Este lunes que pasó, los lectores de El Citizen nos abocamos a un animadísimo debate para discutir qué tan penca era Gonzalo Vial como intelectual. En eso, justo se murió a los 100 años Claude Lévi-Strauss y claro, el contraste era enorme y –como dice quien es el autor de la nota de a continuación– nos sentimos gastando "pólvora en gallinazos".
Pensé que tal vez era buena idea tomar la muerte de Lévi-Strauss para la chacota –de hecho tuitié: "Carolina Zuñiga confunde a antropólogo con pantalón del pololo: 'Ya era hora de sacarte el Levi Strauss, está pasao a fiambre', acusó"– pero un fantástico perfil elaborado por el lector (y ojalá corresponsal) Cortisona –a quien creo no tener el placer de conocer personalmente– en los comentarios, me llevó a rescatarlos de la letra chica y ponerlos en su tonto post.
"¿Qué tal retornar a Lévi-Strauss para repensar el pensamiento salvaje o que todo en la humanidad haya pasado debido a la creación de símbolos o la obsesión humana por el intercambio ceremonial de mujeres?" Se preguntó previamente Cortisona y acá va con todo:
Iniciación en Lévi-Strauss
Por Cortisona
La verdad es que tratar de abordar la obra y pensamiento de Lévi-Strauss resulta una tarea inconmensurable. Pero podríamos al menos enlazar algunos de sus chispazos con la discusión emprendida en este blog en torno a los intríngulis de la historia como fenómeno social y científico.
Y aquí, Lévi-Strauss puso un hito magistral con su teoría sobre los Mitos. El antropólogo se opuso a aquellos que despreciaban al Mito como mera superchería o imaginación intrascendente, al ser comparado en oposición con la supuesta cientificidad del registro y análisis histórico escrito, racional y documentado. Él se encargo de demostrar, primero, que todos los pueblos ponen en sus mitos una enorme carga de sabiduría práctica e historicidad simbolizada; y segundo, que los mitos son todavía funcionales en las sociedades modernas y que su estructura profunda encierra claves para entender los comportamientos sociales de las sociedades modernas y contemporáneas.
Todo esto tiene que ver con uno de sus descubrimientos fundamentales: que la mente humana encierra componentes tanto simbólicos como racionales. El problema radica en que Occidente no sólo los separa, sino que coloca al aspecto racional como su superior y opuesto a la parte emocional o simbolizante. Esta alianza, de por sí natural y universal, en cambio, todavía se hallaría presente en los esquemas mentales y culturales de las sociedades no occidentales (el famoso Pensamiento Salvaje levistrosiano), lo que les preservaría a estas de caer en la esquizofrenia racionalista de los occidentales. Así, el fenómeno humano es a la vez mágico y racional. Y sobre esta premisa, todas las mentes y sociedades humanas organizan con eficacia su percepción desde una óptica binaria, en las que destacan, entre otros, los pares masculino y femenino, arriba y abajo, crudo y cocido, profundo y aparente.
Entonces, esto pone en igualdad de condiciones mentales y culturales a todas las sociedades humanas, y no habría implícitamente ninguna "más racional o mágica" o ninguna mejor o peor que otras. Lo que sí habría entre ellas es más bien diferencias y desigualdades tanto sociales como históricas, en donde algunas de ellas han sido subordinadas por otras a la fuerza, y cuyo epítome sería la dominación de Europa, empotrada en la supuesta superioridad de la racionalidad europea y la inferioridad de las sociedades no-occidentales, aquejadas de mitos y superchería, emociones y sentimientos. No en vano en el imaginario de Europa ésta aparece como varón y Oriente como damisela. En este contexto, aunque la propuesta de Lévi-Strauss sonara a relativismo cultural, permitió combatir las bases del colonialismo europeo y aun más a uno de sus pilares: el racismo.
Las mujeres y las alianzas
Más polémica y desconcertante es su teoría sobre las alianzas en la organización social primordial humana. La sociedad humana evoluciona y se distingue de la naturaleza al imponer el tabú del incesto al interior de los agrupamientos primordiales. En este momento, estos humanoides, al percatarse de las desventajas del apareamiento entre consanguíneos muy cercanos, se inventaron razones imaginarias para impedir estos apareamientos complicados y, gracias a la simultánea evolución del lenguaje articulado, pudieron dominar las fuerzas atávica de la naturaleza.
Esto les obligó a buscar emparejamientos fuera del círculo primordial, donde la guerra entre grupos por mujeres compitió con la capacidad de aliarse entre ellos con el mismo propósito de conseguirlas en forma negociada. Y así empieza a formarse la cultura humana, entre el don y el intercambio, así como en medio rituales y los mitos que los nutren de sentido y significado. Esta sería la piedra fundamental de la evolución social y extraordinaria diversificación socio-cultural del género humano.
Ya había anticipado que esta teoría causó mucha polémica, sobre todo entre las feministas, quienes se opusieron a la idea de que la mujer sea tratada ya desde los orígenes de la humanidad como una cosa intercambiable a voluntad de los hombres. Las mujeres habrían sido o son más participativas que aquellas criaturas imaginadas por los antropólogos levistrosianos.
Esta teoría se contrapone a la teoría de los linajes, donde sus defensores (english men, of course) proponen que los agrupamientos primordiales se forjaron a través del reconocimiento de ancestros y descendencia transgerenacionales. Aquí las mujeres tienen un reconocimiento mayor como ejes de la organización familiar, sobre todo en los sistemas llamados matrilineales.
Bueno, eso es lo que al menos por ahora podría aportar en memoria de este famoso antropófago, que en paz descanse en un cielo poblado de mujeres.
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Me pregunto yo, que estudié en la UC, por qué a Levi Strauss nunca lo pusieron en el currículum. Es más me pregunto por qué la UC no tiene la carrera de antropología.
ResponderEliminares una buena pregunta. Hice clases de historia un tiempo (y estudié también gran parte de mi enseñanza) en una privada. No conocían a Hobsbawn (profesores de teoría de la historia y de historia contemporánea con doctorado), no se estudiaba a Braudel, y una larga lista de autores... por ignorancia, por miedo, por ambas. Creo que fui el primero (y único, no sé, dejé las clases hace años) en fotocopiar algunos capítulos de sobre la historia de Hobsbawn y entregárselo a los alumnos... lo encontraron difícil los chiquillos.
ResponderEliminarAhí tení Esteban un tipo que piensa y no a ese carcamal de Vial incapaz de tener media idea original.
ResponderEliminar¿Será que Levi Strauss fue el último gran pensador francés?
... no se porqué no me extraña que don Levi brille por su ausencia en las mentes, aulas y curriculums de la PUC. Como no me extraña que no tenga Antropología, ¿para qué?, si tienen teología y todo aquello les debe sonar a "salvajes" a quien evangelizar ... además, ya es harto tener que soportar sociólogos en sus campus, quienes corren el riesgo de leer a Gramsci, Arendt, Adorno, Foucault ... y toda una manga de ateos subversivos.
ResponderEliminarSi hasta en la sacro santa Facultad de Economía y Negocios de la laica Universidad de Chile (extraña cosa una facultad para hacer negocios) las teorías de Karl Marx tuvieron que esperar 36 años, y una crisis financiera global, para volver ...
Lo bueno es que más allá de la crisis del estructuralismo ... , de los ataques furibundos de una marea de postmodernos antropófagos y del actual embate neo-positivista que circula por Europa proclamando la unidad cristiano-racional de occidente contra el relativsmo y las formas de degeneración cultural ... a pesar de todo ello, don Levi sigue vigente y presente ... claro que por estos lados algunos salvajes ya llegaron al poder (Sarko, Berlusca, & co.)
Este es el dueño de la tienda de ropa?
ResponderEliminarPara una igleisa pontificia, las creencias, o sus creencia, no es una expresión cultural, es una verdad revelada, es por eso que la puc no tiene antropología. Ahora, ya en la u todos estan peluditos como para leer algo más que lo que contempla el programa de un ramo.
ResponderEliminarUn gusto conocerlo Don Cortizona, aunque sea con seudónimos...su escritura me es familiar.
ResponderEliminarRenato:
ResponderEliminarEs cierto que en la universidad católica no hay para que adoptar por completo su decálogo académico y es posible acceder al conocimiento prohibido por el Índice, pero de ese modo la llegada a autores como Levi Strauss necesariamente es por azar.
Yo apenas tengo noticias ténues y no sabría por dónde empezar, porque este antropólogo tiene una obra prolífica con libracos enormes.
Tal vez Cortisona pueda decir qué conviene leer para una aproximación que no implique embarcarse justo en el mamotreto más complejo.
Saludos
Bueno, les cuento que yo estudié Antropología en la U de Chile y por eso conozco algo de lo que escribiera este viejito analógico y digital (también habría que reconocerlo junto con el lingüista Ferdinand de Seassure como inspiración de los sistemas cibernéticos en boga, ¿no es cierto?)
ResponderEliminarEsto me da la ocasión para usar un ejemplo al respecto (aunque no soy experto en los asuntos tecnológicos –a lo mejor digo una burrada). Imagínense ustedes un sistema que funcione a la vez como analógico y digital. La tecnología actual ofrece aparatos reproductores por separado (VHS y DVD). Pero ahora hay cajas transformadoras que permiten pasar la información fácilmente de un sistema a otro, aunque subsista en estas operaciones la idea de que el primero se encuentra caducando o a desapareciendo. En este sentido, L-S concibe a la mente humana craneando ideas en base a la acción simultánea de dos facultades que se asemejan a los sistemas arriba mencionados: la metafórica y la sintagmática. La metafórica efectúa las asociaciones simbólicas de las ideas contenidas en la mente humana y la sintagmática las cadenas causales a partir de un punto de partida o núcleo. El resultado es la conjunción mágica de estas dos operaciones en ideas maravillosas llenas de color y contenido. El mito de Edipo me recuerda mi relación con mi madre (metáfora) y a la vez me indica las reglas para evitar las nefastas consecuencias que encierra mi deseo de echarle un polvito (sintagma). Si solo pensáramos en términos causales, nos volveríamos máquinas. Las asociaciones simbólicas son las que complementan nuestra capacidad analítica y nos llenan de riqueza interior.
No habría que echar todavía el VHS, el cassette o los LPs a la basura.
uf me perdí: primero lo del mito del incesto y las mujeres como mercancía, luego que si la Ponticuica no pasaban a Don Levi, el Michel y demases y luego lo analógico y digital y el VHS???
ResponderEliminarmmm MISCELANEOS...
En todo caso yo estudié en una U católica, con profes de la Ponticuica y en mi había Antropología, educación intercultural y nos pasaban a don Levi,al michel y a todos los lolitos...
PD: yO NO NO HE VOTADO MIS VHS ni mis cassetes...aún con tv digital no votaré mi tv a blanco y negro.
En Sociología PUC sí se pasa a L.S., y nada menos que con el Profesor Pedro Morandé, miembro de la Pontificia Academia para las Ciencias Sociales.
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