"Osama", el título de la obra, sugiere una puesta en escena de proporciones wagnerianas y temáticas globales, pero no.
"Osama" más bien viene a ser el primer contrapunto –de una serie de varios– para demostrar una de las mayores gracias del teatro independiente: cómo el ingenio y el talento suplen –y hasta reniegan– del despliegue aparatoso de recursos, tanto escénicos como de entelequias discursivas, para alcanzar con cuatro pesos y cinco frases a componer un relato teatral redondo, entretenido y crítico. De tal manera, la obra apela al interior de cada espectador –al enfrentarlo a su propia opresión– quien al llegar se prepara para algo tan ajeno y lejano como el World Trade Center o Afganistán.
Con guiños al absurdo y a la danza contemporánea (ver a Henríquez en Medir la Distancia), Osama camina a contracorriente de la escena chilena actual: donde se imponen los largos discursos y las moralejas encubiertas, los creadores caminan hacia los silencios y misterios de lo cotidiano, logrando –con muy buenas actuaciones– sacudir algo que es más primitivo que la conciencia, y tal vez con un mayor potencial subversivo.
Lamentablemente las funciones se acabarán la próxima semana y en la pequeña sala que alberga la obra –y que recuerda los tiempos de un teatro santiaguino tan pobre como vigoroso– no caben más de 20 espectadores, por lo que si quiere ir hay que apurarse y llamar al El lugar se llama Casa Matriz (¿en honor a la extinta escuela porteña La Matriz?) queda en
Creadores:
- Germán Henríquez
- Daniel Marabolí
- Marcia Pavéz
- Alejandro Ruz
- Claudia Saez
a mil!!!!
ResponderEliminaren el teatro tanto como en la danza hay cabida pa discursos entretes, potentes y con harto juego...solo hay que perder el miedo a romper ciertos esquemas compañeritos.
nos vemos
germán
es un gusto verlo jugar en escena, esta vez en el teatro. me parece un montaje muy valiente por su sencillez en tiempos en que "los jóvenes" buscan ser líderes de opinión y figurar como "creativos" y "sorprendentes". los felicito!!!
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