sábado, 21 de noviembre de 2009

FC se las pone duras a don Choche

Don Jorge, me gusta lo que dice, y como lo dice. Le entiendo clarito cuando explica en simple las inequidades flagrantes de nuestro país. Me gusta que no le de mucha importancia al reitin y se dé permiso de filosofar en sus 30 segundos de tiempo televisivo. Me gusta que cultive un look de Doctor Chapatín y no se tiña el pelo como Frei, que es solo un año menor que usted. Me gusta que le queden grandes los ternos y que no lo vista Atilio Andreotti, aunque tengo la sospecha de que en sus tiempos “renovados” debe haber sido bueno para la corbata italiana. Me gusta que no incluya a su pareja en la campaña. Habla bien de usted y de ella. Me gusta sobre todo que sea usted un político inteligente y culto que se ha permitido cambiar de opinión y de bando algunas veces en su vida. Eso, que en Chile algunos llaman darse vuelta la chaqueta, es en realidad una saludable capacidad de evolucionar con la historia en vez de verla pasar aferrado a convicciones inmutables.

Al mismo tiempo, don Jorge, debo reconocer que durante muchos años usted encarnó para mi el arquetipo del “político corcho”, ese especimen al que nos acostumbró la transición chilena. Ese que siempre sale a flote. Ese capaz de saltar de un cargo a otro sin caerse ni equivocarse. Los nombres son muchos. Los conoce usted y los conozco yo, y casi todo el mundo. Al final de cuentas la Concertación –y posiblemente cualquier coalición exitosa que permanezca tanto tiempo en el poder– termina siendo una libreta de teléfonos donde se agregan algunos pocos nombres (y los apellidos se repiten) y se borran los de los muertos.

Usted es de esa generación que antes del golpe, cuando apenas se empinaba por los 30 (o los veintitantos), ya estaba en la primera línea del poder. Esos (porque en su inmensa mayoría son hombres) que luego de haber sido dirigentes de la FESES, la FECH y las juventudes de sus partidos, estaban listos para Ministro, Director de Empresa Pública o Diputado. Usted, por ejemplo, fue Ministro de Minería de Allende y presidente ejecutivo de Codelco a los 30, en plena nacionalización. ¡Era un niño!

Usted no fue tampoco un exiliado cualquiera. Formaba parte de la elite, de la que hacía trabajo intelectual y tenía acceso a los jerarcas europeos. Además, no daba lo mismo vivir en Roterdam que en Caracas. Le ruego que no me malentienda. No desconozco los costos que implicó el exilio, ni el miedo, ni el desarraigo, ni la pena. Pero es un hecho de la causa que algunos contaron con un mejor pasar que otros.


No olvido tampoco que de los cuatro candidatos a la presidencia, usted es el único que participo activamente en la oposición a la dictadura, que corrió algún riesgo por aquello. Del resto, uno era un niño, y los otros dos unos empresarios exitosos (uno más que el otro) que iban a veces a los actos del Caupolicán para que sus papás los dejaran de molestar.

El 90 usted volvió a estar en la primera línea, esta vez como presidente del recientemente unificado Partido Socialista. No era casual usted fue uno de los artífices de la “renovación”. Tenía facción con su nombre y todo. Usted fue de los que a punta de escuela de verano y congreso ideológico dejaron atrás a Marta Harnecker y el eje Berlín – Moscú – La Habana para acercarse a Touraine y la socialdemocracia europea, más libertaria y desacomplejada con el mercado. No deja de ser irónico que hoy usted se encuentre fuera de la Concertación, y sea un heredero de esa otra izquierda, la que trajo a Chile a Honecker, y deje el partido que usted ayudó a renovar ¿no?

Durante los primeros gobiernos de la Concertación a usted no le faltó qué hacer. Con Aylwin fue Ministro de Educación. Con Frei Ministro del Trabajo y de la SEGEGOB. Con Lagos fue embajador en Argentina. No se puede decir que fuera un Ministro particularmente “díscolo”. No en Educación, donde impulsó el financiamiento compartido. Ni en Trabajo y Previsión Social durante el gobierno menos protector desde el 90 en adelante, el que cerró Lota entre gallos y media noche dejando a miles de mineros “reconvertidos” con un inútil diploma en peluquería. Ni en la SEGEGOB cuando Frei luchaba por traer de vuelta a Pinochet. Sé que no le pareció bien la situación, que pidió ser relevado de sus funciones de vocero y salió del gabinete al siguiente cambio. Todo muy discreto, eso sí. Más del stablishement, imposible.

Lo que más me llama la atención de usted como político, es lo poco que se sometió al escrutinio popular (y lo mal que le fue cuando lo hizo). Recuerdo que en la elección de Alcaldes el '92 –la primera en que participé como votante– usted salió electo Concejal por Santiago tras perder la alcaldía ante Ravinet (por paliza). A los pocos días renunció para reciclarse en el gobierno como Ministro de Educación. Un cálculo de racionalidad política, aunque bastante despreciativo de sus electores. De ahí en adelante, y hasta el ano 2006 en que corrió sin mucha suerte –ni mucho esfuerzo según dicen– en la senatorial por la IV, usted no participó de otra elección ni sometió su liderazgo político a escrutinio popular. Fíjese que hay algo que me gusta particularmente de muchas democracias parlamentarias: esa regla –a veces tácita– que indica que todo dirigente partidario o alto personero de gobierno, tiene que ser validado electoralmente en alguna parte. Si no lo elige alguien, aunque sea como alcalde de Cobquecura, no participa. En Chile definitivamente no es así. Pregúntele a Insulza, Correa, Belisario o Pérez Yoma.

Por todo lo anterior debo reconocer que me sorprendió su última su evolución filosófica y la aventura política que lo acompaña. Me sorprendió y me confundió. Hay algo que no me calza. Aunque fue un buen golpe, lleno de simbolismo el que “se llevara” con usted a Altamirano. Me imagino en su (ex) cultura partidaria eso es como llevarse las reliquias de la familia.

Estoy seguro que usted prefiere quedarse en la comodidad de su casona ñuñoína leyendo, cocinando, jugando con Tintán o conversando con Diamela, en vez de andar re
corriendo el país durmiendo en hoteles de bajo presupuesto. Usted no es un “campañero” de esos a los que le sube la adrenalina con las proclamaciones y las batallas electorales.

Usted fue uno de los autores intelectuales del quiebre de la alianza histórica PC – PS que defendía Almeyda (el Cloro, no el Ciudadano que regenta este pasquín). Le debe haber resultado difícil optar por un alineamiento con el más dogmático y anti-revisionista de los partidos de la izquierda chilena. Aunque sea el resultado de un largo período de reflexión académica, descorchización y contactos con élites “extraparlamentarias” desde la rectoría del Arcis.

Pero no soy inocente, don Jorge, usted es un político sumamente racional. Creo que su función ha sido la de construir un puente entre esos dos mundos. Usted no abandonó la Concertación, sino que partió en busca del PC para una mayoría, en una operación que llevaba mucho tiempo en evolución, pero que se precipitó cuando Eduardo todavía respiraba tranquilo y no estaba dejando títere con cabeza. Cuando el PC y sus dirigentes se dieron cuenta que pasaría una generación más –la de ellos– sin entrar al Congreso. Omisión contra respaldo en segunda vuelta. Negocio redondo. Demasiado obvio como para no haberse hecho antes. Pero en esa época el PC lo hacia gratis. Porque el PC es un partido responsable y disciplinado.

Y mala suerte si tras las negociaciones del pacto contra la exclusión al Juntos Podemos le quede poco de “Juntos”. Porque reconozcamos al menos que desde que Tomás y los humanistas se mandaron cambiar, se ha notado menos desenfado, crítica y discurso ambientalista en el pacto, y un poco más de las caras adustas y los chalecos plomos de Tellier y Carmona.

El problema creo yo, es que este acuerdo se pagó por adelantado (4 diputaciones, un par caladas), y ya usted no tenía mucho espacio para pedir algo más. Ni al PC una renovación de su repertorio ideológico, operativo y discursivo, que le hace falta a gritos. Ni a la Concertación compromisos programáticos relevantes a cambio del apoyo. Porque el programa –como ya lo comunicó el propio Frei– es hacer “lo mismo que la Bachelé” y eso no incluye ni asamblea constituyente, ni nacionalización del cobre. Na' e na'.

Creo que usted ha sido muy digno en esto. Porque no debe ser fácil ser candidato de una coalición en que el principal –y único- partido le da poca pelota, y está más preocupado de confirmar su apoyo en segunda vuelta a Frei. Fíjese que escribiendo esta carta se me ocurrió ir a consultar El Siglo en la Web. No le entregan un apoyo muy entusiasta que digamos. Si al menos ocuparan los espacios libres de la portada en que ofrecen venta de publicidad para poner un afichito suyo en lo que queda de campaña. Si lo hace La Nación ¿por qué no?

A diferencia de lo que plantean los analistas, creo que usted no tiene la libertad de “decir lo que quiera”. En realidad, creo que se mueve en un margen estrecho que le permita hacer posible la alianza de segunda vuelta sin desperfilar al PC en la primera ni bajar del 5%. No puede ser lo suficientemente puntudo para decir que la Concertación de Frei es otra cara de la derecha, como sí se dijo con Bachelet y con Lagos. Es irónico ¿no? Y por su flanco izquierdo, le ha tocado decir y callar cosas a contrapelo. Porque en realidad no creo que le haga mucha gracia a estas alturas decir que Cuba es una democracia de un tipo especial. Si no lo pensaba en 1990, no sé qué lo pueda haber hecho cambiar de opinión en 2009. A alguien de su peso intelectual, me imagino que la monserga bolivariana la debe encontrar un poco primitiva. Y presiento que tener a Jaime Gajardo de su lado no es algo que lo llene particularmente de orgullo e inspiración.

Y supongo que debe morderse la lengua para no decirle a Frei lo idiota que lo encuentra, y al contrario, hacer en su nombre cosas que cualquier político con oficio debiese poder saber hacer por sí mismo: pero él no lo es. Supongo que debe haberle dado un poco de pudor cuando en un debate anterior, el susodicho le gritaba "¡Bien Ministro!”

Pero así las cosas, su candidatura desgraciadamente nació hipotecada. Así que no podrá decir mucho del inmovilismo de la Concertación, de su conservadurismo, de lo difícil que es entrar o salir de la famosa libretita de teléfonos y de lo poco que en realidad le importa “la gente” a las elites del sector. Ni de la vergüenza que significa que un país mayoritariamente progresista termine eligiendo a un tipo mediocre, que donó el sueldo para el golpe, y cuyo mérito principal es ser el menos de derecha de dos candidatos derechistas.

Yo soy de los que tuvo la impresión –don Jorge, viéndolo en el último debate– que usted ya tiró la toalla, que ya no sigue disputando votos. Como si esta elección –al igual que todas– no se tratará de sacar la mayor cantidad de votos posibles. Me pareció que su nueva tarea es hacer lo posible para que Frei pase a la segunda vuelta, y eso implica neutralizar a MEO ahora, y levantar con fuerza la tesis del “mal menor”. Eso es racional, pero incompatible con la idea de que la suya es una candidatura progresista.

Le aclaro que yo posiblemente haré lo mismo. Votaré en la segunda vuelta por Frei sabiendo que si gana, los corchos volverán a salir a flote, convencidos de que en el fondo lo han hecho regio y pueden seguir haciendo lobby y haciendo taco por otros cuatro años. Esta vez, con el más mediocre de los suyos a la cabeza. Y yo votaré por él. Pero con una rabia y frustración y desesperanza que ni le explico. Porque si gana será insoportable, y si pierde, un poco peor. Así que en primera vuelta, al menos ahí, si pudiera votar –porque fíjese que vivo afuera y no tengo derecho hasta que llegue a Chile– sería “irresponsable” y lo haría por el que más los asuste y haga rabiar e –iluso yo– arrepentirse de tanta cosa mal hecha. Ese sería su castigo.

Don Jorge, le deseo suerte y ojalá que saque hartos votos (en mi casa hay varios que van por usted), póngale empeño. No contará con el mío, eso sí.

Atentamente,

PS (post scriptum): ¡Y no vaya a tener la mala idea de aceptar un Ministerio si se lo ofrecen!








Por FC

20 comentarios:

  1. dura crítica, pero FC, yo rescato y saludo que haya renovación comunista. Ojalá Arrate se quede en el PC y lo lidere, para que por fin ese partido haga el cambio de folio al siglo XXI y deje ese amargor que hace un regusto tan malo cuando se vota por ellos, abriendo la puerta a jóvenes que no anden como las Furias, y miren para adelante. Ahí es cuando Arrate se convertirá en un histórico, fundador del PS Arrate, que cambió el socialismo (quizá demasiado) y del PC - Arrate, que hizo lo propio 20 años después.

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  2. Al leer esta tornasolada misiva, no pude dejar de recordar el martirologio de San Lorenzo, quien en medio de su propio auto-barbikiú exclamó: "asado estoy, denme vuelta y coman". Qué se le va hacer. La virtud y disciplina estoica tienen algo de cristiano... en este caso, demócrata cristiano.

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  3. Excelente comentario, maldonado!

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  4. ¿Y que dicen los jovenes comunistas treintañeros?,no los de antaño de bandera roja con coligue y clavos.Esos que nacieron en los 80,esos que hoy que navegan por internet,tienen amigos homosexuales o despolitizados.Esos que no tienen reuniones clandestinas o rayados nocturnos.Esos que pensarán (talvez) en una dictadura del proletariado con algo de hip hop y un toque de funky,sin peñas ni navegados trasnochados .¿Seguiran pensando en la inocencia del tomate que está tranquilo en su mata? ¿O que el pueblo coma pan y el rico mierda mierda?¿En donde no se confunden las proclamas ,si ahora todos los sectores politicos se arrogan para sí el apellido "por el cambio" o defienden a gritos la justicia social. ¿En donde no se confunden sus propios pensamientos llenos de un milenio tecnologico,lejisimo de la era de aquel lider ruso nacido en 1879 y muerto casi 10 años antes del arribo a la luna?. Los cambios se han producido señores, hagan sus apuestas.
    Anonimo 5

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  5. Anonimo 5. Creonque habria sido un buen comienzo si el emblema del pacto contra la exclusion hubiese sido Cristian Cuevas y no Tellier. Respecto a Arrate quedandose a liderar el PC, creo que seria muy dificil que el PC acepte a alguien que no es militante desde pionero. Y no creo que empoderado con 2 o 3 diputados tengan muchas razones para cambiar el modus operandi.
    Saludos
    FC

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  6. Uf, un poco largo, pero interesante, y no sé por dónde empezar, pero sí como concluir, así que para sintetizar:

    ¿FC vota MEO?

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  7. Creo que esta claro, aunque no es lo mas relevante, no?

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  8. No es lo más relevante, si suponemos la independencia del autor.

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  9. eso es capcioso, es como suponer que el mismo citizen es agente de moscú por sus críticas a meo

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  10. No soy independiente, en realidad Marambio me prometio la embajada de Chile en Jamaica en el futuro gobierno de MEO si me daba la lata de escribir cuatro paginas contra Arrate en un medio de alto impacto. Hablando en serio, estimado anonimo, remitase a mis posteos anteriores para hacerse una idea del alto concepto que tengo de MEO.

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  11. Ah, o sea que el Citizen no es agente de Moscu. Que decepcion!

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  12. Al menos FC propuso su carta abierta a Arrate porque ya le habían dado a Piraña, Fome Freí y MEO.
    El Citizen es agente del KAOS y punto..

    PD: podrían tirarse ahora con las FIRST LADYS
    ¿oigan y el concurso de cuentos, pasó algo...????

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  13. Buenísimo el análisis FC, ahora, como se llega a votar por MEO en primera vuelta como castigo a la concertación, es muy tirado de las mechas, me parece mucho que MEO es el resumen de todas las lacras y ninguna de las virtudes de todos estos años que nos ha gobernado la concertación. Saludos

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  14. Sr. Anónimo 5: Una consulta.

    Cuando habla del "líder ruso nacido en 1879 y muerto 10 años antes de la llegada del hombre a la Luna", se refiere a don José Stalin?

    ... hasta donde yo sabía había nacido en 1878, era georgiano y murió 16 años antes de la llegada del hombre a la luna... pero bueno, quizás siempre estuve equivocado.

    Atte

    JC

    PS: En el perfil que Ud. señala caben muchos nacidos en los años '60 y '70. Es solo cosa de salir a la calle, buscar alguno y conversar con él.

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  15. Hola sr.Santa Cruz.
    Las precisiones nos amplian o nos confunden mas,según se mire, claro está. El Imperio ruso fue abolido por la Revolucion Rusa en 1917 en donde se independizó la Republica de Georgia. Entonces desde esta información asumí que Stalin nacido en efectivamente 1878 (la tecla nº9 le pide disculpas por su intromisión) antes de la independencia de su actual republica natal, lo hizo bajo el Imperio Ruso,por tanto yo creo que ruso diría su acta de nacimiento si hubiese existido (desconozco tal detalle).Y al "casi 10 años" (reconozco mi ambiguedad en la precision) lo digo con un poco de reticencia porque no estoy muy convencido que la fecha (16 de julio de 1969)sea realmente verídica.
    Y no me cabe duda que los nacidos en los sesenta o setenta tengan que arrimarse o impregnarse de la tecnología actual pero ellos son nacidos bajo otras influencias religiosas,costumbristas,politicas,educacionales (lease de establecimientos educacionales como fueron caligrafía,economía doméstica,taller manual,etc.),sexuales, en fin no lo quiero aburrir, muy diferentes a de los nacidos en los 80. Mi pregunta es esa ¿a los ochentistas que pasa por su cabeza con tanta influencia vivencial, la del día a día,la de sus pares generacionales tan lejana a la de sus dirigentes. Como pueden (¿querrán? y esta pregunta no tiene una doble intención)determinar donde está la frontera entre la influencia doctrinaria y la percepcion libertaria de la doctrina. Porque ,para aclararle en donde nace mi duda, yo creo firmemente que los jovenes treintañeros de ahora son mas contestarios, rebeldes y menos dispuestos a ponerse un traje echa a la medida de otros que a mis treinta, cosa que me agrada. Y esta duda no me nace por los jovenes comunistas solamente .
    Insisto el cambio se viene y viene amarrado desde la revolucion de los pinguinos,por nombrar alguna en donde adolecentes de todas las lineas políticas se unieron y nos dejaron con la boca abierta.
    Anonimo 5

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  16. Sr. Anónimo 5. Le hago una última presición. Durante el Imperio Ruso se contabilizaba a la gente según su nación, etnia o pueblo de pertenencia, tal como lo hacían otros imperio de la época. Georgia fue una de las últimas naciones en ser conquistadas (en 1800), y funcionó como colonia rusa. Stalin nació como georgiano y nunca fue considerado ruso.

    Su pregunta es sin duda legítima, pero me da la sensación que resulta un tanto falaz la relación entre "generación digital" y ser contestatario, versus "generación analogica" y sumiso a la doctrina partidaria. Simplemente.

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  17. Sr. SantaCruz
    No quise herir su sentimiento anal ogico pero a Farkas (epitetéenme todo lo que quieran o apoyenme si les da la gana)¿No habrá un(a) joven comunista que lo encuentre buena onda? Hace veinte años atrás ¿pensaría lo mismo un(a) joven de esa epoca?¿se le puede reprochar el ser millonario?.¿Se inmagina a esta juventud treintera aceptando por decreto nacional, vestirse de verde coronados con un quepis con estrella?.Huelgan mas ejemplos. A eso, en la forma y en el fondo, me refiero a que son mas contestarios.
    Anonimo 5

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  18. Sr Anónimo 5:

    No baje el nivel llevando las cosas a un plano personal, que feo.

    Luego, ¿qué tiene que ver encontrar buena o mala onda a Farkas con ser contestario?

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  19. mala la devolucion de santa cruz y pierde el punto. Set,match point para anonimo 5

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