo

    Donde dice:
    "...condenados al sufrimiento de megalomaniacos genocidas..."

    Debe decir:
    "...condenados al sufrimiento provocado por megalomaniacos genocidas..."

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  8. Estimados, no creo que tenga mucho sentido contestar la panoplia de insultos y descalificaciones que han desplegado. Sería un poco largo, además de ocioso, pues me temo que están un tanto cegados. Me limitaré a decir solamente que Vial realizó un trabajo historiográfico de calidad: lo dice alguien que no estaba siempre de acuerdo con él. Fue honesto, quizás el primero en criticar por dentro el gobierno de Pinochet, y enfrentarse a Contreras; trabajó en el informe Rettig con una acuciosidad que ya se la quisiera cualquiera; hace años venía advirtiendo del esperpento educativo que nos ha ofrecido la Concertación (y, como ya veo venir la objeción, él era el primer autocrítico de su gestión como ministro). Ahora bien, claro que tenía una posición, ¿qué historiador no la tiene? Pero el hecho que no sea la de ustedes no los autoriza a descalificarlo como lo hacen. Puede que no les guste su prosa (que yo encuentro muy buena), pero su Historia de Chile es un trabajo ineludible -aunque sea para disentir. Bueno, los dejo. Espero que algún día puedan ver que aún en el adversario, en el que piensa distinto, hay cosas valiosas por descubrir más allá del insulto fácil y la descalificación barata. Saludos atentos.

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  9. Estimado:

    Creo que este espacio es adecuado para discutir, sin caer en descalificaciones. Ahora, la ironía es otra cosa y acá tiene todas las visas y credenciales.

    Confieso que no conozco en profundidad el trabajo de Vial, pero estudié historia, y en todos los años de formación nunca llegó a mi una noticia si quiera de la importancia del pensamiento de Vial, y eso que estudié en la UC.

    Tampoco sé de la historia íntima del dictadura, pero sé que no faltan los detractores ex post de Contreras, lo que además no garantiza idoneidad ni integridad moral. Un ejemplo; Jaime Guzmán, quien también aseguró que trató de frenar al Mamo.

    De que Vial fue acucioso en el Informe Rettig, lo fue. Es más, fue una membrana tan potente que evitó entre otras cosas incluir la tortura, el exilio y la exoneración en esa edición, debiendo el país esperar 15 años para conocer esas atrocidades que Vial calló y acalló.

    Espero honestamente que me ilustres qué tan buen historiador fue Vial, porque –de verdad y sin ironía– desconozco sus ideas claves para interpretar el pasado.

    Saludos

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  10. Esteban,

    La “crítica” de FC a Vial no es exclusivamente ideológica ni se debe a que el tipo no pensara como él. De hecho, si la lees con atención, habla de los méritos de Mario Góngora, otro historiador que probablemente no comparta muchas de las ideas de FC ni de otra gente del amplio y calificado staff del Citizen. Los reparos a Vial están argumentados y en vez de dar por hecho que el comentario viene del prejuicio podrías encargarte de ellos y rebatir lo que no te parezca correcto. No tienes por qué asumir que nadie te va a escuchar. Por algo escribiste tu comentario y por algo ha motivado las respuestas de otros.

    Una cosa más, a raíz de tu respuesta: Me resulta curioso cómo cada vez que alguien ligado a Pinochet muere, resulta que fue “el primero” en criticar al régimen “desde adentro”, “el primero” en enfrentarse a Contreras, y que en el fondo su conducta pública era una pantomima para ocultar su ayuda a los enemigos políticos de Pin8. Ejemplos abundan: Guzmán, Madariaga y ahora Vial. Todos fueron generales después de la batalla, todos hicieron públicas sus críticas después que era seguro criticar y todos tomaron distancia cuando el fiambre comenzó a despedir olores.

    Sobre el comentario de Fan, quisiera mencionar algo. No es de país “desarrollado” meter preso o multar a gente por sus opiniones “negacionistas”, neologismo horrible que desgraciadamente se ha hecho popular en Europa. De hecho, ese tipo de medidas son propias de país bananero y represor, con democracias débiles o líderes endebles que prefieren conjurar fantasmas antes que hacerse cargo de problemas serios. Vial puede haber sido un desastre como historiador o intelectual (personalmente, lo único que he leído de él son sus columnas en La Segunda y no puedo estar más de acuerdo con FC) pero sus opiniones se combaten desenmascarándolas, no censurándolas como el gobierno que apoyó.

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  11. Esteban, tu aludiste a mi (el autor) y al medio (el Citizen) en tu mensaje. No me parece que ni el editor, ni yo, estemos desplegando una panoplia de insultos ni descalificaciones en contra tuya. Diste argumentos, dimos los nuestros. Respetuosamente. Creo que los nuestros estan mejor fundamentados en hechos que los tuyos, pero eso puede discutirse. En todo caso, en algo tienes razon: como objeto de disenso, la obra de GV es ineludible.
    Atte
    FC

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  12. Esteban, este intercambio de ideas niega el ocio del que dices que existiría. He escrito muchas veces al director de El Mercurio y La Segunda (y a sus ex directores también) y nunca aparecieron mis apreciaciones de muchos artículos y su línea editorial. Aprovecha este espacio para jugar con diferentes “camisetas”. Ábrete al debate; para la censura y la soberbia de decir quienes tienen la razón, ya que cualquiera como nosotros no ven esa acuciosidad que dices que tuvo Vial respecto al Informe Rettig. La única panoplia evidente en este caso, fue la usada por el gobierno de Pinochet y sus seguidores para evitar el conocimiento de la verdad. La pluma de FC es un arma inofensiva que hiere a quien lee -por VOLUNTAD PROPIA- y se siente herido…

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  13. Esteban, has sido interpealdo, en vez de llorar responde:

    1. ¿Cuál es el aporte historiografico de Vial?
    2. ¿Cómo respondes a las acusaciones de manipular la historia, a conciencia y con intención, o lisa y llanamente inventar documentos? Algunos de los cuales sirvieron de respaldo y legitimiador de políticas estatales de genocidio y tortura.
    3. ¿Por qué fue Vial, y no otro historiador sin prontuario, tuvo el "privilegio" de construir la historia oficial de la historia reciente a través del informe Rettig?


    Muchos de nosotros estudiamos historia con el currículum que él ideó y /o con sus textos escolares (ed.santillana)Esa historia era chauvinista, elitista, autoritaria y pechoña, además de racista y clasista. Por favor, dime dónde esta el aporte. Sus últimos años gozó de un espacio privilegiado gracias a su amistad con Zegers en la que se dedico a vociferar porque la ley de divorcio era la culpable de todos los males sociales y a despotrincar contra políticas educativas que se sostenían en las bases que él legitimó e impulsó siendo ministro de educación.


    Bueno, fuera de eso les cuento que sé de buena fuente que a la Ministra de Educación se le ocurrió proponerlo a él como premio nacional de historia (premio por el que este lamesuelas de dictador se desvivía. Menos mal que el resto de la Comisión si sabía de historia e historiografía, y algo de ética.

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  14. FC, no estoy de acuerdo con tu referencia a Villalobos. Si bien el tipo esta hecho un viejo de mierda (esteban, ese sí es un insulto), el tipo no es Vial. A mi entender la historiografía chilena, y la historia escolar (la que a nadie le importa, pero que es la única que tiene alguna influencia social)le deben harto en orden a ampliar actores, temáticas, fuentes, y por sobre todo sentido ( fue uno de los primeros por bogar por una historia que se centrara en procesos, no en datos, que hablara a la inteligencia y no a la memoria).

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  15. Comparto la opinión de Renato sobre Villalobos, pero hay que notar que el gran aporte de este historiador –muy en síntesis– fue traer a Chile la teoría de los annales en los '80 y '90 (procesos v/s hitos, actores sociales v/s héroes, etc), cuando ésta ya estaba por sus bodas de oro (50 años de creada) en otras latitudes. O sea algo no demasiado original como para tener que aguantar sin chistar sus últimos berrinches seniles.

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  16. Renato, buen punto el de Villalobos. Tienes razon, es exagerado meterlo en el mismo saco. Por eso el "quiza" en mi texto, que en efecto es confuso. El tiene peso propio y aciertos (se los debe a Braudel). Aunque tambien una vision extremadamente reaccionaria de la "Nacion chilena" que ha ido radicalizando en los ultimos anos , y que me irrita sobremanera.

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  17. La "iztoría" es lo de menos, mis instruidos nenes. Por eso prefiero a los poetas, como Ramón de Campoamor:

    Y es que en este mundo traidor,
    nada es verdad ni nada es mentira
    todo es según el cristal con que se mira

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  18. GB, sobre lo del negacionismo creo que ambos debemos revisar nuestros comentarios. El delito de negacionismo surgió en Europa (y no en países bananeros) en los 60' (si no me equivoco) ante la evidencia de que 20 años después del genocidio nazi había sectores importantes, y letrados, de las sociedades europeas que ponían en duda (como hace Irán actualmente) la existencia misma de dicha barbarie, que repetían a diestra y siniestra que aquello había sido un invento aliado (y las imágenes y películas de la época meros montajes; algunas lo eran efectivamente) para ensalzar la altura moral de los vencedores. Las posturas más extremas sostenían (y sostienen aún) que aquello era una invención del judaísmo internacional para fortalecer posiciones y legitimidad en Europa y EEUU. La preocupación ahí fue que sociedades que niegan su historia, y en particular episodios contemporáneos de tamaña demencia colectiva, están condenadas a repetirla. En aras del bien común, leído desde el imaginario Bretton-Woods sin lugar a duda, se prohibió defender la idea de que el genocidio nunca existió o que no tuvo las dimensiones medidas en millones de asesinados, en hornos crematorios, en trabajos forzados y campos de concentración y de muerte, que conocemos. Una persona que niega públicamente ese episodio de la historia, en Europa, se arriesga a multas, exoneración laboral, expulsión del territorio si es extranjero, u otras condenas. Si en lugar de negar el genocidio lo reivindica, puede ser condenado, penalmente, por incitación al odio racial. Puedo concordar contigo, si es esa tu reflexión, que aquello tiene un lado deplorable que es la censura, la coacción hacia la libertad de pensamiento y de expresión. Hay casos en que historiadores o pensadores -más por su filiación proto-nazi que por el contenido mismo de sus escritos- han sido condenados, por ejemplo, por estudiar y reconocer aspectos del nazismo como su eficacia económica u organizacional. Es decir, el delito de negacionismo tal como se aplica impone la idea de que el período de la Alemania nazi sólo puede ser estudiado para confirmar su deriva criminal, xenófoba y demencial. A la larga es un dilema enorme: ¿es legítimo o no limitar la libertad de pensamiento para intentar asegurar que las sociedades no repitan episodios como el nazismo? ¿es eficaz como método?
    Personalmente, creo -de manera muy conservadora- que sí se debe condenar aquello que se ha dado en denominar negacionismo, que hay ciertos parámetros de la convivencia colectiva que deben protegerse. El problema es quién nos asegura que aquello se haga de manera ecuánime. A veces se termina por instalar verdades oficiales que distan mucho de la verdad. Por ejemplo, Europa apenas está reconociendo su papel genocida en el esclavismo aficano. O, por su calidad de víctimas de la historia, las condenas internacionales hacia Israel, que comete diariamente aberraciones dignas de los nazis en contra de los palestinos, son muy cuidadosas en no homologar a ambos actores. Alguien dijo que los nazis dejaron tan alta la vara graduada en millones de muertes que no se puede aplicar la mensura del genocidio para otros casos medidos en miles de personas. Luego, casos como Ruanda, si no se tratara de países tercermundistas no habrían sido calificados de genocidio. Y la pregunta es cuántos muertos se necesitan para delinear un genocidio. No soy negacionista del negacionismo, no niego esas cuestiones.

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  19. Pero volviendo al difunto que nos reúne en este templo del saber, creo que Chile ha sorteado en parte la negación de su historia reciente por otros medios más deseables que la tipificación de un delito de mentira histórica, como es la exposición de las verdades y, más limitadamente, la condena de los genocidas nacionales. El desarrollo tecnológico ha jugado a favor (acceso a material audiovisual, televisión, internet), pero hay detrás voluntades políticas y voluntarismos de determinados actores por que así suceda. Así y todo, hay mucha verdad oculta, muchos asesinos sueltos, y muchos personajes públicos cómplices de la dictadura -historiadores, artistas, parlamentarios, presidentes de partidos, alcaldes, empresarios- que por lo mismo han salvado libres de polvo y paja. Vial fue uno de ellos: él ayudó desde la trinchera intelectual, a crear un marco de legitimación de los crímenes de la dictadura, y más tarde a negar su producto. A mi parecer, gran parte de su producción intelectual, y sus columnas en La Segunda en primera fila, debieron prohibirse por atentar intencionadamente en contra de la verdad, por ayudar a negar los hechos de la dictadura, por contribuir a la impunidad de los criminales, y por poner en riesgo el conocimiento que las nuevas generación tengan y tendrán de lo que pasó en Chile. Es una cuestión plenamente política. Valoro, obviamente, la solución intelectual como fue el Manifiesto de Historiadores o, modestamente, el debate que tiene lugar en este blog. Pero creo que no basta para evitar que la historia se repita.

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  20. ¿Cómo se explica que en países con leyes restrictivas como Francia el Frente Nacional lleve décadas obteniendo votaciones cercanas al 15 por ciento y hasta tenga eurodiputados? ¿Cómo se explica lo que pasa en otros países europeos con movimientos similares? Por otro lado, en un país como EE.UU, al que tanto se critica por su sistema político, me parece que al menos en esta área tiene mucho que enseñarle a Europa (y a países como Chilistán). La primera enmienda deja hablar y publicar a esta gente todo lo que quiere y sin embargo siguen siendo grupos marginales, personajes sin influencia y organizaciones tan ineficaces que están más preocupadas de destruirse entre sí o de conspiraciones paranoicas que de divulgar su mensaje. En EE.UU incluso puedes donar plata deducible de impuestos a un instituto que se dedica a negar el holocausto. Nadie los conoce y a nadie le importa, pese a que su situación es más ventajosa para divulgar sus ideas que sus símiles europeos. Lo mismo ocurre con las publicaciones de esta índole. Ningún diario las comenta y ninguna librería las vende. Si las quieres, las compras

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  21. Fan,

    Gracias por tu respuesta. Nunca dije que el negacionismo proviniera de países bananeros. Créeme que conozco su historia. Lo que dije es que es propio de países bananeros, que prefieren tipificar las opiniones ofensivas como crimen en vez de hacerse cargo del problema. Que, por ejemplo, recientemente hayan condenado a la cárcel a tres tipos en España por publicar libros ofensivos (y los volúmenes, por cierto, van a ser destruidos), no me parece un acto para preservar ninguna garantía democrática, sino una reacción histérica con un doble estándar notorio. Tal como dices, si esas mismas sociedades que condenan selectivamente los delitos de opinión no se hacen cargo de sus propios genocidios me parece que el fin de perseguir a grupos políticos marginales es transparente: crear chivos expiatorios y compararse con lo que se considera más abyecto de su entorno para afirmar tu propia legitimidad. El problema es que, al menos para mí, cuando metes preso o multas a alguien por una opinión ofensiva, dejas de ser legítimo. En sociedades donde votan adultos, creo que hay que forzosamente confiar en su criterio para dilucidar qué es bueno, malo, verdadero, falso, etc. De lo contrario, lo que tienes es una democracia tutelada o por lo menos aún más tutelada de lo que ya son las democracias.

    En el caso de Chile, la impunidad de criminales políticos no se debe a una falta de leyes contra el negacionismo (que presuntamente castigarían a gente con opiniones como las de Vial o Hermógenes Pérez de Arce) las que, como ya he dicho, me parecen tan innecesarias como hipócritas. Lo que ha faltado es voluntad política para aplicar las leyes que ya existen para castigar a los culpables de delitos palpables. Es decir asesinos, torturadores, represores, ladrones. Por lo demás, si castigamos las opiniones falsas, ¿a dónde hay que parar? ¿En los ufólogos? ¿Los astrólogos, los médiums y las gitanas que leen la suerte? ¿Las organizaciones religiosas que más encima no pagan todos los impuestos que debieran? Probablemente alguien podrá decir que estos últimos no atentan contra la democracia, pero al menos yo pienso que las opiniones por sí solas no son las que hacen peligrar a un gobierno. Lo mismo ocurre con los juicios ofensivos. ¿Quién dice que una opinión es más ofensiva que la otra? ¿Acaso hay que censurar por ofensivas otras cosas (que ofenden a otros grupos) como La Última Tentación de Cristo, el pene gigante de Machalí, la casa de vidrio, el Simón Bolivar con tetas o esa obra de teatro de hace unos años en que, según recuerdo, se insinuaba que Arturo Prat era homosexual?

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  22. (continúo, el otro mensaje se me cortó)

    Si las quieres, las compras directamente o a través de su pagina de Internet. Lo que no es necesario es meterlos en un calabozo, quitarles años de vida útil y destruir sus libros. Que ideas como la falsedad del holocausto no tengan tracción en sociedades occidentales (pero sí en algunas musulmanas) es un indicio de su racionalidad. La racionalidad no la defiendes ocultando lo irracional, sino exponiéndolo como, por ejemplo, lo que hace Richard Dawkins.

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  23. Creo que la linea es sutil: comparto tu reflexión pero yo no hablo de opiniones ofensivas sino de negación de hechos históricos recientes y de incitación al odio que tienen consecuencias dramáticas en la sociedad. Por ejemplo, los ideólogos del FN francés, que lo hicieron crecer al punto de hacer pasar a su candidato presidencial a balotage la década pasada, son, precisamente, los intelectuales negacionistas. Muchos han sido condenados pero igual difunden su falseamiento de la historia y el odio hacia los árabes, los negros, los asiáticos, y eventualmente hacia los sudamericanos. Hay un vínculo directo entre violencia racial (o política en el caso chileno) y sus apologetas letrados. Si no trazamos esa línea sutil, que permita acordar los bordes de la libertad de expresión, no podríamos tener por ejemplo leyes (en Chile las tenemos a pesar de lo retrógrados que somos) que condenen la discriminación contra los homosexuales. Creo en el derecho a expresarse libremente pero creo que las leyes y la justicia, no obstante ser una institución coercitiva, juegan un rol necesario para proteger el bien colectivo, en este caso para frenar el desarrollo de grupos apologetas del odio, porque de eso se trata, de que hay sectores en las sociedades que promueven abiertamente el odio al otro basado en diferencias raciales, nacionales, religiosas, socioeconómicas. ¿Te acuerdas de la publicidad "pitéate un flaite"? La tesis ahí detrás era que los "rotos" son un peligro, real o potencial, y se armó un movimiento llamando -en chunga pero también con convicción- a matarlos. Eso no se puede permitir, no se puede esperar a que maten a un roto en aras de esa campaña para reaccionar. Recuerdo también la carta al Mercurio de un parlamentario criticando el simil entre Bachelet y Ana Franck (que fue tema en el Citizen en su momento, creo que a través de un posteo del mismo autor de esta columna, FC), con el argumento solapado de que Bachelet fue responsable de que la torturaran porque sabía en lo que se estaba metiendo. Larraín tuvo que retractarse y le dispararon desde todos los frentes, incluso sus aliados. En ese caso bastó con la movilización intelectual, inorgánica pero colectiva cuando menos. A eso voy, creo que la sanción jurídica en contra de la difusión de ideas explícitamente odiosas o que legitiman los peores crímenes de la humanidad y el rompimiento de la convivencia social debiera ser un recurso posible, de última instancia pero invocable. En Chile existen fallos con condena por incitación al odio racial protegiendo a ciudadanos peruanos, basados en tratados y jurisprudencia internacional. Creo que su desarrollo debiera llevarse más lejos pero vigilando muy de cerca que no se transforme en un instrumento para imponer verdades oficiales como sucede con las leyes francesas que obligan a los profesores de historia a enseñar los aspectos positivos de la colonización. Insisto, el desarrollo de leyes contra la mentira histórica es una cosa sutil y que carece de objetividad, es decir una decisión política, pero son necesarias en un marco democrático.
    Agradezco este intercambio, respetable GB.

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  24. Olvidé agregar algo: me parece que el "ejemplo" estadounidense debe leerse con cuidado. Los gringos también son los campeones en negar la teoría de la evolución y su nacionalismo desmedido sostiene las peores intervenciones bélicas en el mundo. Su absoluta libertad de expresión tiene como corolario ser, quizás, el país más proclive al fundamentalismo anticientífico y al patrioterismo criminal. Por lo mismo soy partidario de una educación pública que regule -con democracia, participación, representación cultural, etc.- los contenidos mínimos de enseñanza y evite que determinados grupos, por tener capacidad hegemónica dentro de determinadas comunidades, instalen la verdad que mejor se acomoda a sus intereses corporativos, o religiosos.

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  25. Si me permiten opinar sobre este interesante tópico (del cual no soy un experto), me atrevería a sugerir a los interlocutores definir los términos y niveles del debate, ya que los encuentro un poco mezclados. Por un lado, estaría el tratamiento de hechos históricos en el ámbito académico y por otro, su construcción y difusión a través de los medios de difusión.

    En el primer plano, debo rescatar dentro del sistema estadounidense (que creo también existe en la academia europea) que en inglés se llama “peer review” (revisión de un colega). Toda publicación, de cualquier área científica o académica, que incluye también a las Ciencias Sociales y Humanidades) es discutida por expertos del área, quienes emiten con fundamento sus opiniones sobre el tema tratado. Entonces, temas tales como los traídos por la corriente que nuestros contertulios llaman “negacionismo” o el “creacionismo” norteamericano, caen por su propio peso, aunque en su caída permiten ahondar el conocimiento sobre las verdades discutidas. Como corolario diría que es mejor que los negacionistas y creacionistas digan libremente sus versiones, que reprimirlas, a condición de que salgan oportunamente a la palestra detractores bien informados que permitan profundizar el tema y avanzar en el esclarecimiento de ciertos oscuros y tenebrosos temas.

    Este nos llevaría al segundo plano: la difusión de estas ideas, las que, lamentablemente, no tardan en caer en la pluma de panegíricos que ya desde posiciones previamente asumidas (conciente o inconcientemente defendidas) tratan de convencer a la opinión pública de la bondad de una verdad preconcebida o interesadamente construida. Yo me atrevería a proponer el mismo tratamiento sugerido arriba también para estos plumíferos, los que deberían ser enfrentados por un periodismo serio e investigativo, que ojala tuviera más acogida en los medios ya establecidos. Entonces, abogaría más por el derecho a la réplica y el debate, que a la censura oficial sobre ciertos temas. Los recientes casos de control de prensa en Venezuela y Argentina, con todo lo bien intencionado que fueran, encierran serios riesgos de convertirse en tampones represivos que en poco ayudan a combatir las ideas o los improperios lanzados por determinados grupos o individuos sobre ciertos temas o sucesos.

    Debo felicitar a todos por la altura asumida en este debate tan interesante.

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  26. Los ideólogos del FN partieron como derechistas patrioteros, muy en la línea de Reagan y Thatcher en lo económico pero con un toque antiinmigratorio. Eso les duró hasta los 90, en que adoptaron una postura más antiliberal en lo económico y luego incorporando a algunos intelectuales disidentes de la llamada Nueva Derecha francesa (que de derecha convencional tiene muy poco) que sofisticaron el mensaje chauvinista. No sé de negacionistas que pertenezcan al FN (de hecho, los negacionistas franceses como Rassinier, Faurisson, Thion o incluso Garaudy vinieron de la izquierda política) pero no lo descarto. No creo, eso sí, que sean los ideólogos principales del partido. Le Pen, que ha sido multado más de una vez por decir que las cámaras de gases son un “detalle” de la historia, aliena más gente por declarar esas cosas que cualquier pena que pueda recibir por opinar algo que, después de todo, es libre de creer. Un buen ejemplo es lo que pasó hace poco con Nick Griffin, el líder del nacionalista BNP británico. Griffin fue invitado a un programa de la BBC donde fue virtualmente linchado por sus contradictores, forzado a hacerse cargo de declaraciones polémicas del pasado y varios otros condoros. Al parecer, la exposición pública le hizo mucho más daño a su popularidad que el deseo de los anarquistas y los mismos laboristas y conservadores de censurar el programa (sin mencionar lo ridículo que se ve un establishment político que legitimó la invasión a Irak pidiendo la censura de un partido político que no les gusta).

    En definitiva, no creo que la ley deba regular la opinión, sino los actos concretos de discriminación arbitraria, la violencia, los crímenes, etc. Me parece que la línea se puede trazar y que es importante hacerlo. No conozco las condenas por incitación al odio racial en Chile (hasta donde sé, no tenemos ese tipo de leyes) en contra de peruanos. Lo que sí me imagino que debe haber es ejemplos de condenas a chilenos que han atacado o atentado contra la integridad física de inmigrantes, y otros actos por el estilo. Creo que esas leyes se pueden reforzar o esas conductas vigilar con las leyes ya existentes (después de todo, hay suficientes delitos cubiertos en el Código Penal para cubrir cualquiera de esos actos), pero no vale la pena ampliarlas al punto que se castigue la buena o mala conciencia de una persona.

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  27. Fan,

    Gracias por el intercambio. Va a parecer mamón, pero así da gusto discutir con alguien. Es increíble como el Citizen congrega a las mentes más iluminadas de nuestra nación.

    Estoy de acuerdo en que hay un hilo que une la justificación intelectual (o las ideas que allanan el camino a ciertos movimientos políticos) y los crímenes políticos. Mi diferencia es que tal como podemos distinguirlos en nuestra discusión, la legislación debiera hacer lo mismo y no penar los delitos de opinión. A Vial se le podría haber castigado si es que efectivamente se probara que manipuló datos en la Comisión Rettig pues vulnera la misión que se le encomendó oficialmente. Con lo que no estoy de acuerdo es con castigarlo por publicar sus ideas en una columna de opinión de un diario. Esa es la línea que yo trazo. No creo que, por ejemplo, si las ideas de la revolución conservadora alemana de los 30 allanaron el camino al nazismo (que se apropió de parte de su estética, lenguaje, etc.) se deba censurar hoy a autores asociados con ese movimiento como Ernst Jünger u Oswald Spengler. Lo mismo se puede decir del futurismo en Italia. En Chilistán la línea se vuelve más difusa porque nuestro movimiento autoritario no se sustentó en una sola idea de peso y sus apéndices culturales vinieron después, encarnados en gente como Willy Bascuñán, José Luis Rosasco y luego cantantes chabacanos que no vale la pena ni nombrar. Sobre tu ejemplo más reciente, la campaña “pitéate a un flaite” fue estúpida y fome, pero si alguien comete un crimen inspirado en ella creo que está claro quién es el responsable. Los “creativos” podrán tener una complicidad muy indirecta, pero de ahí a multarlos o encarcelarlos (como se hace en Europa con los negacionistas) por una humorada clasista y una reacción tonta a la delincuencia creo que hay un salto que no conviene dar.

    Estoy de acuerdo que en EE.UU un buen número de personas (incluidas autoridades) niegan la evolución, pero eso dista de ser la postura oficial del gobierno. Por algo las universidades reciben miles de millones de dólares al año para seguir estudiando y desarrollando investigaciones sobre psicología evolucionaria, genética, mapeo del genoma, etc. Como país, la cantidad de investigaciones y publicaciones (incluidas las de divulgación) que produce EE.UU es increíble. Hasta ahora, todos los intentos legales por prohibir la enseñanza de la evolución en escuelas públicas o bien enseñar explicaciones “alternativas” como el mal llamado creacionismo han muerto en tribunales, sin necesidad de leyes especiales para castigar a los mentirosos o quienes honestamente creen que hay un diseño inteligente detrás de la creación. La evolución también es un hecho histórico y sin embargo no es necesario meter a nadie preso para defender su legitimidad.

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  28. Me entero de la muerte de Levi Strauss y me dan ganas de no haber gastado tanta yema de dedos en Vial, en fin.

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  29. Si, es como "gastar pólvora en gallinazo", no? Pero el tema sirve para desempolvar y ocupar el cerebro en cosas interesantes.

    ¿Qué tal retornar a Lévi-Strauss para repensar el pensamiento salvaje o que todo en la humanidad haya pasado debido a la creación de símbolos o la obsesión humana por el intercambio ceremonial de mujeres?

    ¿Fome?

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  30. La verdad es que tratar de abordar la obra y pensamiento de Levi-Strauss resulta una tarea inconmensurable. Pero podríamos al menos enlazar algunos de sus chispazos con la discusión emprendida en este blog en torno a los intríngulis de la Historia como fenómeno social y científico. Y aquí, Levi-Strauss puso un hito magistral con su teoría sobre los Mitos.

    L-S se opuso a aquellos que despreciaban al Mito como mera superchería o imaginación intrascendente, al ser comparado en oposición con la supuesta cientificidad del registro y análisis histórico escrito, racional y documentado. El se encargo de demostrar, primero, que todos los pueblos ponen en sus mitos una enorme carga de sabiduría práctica e historicidad simbolizada; y segundo, que los mitos son todavía funcionales en las sociedades modernas y que su estructura profunda encierra claves para entender los comportamientos sociales de las sociedades modernas y contemporáneas.

    Todo esto tiene que ver con uno de sus descubrimientos fundamentales: que la mente humana encierra componentes tanto simbólicos como racionales. El problema radica en que Occidente no sólo los separa, sino que coloca al aspecto racional como su superior y opuesto a la parte emocional o simbolizante. Esta alianza, de por sí natural y universal, en cambio, todavía se hallaría presente en los esquemas mentales y culturales de las sociedades no occidentales (el famoso Pensamiento Salvaje levistrosiano), lo que les preservaría a estas de caer en la esquizofrenia racionalista de los occidentales. Así, el fenómeno humano es a la vez mágico y racional. Y sobre esta premisa, todas las mentes y sociedades humanas organizan con eficacia su percepción desde una óptica binaria, en las que destacan, entre otros, los pares masculino y femenino, arriba y abajo, crudo y cocido, profundo y aparente.

    Entonces, esto pone en igualdad de condiciones mentales y culturales a todas las sociedades humanas, y no habría implícitamente ninguna "mas racional o mágica" o ninguna mejor o peor que otras. Lo que sí habría entre ellas es mas bien diferencias y desigualdades tanto sociales como históricas, en donde algunas de ellas han sido subordinadas por otras a la fuerza, y cuyo epitome seria la dominación de Europa, empotrada en la supuesta superioridad de la racionalidad europea y la inferioridad de las sociedades no-occidentales, aquejadas de mitos y superchería, emociones y sentimientos. No en vano en el imaginario de Europa ésta aparece como varón y Oriente como damisela. En este contexto, aunque la propuesta de L-S sonara a relativismo cultural, permitió combatir las bases del colonialismo europeo y aun más a uno de sus pilares: el racismo.

    (sigue...)

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  31. Más polémica y desconcertante es su teoría sobre las alianzas en la organización social primordial humana. La sociedad humana evoluciona y se distingue de la naturaleza al imponer el tabú del incesto al interior de los agrupamientos primordiales. En este momento, estos humanoides, al percatarse de las desventajas del apareamiento entre consanguíneos muy cercanos, se inventaron razones imaginarias para impedir estos apareamientos complicados y, gracias a la simultanea evolución del lenguaje articulado, pudieron dominar las fuerzas atávica de la Naturaleza. Esto les obligó a buscar emparejamientos fuera del circulo primordial, donde la guerra entre grupos por mujeres compitió con la capacidad de aliarse entre ellos con el mismo propósito de conseguirlas en forma negociada. Y así empieza a formarse la Cultura humana, entre el don y el intercambio, así como en medio rituales y los mitos que los nutren de sentido y significado. Esta sería la piedra fundamental de la evolución social y extraordinaria diversificación socio-cultural del género humano.

    Ya había anticipado que esta teoría causó mucha polémica, sobre todo entre las feministas, quienes se opusieron a la idea de que la mujer sea tratada ya desde los orígenes de la humanidad como una cosa intercambiable a voluntad de los hombres. Las mujeres habrían sido o son más participativas que aquellas criaturas imaginadas por los antropólogos levistrosianos. Esta teoría se contrapone a la teoría de los linajes, donde sus defensores (English men, of course) proponen que los agrupamientos primordiales se forjaron a través del reconocimiento de ancestros y descendencia.

    Bueno, eso es lo que al menos por ahora podría aportar en memoria de este famoso antropófago, que en paz descanse en un cielo poblado de mujeres.

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  32. Intragable pajeo... Campoamor nos pille confesados.

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  33. Ya les advertí que L-S era fome. Mejor pajear en torno a Vial; es más trascendente que Levi-Strauss... y más comestible!

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  34. Patricia Maldonado,

    Gracias por el aporte.

    saludos,

    Un lector

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  35. Don Pepe (cortisona) ... quizás su texto daba para preparar un "Gracias don Levi y QEPD. Firma, un salvaje" ... y luego ser publicado como corresponde en este medio ... de ahí se esperarían posteos, desde neo-post-estructuralistas hasta retro-neo-positivistas y en medio de todo ...

    Pero de ningún modo puedo aceptar que se diga que Vial era mas trascedente y tragable que Levi-Strauss, por favor, un poco de respeto ... y no solo por sus 100 años y porque su nombre da para hacer una mezcla entre pantalón de cowboy y música clásica.

    Saludos

    Un Salvaje

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  36. Estimado Cortisona:

    Encuentro que el texto está estupendo. Claro, siempre se le puede poner un poco más de cahuín, como comparar a LS con GV, pero para qué ponerle pelos a la sopa. Te o publicaré el viernes, que hay algunas cosillas a la cola.

    Salú

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  37. Bueno, aclaro, dije que GV era más trascendente que LV en cuanto a brindar mayor ocasión para el pajeo. Pero que es fome, es fome (o al menos la forma como yo lo estoy interprentando). Ojalá algun irreverente comentario post-estructuralista le ponga gracia (y magia) al asunto.

    Y si don Citizen decide postearlo, le dejo la libertad de que lo recorte y edite a su gusto. Sólo le pediría agregar en la última frase (si es que el citizen decide incluirla) la siguiente conclusión que se me chispoteó:

    "Esta teoría se contrapone a la teoría de los linajes, donde sus defensores (English men, of course) proponen que los agrupamientos primordiales se forjaron a través del reconocimiento de ancestros y líneas de descendencia transgerenacionales. Aquí las mujeres tienen un reconocimiento mayor como ejes de la organización familiar, sobre todo en los sistemas llamados matrilineales."

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  38. GB, le sigo dando vueltas al asunto pero en el grueso me anduvo convenciendo su ilustrada argumentación. Cortisona, ahora entiendo porqué las feministas no se depilan el ala o el bigote. Como ud. dice, parafraseando a L-S, a partir del intercambio de mujeres, que interpreto como su sometimiento y transformación en mercancía social, empieza a formarse la Cultura humana. Con su emancipación ésta declina.

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  39. Buena conclusión, Fan. Pero con un agregado: para las feministas, la cultura que declina, es la cultura fundada en el predominio masculino, es decir, la machista.

    Pero ya que lo mencionas, agregaría que en este punto L-S revela su fidelidad con Freud, quien puso en la inhibición de la libido la piedra fundacional de la civilización. (Eros versus Tanatos, ¿se acuerdan?) En forma más elemental, etnológica y terrenal, L-S la sitúa en la prohibición patriarcal de tirarse a la madre o entre hermanos. De modo que gracias al tabú del incesto los polluelos tienen que buscar gallinas en otros lares y aguantar en el propio los asedios de los pollos de corral foráneo. Entonces empiezan a formarse los acuerdos entre unos y otros gallineros a través de una cantidad de rituales y mitos aledaños. Con esa rica practica y simbología se forman los diversos universos culturales (en plural, ya que no hay uno solo --esa es la reivindicación de la etnología).

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  40. Cabros ... dejemos etnología (antroplogía, etnografía, sexología, insestología, psico-análisis, mitología, etc.) pa'l posteo prometido...

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