domingo, 8 de noviembre de 2009

Kast o Schaulsohn: los dilemas de Piñera

Kast es el fundamentalista católico más notorio de la UDI, de la Alianza por Chile y de la Coalición por el Cambio. Hoy por hoy se ha transformado en el peor dolor de cabeza para Piñera y sus creativos electorales. Su última jugada consistió en rechazar con escándalo, a través de la prensa, la inclusión de imágenes que muestran a una pareja de homosexuales en los espot de la franja televisiva que prepara el comando presidencial. Su argumento es que el electorado y la sociedad quieren ver “gente normal” y que ellos, la derecha, están llamados a representar “gente normal”. Lo secundó Larraín diciendo que el matrimonio es entre un hombre y una mujer y que esas dispersiones (la de apuntalar al votante desviado sexualmente para conseguir sus votos) es mala estrategia, contraproducente.

Durante esta campaña ha habido decenas de episodios similares de desencuentro valórico entre la imagen que el candidato y su entorno buscan proyectar hacia la ciudadanía y el espacio cultural hermético de cantidad de dirigentes de la derecha. Los temas de cabecera han sido la pena de muerte, la pastilla del día después, y la homosexualidad. Los dos primeros, que recuerde, fueron abordados anteriormente en este respetable pasquín. El tercero cierra la triada y merece ser puesto en perspectiva para entender que más allá de la cosmovisión reaccionaria constitutiva de la derecha que aspira a gobernarnos hay una trama de recomposición del poder de gran envergadura.

Hay un conflicto al interior de la derecha respecto del proyecto de sociedad que se dirigen, virtualmente, a implementar en Chile. La UDI no quiere ceder terreno en las posiciones que ha defendido históricamente y que están ancladas simbólicamente detrás de la figura mítica de Jaime Guzmán, ni siquiera por cuestiones tácticas y estratégicas que podrían llevar al candidato de la derecha a ganar esta partida. Muchos RN comparten esa postura. Piñera está dividido entre dos aguas valóricas, la ultra conservadora de inspiración Opus Dei y sus derivados, y otra liberal que él considera imprescindible interpretar para ganar su voto.

Piñera merece mi absoluto desagrado e irrespeto pero no desconozco su habilidad de jugada, como por ejemplo presentarse como un líder de la eficacia, de la cuantía económica y de la inclusión meritocrática. Construyó un personaje y una historia, un storytelling, que, si no fuera por las yayitas descomunales que tiene en materia de probidad financiera y gerencial, brillaría por su redondez narrativa y sería capaz de ensamblar la voluntad popular detrás de su prometedora marca, bien entendidamente gracias al desgaste y a la chupacabrería que exhuda la Concertación.

Sin embargo su aliado político mayoritario, el partido de extrema derecha que es, al mismo tiempo, el partido más votado de Chile, no está dispuesto a hacer llegar al Gobierno un átomo libre de la política y de los negocios que no le reconozca participación mayoritaria en el Directorio gubernamental venidero, que incluso se le pueda independizar a corto plazo y en el mediano que hasta lo condene a un repliegue electoral. No apoyan la instalación con sus votos de un gobierno de derecha moderada en temas morales que por lo mismo no se proponga como misión prioritaria revertir la modernización cultural que Chile experimenta desde hace décadas aún con paso de caracol.

Sin la UDI y los demás pechoños recalcitrantes Piñera no será gobierno. Aquí y ahora, entonces, Kast y el amplio sentir derechista chileno se están jugando los alcances de su membresía en el proyecto de Piñera y el precio a pagar por ella. Ésta y otras peleas no les basta darlas internamente sino que deben llevarlas a la tribuna pública para que el candidato entienda que se trata para él de un riesgo electoral concreto y no de amenazas de utilería. La consigna parece ser que si la UDI te lleva al poder es para que gobierne la UDI... y no el judío libertino de Schaulsohn a quién se atribuye la ocurrencia de ésta y de otras exhibiciones de “progresismo” intentadas por Piñera.


La incorporación del movimiento fantoche Chile Primero al circo piñerista amenaza con transformarse para la Alianza RN-UDI en una caída de su muro de Berlín. Schaulsohn es un emblema parecido al Caballo de Troya, con pocos guerreros que penetran sorpresivamente en la mitad de la ciudadela amurallada. No para declarar una guerra, claro está, pero para ganar un derecho de residencia que él y otros vanguardistas pos-transicionales perdieron en las castillos de la Concertación... o cuya pérdida intencionaron para acrecentar su legitimidad en este otro asentamiento de mayor futuro político.

A él, a Flores y al resto del puñado sus antiguos socios políticos los han acusado, por lo bajo, de “traidores” y de “ambiciosos”. Yo los caracterizaría de “oportunistas”. Su lectura del mapa político es que en Chile el poder tenderá a concentrarse en el centro. Conforme se alejan la dictadura y el mito de la recuperación de la democracia, el mercado y su ruptura de los referentes políticos tradicionales se transforman en el lugar predilecto de la convivencia social en desmedro de la solidaridad y de la dominación de clase como fundamentos mobilizadores de la izquierda y la derecha. Ambas coaliciones perderían por tanto fuerza en cuanto sus identidades no vehiculan un discurso aglutinador –valga la redundancia- centrado en el centro. Éste pasaría a transformarse en el espacio principal de disputa por el poder, y no por estarle ancladas ambas coaliciones tienen ellas la capacidad de representarle en el imaginario colectivo.

El centro queda huérfano, es la apuesta de estos estrategas culebreros y su punto de unión con Piñera, y el primero que lo tome en brazos gana la paternidad. Estos iluminados cifran esperanzas en que Piñera sea gobierno y se haga de ese lugar ideológico sacudiéndose progresivamente a la UDI y a su intolerancia extrema, y absorbiendo el ala derechista de la Concertación que no es menor. En otras palabras, ocupar el centro desmembrando ambas coaliciones, incorporando sus troncos y desechando sus extremidades. Los avispados que “se centren” con él serán los elegidos para ejercer el poder durante la etapa que se inicia.

Por ello es que Schaulsohn, carismático, calculador, y con vocación de átomo libre como el propio Piñera, hipotecó su capital político que ya venía cayendo en desgracia, para invertir y hacerse partícipe en una conquista política de magnitudes. La UDI así lo ha ido entendiendo poco a poco, y Longueira y otros talibanes han sido bastante explícitos en exigir públicamente al candidato que se alinee con un ethos ultra conservador. No están dispuestos a ayudar a Piñera a erigirse en líder de esa enorme masa de chilenos hijos reconocidos de la globalización, proclives a una ciudadanía de consumidores y a una moral relativista, transformándolos a ellos en prescindibles y abriéndole las puertas a una manga de aparecidos de dudosa sangre. No de la mano de un personaje como Schaulsohn, tan lejano a su mundo cultural, desinhibido, moralmente liberal, ateo y judío, es decir sobre el cuál no pueden aspirar a ejercer influencias.

Estas son las piezas con que juega Piñera actualmente y su horizonte de rediseño de las alianzas políticas: fundir a mediano plazo el grueso del electorado de la derecha y de la centro-izquierda en un centro liberal económico y valórico que concentre el poder y de lugar a una experiencia similar en términos tácticos mas no ideológicos al fenómeno que encabezó Frei-Montalva en su momento. Esto, si la UDI se lo permite.






Por Hilgo Larton

12 comentarios:

  1. Las estrategias son fundamentales, ahora según la ceci Morel, si gana tatán en su gobierno va a haber "gente apolítica" ja,ja, ahora entre el pechoño reclacitrante de Kast y el camaleónico Schaulsohn, voy a repetir lo que me dijo un amigo hace mucho tiempo "todos tenemos un Opus Dei adentro" así que prefiero a un pechoño, tal vez castrado en temas en donde no va a ceder ni un ápice y que hace medium con Guzmán y emparentado con el difunto Kast chicago Boys pero una sabe que es su postura frente a otro que no sabe con que tallita saldrá ahora, como dice el dicho, mejor diablo conocido que Judío por conocer (capaz que digan que sonó antisemita, no fué la intención).

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  2. Mefisto: Fue antisemita ... (aún sin intención)

    Don Hilgo, me parece certera interpretación, aunque creo que le asigna demasiado valor a los "infiltrados". No creo que Piñera se esté debatiendo entre 2 aguas, seguir el liberinaje schaulsohniano o el fundamentalismo kastiano ... más bien, creo que en su mente de especulador, busca aprovechar a los "recién" llegados para dar imagen de apertura (y así provocar un desmembramiento en parte del electorado aburrido de la Concertación) y conseguir la fuerza sufuciente para reducir a sus molestos compañeros de lista ultra-conservadores ...

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  3. Sí, pero como dice clarito Hilgo Larton, además de lo que crea Piñera, hay que preguntarse qué creen Schaulsohn, Flores, y el propio Allamand, y qué creen Kast, Longueira, Novoa, y no sólo si Piñera aprovecha o no las circunstancias. Allí hay una guerra interna en gestación, si gana Piñera tendrá que resolverla y quizás, como da a entender Hilgo Larton, sea por la vía de sacar a los UDIs.
    Mefisto, definitivamente antisemita tu comentario. Creo que debieras pensarlo dos veces antes de hacerte la chistosa.

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  4. Mefisto, me temo tu comentario fue antijudío e innecesario. Schaulsohn es una cosa y otra es que sea judío, al igual que Lévi-Strauss.

    Ahora la pregunta es si la derecha católica soportará a un judío entre los suyos. Acordémonos que durante el gobierno de Frei –que se supone que es más "progre"– sucedió el episodio en que creo que Pérez Yoma acusó la existencia de una "Troika judía", en alusión, entre otros, a Pablo Halpern.

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  5. ...y en alusión a Schaulsohn y a Rosenblut

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  6. Estimado Hilgo, yo no creo que Piñera tenga en mente ningún proyecto de sociedad a implementar en Chile, la UDI sí. A ver, lo que quiero es que da la impresión de que la estrategía es sólo adscribir a la que la mayoría de la gente parece adscribir (de ahí su presencia en el directorio de Colo-Colo). Lo del proyecto de derecha liberal las pinzas. Además, este método se hace demasiado evidente, lo que hace de Piñera, junto a otras cosas, un muy mal candidato. Al final de cuentas creo que la derecha y la Concerta cuentan para esta pasada con un muy malas cartas.

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  7. Creo -y parece ser la opinión mayoritaria de los comentaristas- que existe una gran diferencia entre aludir al judaismo de Schaulsohn como un elemento que lo aleja de la identidad de extrema derecha católica de la UDI, y hacer bromas con ello, me parece que ahí radica la línea entre un comentario político y un comentario antisemita.
    Respecto de la falta de proyecto de sociedad de Piñera, no comparto esa lectura. Una cosa es que, salvo Arrate, ningún candidato tenga un proyecto de transformación social, otra cosa es decir que no tengan proyecto en absoluto. Gobernar con la UDI de protagonistas o con la UDI como socios secundarios implica dos proyectos de sociedad distintos. Concuerdo en que Piñera ha desplegado una estrategia cundidora, de sumar los votos de centro, pero me parece que detrás hay una disputa de fondo sobre el papel que ocuparán en un eventual gobierno suyo los sectores más reaccionarios de la derecha y los más liberales emigrados de la Concertación. Y ello tiene implicancias más extendidas en el tiempo respecto de si detrás de Piñera se forma o no un referente político mayoritario situado en el centro. Ahí radica el tira y afloje valórico entre el "schaulsohnismo" y los sectores "kastianos". La UDI quisiera creer que el desenlace lógico de un triunfo de Piñera con su apoyo es el posterior triunfo de un candidato de extrema derecha con el apoyo de los sectores de Piñera, una suerte de intra-alternancia tipo Concertación (DC - PS) pero en la derecha. Los liberales de la "nueva derecha" quisieran creer que en el futuro el poder quedará concentrado en un nuevo referente de centro liberal donde los liderazgos están aún vacantes.

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  8. Antes de que empiecen a rasgar vestiduras, agacho la cabeza y entiendo que a lo mejor no se entendió mi último comentario que fué desafortunado, ahora mirado bajo lupa nunca emití un prejuicio ni nada (a no ser que hayan leído sobre el agua),solo puse en evidencia como decía el comentario de las religiones de los personajes en sí que prefería la reclacitrancia de unos que la indefinición de otros.
    Ahora eso pasa por creerse Woody Allen lo cuál me hace preguntarme ¿si una persona que es Judía emite un comentario sobre otra de su misma religión ,suena menos antisemita o no?
    que pasa cuando se burlan contra los Opus Dei tambien es un comentario innecesario??? mmm

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  9. Es cierto que cuando se habla de judíos es como si se pisaran huevos, y tal vez no debería ser para tanto... tal vez, sino se les considerara como los asesinos de NSJ y no hubiera una historia largísima de persecusiones. En tal sentido, creo que un judío tiene derecho a reirse de los judíos, pero un goy no, por todo ese lastre histórico. Es simple un militar no tiene derecho a reirese de un familiar de DD.DD., ni un israelí de un palestino.

    Reirese en cambio de un Opus Dei, no tiene mayor drama, porque –entre otras cosas– ser parte de "la obra" es algo que se elige y porque éstos son los perseguidores.

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  10. Opus Dei es una congregación a la que se adhiere por opción, se les puede criticar por el contenido de sus ideas y por sus expresiones (clasismo, verdad absoluta, etc.). Lo otro son pertenencias nacionales-religiosas, no se elijen sino que se adscribe por herencia sanguínea y no determinan un tipo de idea. Todo Opus Dei es de derecha y tiene una visión social excluyente; judíos, o palestinos, o mapuches los hay de todos los espectros.

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  11. Hilgo, algunos comments:

    1. Creo que los liberales mas jovenes (mas tipo Bellolio que Oscar Godoy) estan decepcionados porque en la derecha esta eleccion tiene mas inercia y status quo que las anteriores. Algunos se iran con MEO en la primera vuelta, antes de volver al redil.

    2. With all due respect, creo que ningun candidato, incluyendo a Arrate, tiene proyecto de transformacion social. Las cosas como son, el Juntos se conforma con sacar a Tellier y hace meses ya que tiene el voto hipotecado con Frei para la segunda vuelta.

    3. Creo que Pinera efectivamente quisiera dar un giro mas liberal, pues en el largo plazo ese es mejor negocio para capturar votos. Los de la UDI estan arrinconados en la derecha y no tienen mucho para donde arrancarse. Pero no puede, porque curiosamente esta campana con candidato unico en la derecha es mas rigida que las anteriores.

    4, Hay una simetria entre derecha y concerta, que no es entre liberales y conservadores, sino entre nuevas generaciones y viejas (ya se, las nuevas tienen mas de 45, ningun merito): en alguno de los dos lados va a haber una noche de cuchillos largos luego de la 2da vuelta (en la 1ra en la concerta si MEO pasa a Frei, lo que se ve dificil)

    5. Creo que la UDI podra extender por un tiempo, o por mucho, esta idea erronea de que su fuerza es en respaldo a sus ideas conservadoras. Es respaldo a su presencia en sectores populares (Longueira approach) y no a su rechazo en cosas que incluso una parte mayoritaria de su electorado apoya (pildora et al)

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  12. Quizás por estar un poco alejado de la derecha criolla no logro ver en detalle como se deshace su madeja.

    Pero me da la sensación que lo de Piñera es más bien un "proyecto" de tipo berlusconiano, acumular poder. En sin mismo con poca doctrina y proyecto claro de sociedad, pero que sirve para quitarle el poder a la concertación.

    Existe en su discurso un proyecto implícito sin duda, y un aliado que tiene clarísimo que quiere hacer, quien verdaderamente está guíado por un proyecto de sociedad (delineado por J.Guzmán). Ellos, además al ser el partido más votado de Chile, no van a dejar que un par de advenedizos "conversos" le quiten protagonismo y distraigan la dirección de la dirección del país.

    Me da la sensación que Piñera al ser un sujeto sin ética, que actúa por ambición, en mucho actuará por inercia (si tiene éxito se quedara con los créditos y si no culpará a la anterior administración), en muchas otras cosas retrodecerá (apertura moral, libertades civiles, pluralismo) tal como pide la UDI ... y en otras se profundizará negativamente (flexibilidad laboral, externalización, privatización), pues él hace gala de su adhesión al "liberalismo" ...

    Sin embargo me cuesta ver en él esta disyuntiva
    entre "liberalismo" y "fundamentalismo", creo que le interesa más acumular poder, si para eso le sirve "hacerse el progresista" lo hará, y si ve que necesitá hacerse el "ultra conversador talibán" lo hará también ...

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