- Evaristo e Hilgo Larton
lunes, 30 de noviembre de 2009
viernes, 27 de noviembre de 2009
jueves, 26 de noviembre de 2009
@diamelaeltit: cómo se urdió el chascarro de La Tercera
Siempre me da gusto cuando desmienten a La Tercera, pero ayer –cuando Arrate salió a negar que su esposa Diamela Eltit haya tuitiedo en contra de MEO– reconozco que también me dio algo de susto.
El caso es que por los avatares de la vida estaba siguiendo a @diamelaeltit en Twitter, quien parecía muy activa en promover a su candidato-marido, por lo que se lo comenté a un amigo periodista terceril, para ver si por ahí le salía un tema. Y le salió no a él, sino a un colega "gracias" a su consejo, quien hizo toda una nota con el siguiente tuiteo: @diamelaeltit: "están nerviosos, inquietos, intranquilos los seguidores de Marco, a las ideas concisas de Jorge Arrate, oponen altanería y violencia".
El desmentido de Arrate es feroz contra La Tercera, se acusó de suplantación de identidad, la cuenta tuiter desapareció y me enteré de todo esto por un correo electrónico de mi amigo en cuestión, quien me informó de todo, sin estar enojado, pues por fortuna cachaba que fue el diario el que falló al no corroborar la fuente (bah qué raro, si esa es práctica habitual de La Tercera, si nunca hay fuentes anónimas) y porque no le llegó reto alguno, que a esa altura ya no era su tema, pese a que él fue el que proporcionó "la fuente".
Alivio, pues el tremendo placer que me produce un tropiezo de Copesa por mi (indirecta) causa no compensa ni dos minutos de mal rato de este amigo mío, de quién no voy a dar el nombre ni seña de identidad alguna, salvo decir que conservó el empleo.
¿Quién habrá sido @diamelaeltit? ni idea, pero sus seguidores y a quien seguía, eran consistentes, y nadie la había cuestionado previamente (aunque después se supo un poco más de la historia), lo que me lleva a reflexionar sobre la infinita capacidad que ofrece internet para crear otras identidades, a veces –aunque postizas– nuevas y legítimas, y a veces falsas y maliciosas.
Ya se habría querido Twitter Fernando Pessoa para dar rienda suelta y galopante a sus heterónimos. Ah, y a propósito de algunas sospechas que apuntan a mi autoría de algunos comentarios posteados por otras identidades; siento defraudarlos, no soy Pessoa.
PD: Cristián Warnken y la defensa del Carné de Identidad para opinar.
El caso es que por los avatares de la vida estaba siguiendo a @diamelaeltit en Twitter, quien parecía muy activa en promover a su candidato-marido, por lo que se lo comenté a un amigo periodista terceril, para ver si por ahí le salía un tema. Y le salió no a él, sino a un colega "gracias" a su consejo, quien hizo toda una nota con el siguiente tuiteo: @diamelaeltit: "están nerviosos, inquietos, intranquilos los seguidores de Marco, a las ideas concisas de Jorge Arrate, oponen altanería y violencia".
El desmentido de Arrate es feroz contra La Tercera, se acusó de suplantación de identidad, la cuenta tuiter desapareció y me enteré de todo esto por un correo electrónico de mi amigo en cuestión, quien me informó de todo, sin estar enojado, pues por fortuna cachaba que fue el diario el que falló al no corroborar la fuente (bah qué raro, si esa es práctica habitual de La Tercera, si nunca hay fuentes anónimas) y porque no le llegó reto alguno, que a esa altura ya no era su tema, pese a que él fue el que proporcionó "la fuente".
Alivio, pues el tremendo placer que me produce un tropiezo de Copesa por mi (indirecta) causa no compensa ni dos minutos de mal rato de este amigo mío, de quién no voy a dar el nombre ni seña de identidad alguna, salvo decir que conservó el empleo.
¿Quién habrá sido @diamelaeltit? ni idea, pero sus seguidores y a quien seguía, eran consistentes, y nadie la había cuestionado previamente (aunque después se supo un poco más de la historia), lo que me lleva a reflexionar sobre la infinita capacidad que ofrece internet para crear otras identidades, a veces –aunque postizas– nuevas y legítimas, y a veces falsas y maliciosas.
Ya se habría querido Twitter Fernando Pessoa para dar rienda suelta y galopante a sus heterónimos. Ah, y a propósito de algunas sospechas que apuntan a mi autoría de algunos comentarios posteados por otras identidades; siento defraudarlos, no soy Pessoa.
PD: Cristián Warnken y la defensa del Carné de Identidad para opinar.
martes, 24 de noviembre de 2009
El debate ausente de la Educación: ¿y los profesores universitarios cuándo?
En este momento que están tan en boga las luchas de los profesores de educación escolar básica y media y por otro lado, las demandas de los estudiantes por una mejor educación, yo me pregunto por qué las universidades están tan calladas. Eso, en instancias cuando aparecen noticias sobre educación y su importancia, y ofertones electorales, pero en las que NUNCA se refieren a las condiciones en que trabajamos los profesores universitarios.
Por eso, quiero contar mi experiencia:
Soy licenciada en alguna de las artes, mención en pedagogía en una U privada, pero fue casi una obligación. Cuando salí del cole entré a la prestigiosa Universidad de Chile con tan mala suerte que me tocó probablemente uno de los peores años de la escuela a la que entré y tuve que salir arrancando… Primero probé otra carrera en la misma Chile y luego me convencí de seguir mi vocación en una privada que me ofrecía profesores destacados y un precio razonable.
Siempre fui cuestionadora de mi escuela y Universidad, pues lógicamente entrar a la U después de 3 años salida del colegio te hace mirar desde otro lugar la educación que recibes y aspirar a mayor excelencia. Desde ese entonces, comencé a observar las grietas que impiden que mejore la calidad de la educación universitaria. Esa mirada crítica se acrecentó desde que terminé la escuela, pues siempre me he vinculado a instituciones de formación superior, porque me gusta enseñar a gente grande y –pese a que en esta aventura de vivir de artista y profe no he tenido mala suerte– he conocido lo que significa ser profesor universitario en instituciones privadas y públicas de nuestro Santiago querido.
NUNCA, en mis 8 años como docente me han contratado en alguna de las instituciones donde he trabajado, salvo en un colegio de alto nivel socioeconómico pude obtener ese beneficio. A lo más he tenido que firmar convenios de 6 meses donde se explicita mi sueldo a honorarios, por una cantidad de meses acotada, siendo ésto incluso una excepción, puesto que en la mayoría de los casos nunca he firmado nada que se le parezca a un contrato.
No es que esté solamente haciendo un reclamo legítimo como cualquier trabajadora, sino que es más grave, porque estas situaciones perjudican la ya santificada enseñanza:
Si yo fuera una profesora chanta, nadie se daría cuenta, a excepción quizá de mis colegas o mis propios estudiantes, quienes podrían pelarme, pero la institución al no contratar se desentiende en absoluto de los profesores que han sido convocados a realizar esta tarea tan importante que es formar futuros profesionales. Además este formato impide que los profesores puedan hacer horas de permanencia, mantener una relación con la escuela más estrecha y discutir sobre los temas relevantes de la formación de los estudiantes, y cuando esto se hace, NO SE PAGA, pese a que el modo supone la lógica de las horas trabajadas.
Me he visto a veces respaldando proyectos que no comparto simplemente porque debo vivir de algo. Una vez en una de estas universidades había una asamblea de profesores y alumnos. Los alumnos alegaban por la poca experticia de un profesor que se les había puesto en una cátedra, (asunto discutible sin duda), pero la respuesta del director dejaba ver que estaba escondiendo la real razón de por qué ponían a un profesor un año y lo podían cambiar al otro… no era por estrategia, si no debido a la poca seriedad de los contratos de trabajo. Bajo estas circunstancias el alumno puede ingresar a una escuela con ciertos profesores y en el camino encontrarse con que se los cambian cuando se les da la gana o porque al profesor un semestre no le resultaron los malabares para armarse un horario sin topes de horas, en ese acto de alta ingenería que es combinar intereses de 4 empleadores distintos.
Quisiera que fuera distinto. Quisiera incidir en la conformación de las escuelas para no ver el proceso sólo desde mi asignatura, sino que desde su globalidad. Quisiera tener tranquilidad los veranos y no inventarme pegas como loca, con la tranquilidad que debieran tener las vacaciones.
Los estudiantes no saben esto, e imaginan acríticamente un proyecto de escuela que está solo en el papel. Los profesores por otro lado sólo se encuentran de vez en cuando en los pasillos o en secretaría y no se puede conformar un gremio que luche por las necesidades básicas de trabajo estable y bien remunerado.
Volviendo al gran debate de educación. Sin duda que los profesores de la educación escolar tienen más beneficios que nosotros y tienen la capacidad de aglutinarse bajo sindicatos para exigir sus derechos y mejorar sus ingresos, a diferencia de la mayoría de los profesores universitarios, quienes tenemos sueldos que siguen siendo los mismos durante años y –lo que es peor– contando con éstos sólo de marzo a diciembre (¿vacaciones?), sin ninguna seguridad de que en marzo del siguiente año tengas de nuevo aquel trabajo.
Creo que es tiempo que esto cambie, que se discuta y se sepa, no sólo por los profesores, también por los estudiantes que merecen la educación por la que pagan y por la que hacen esfuerzos por seguir, porque creen que la universidad los respaldará algún día. La mía no lo ha hecho jamás y puedo asegurar que no es sólo por el hecho de ser privada.
Por eso, quiero contar mi experiencia:
Soy licenciada en alguna de las artes, mención en pedagogía en una U privada, pero fue casi una obligación. Cuando salí del cole entré a la prestigiosa Universidad de Chile con tan mala suerte que me tocó probablemente uno de los peores años de la escuela a la que entré y tuve que salir arrancando… Primero probé otra carrera en la misma Chile y luego me convencí de seguir mi vocación en una privada que me ofrecía profesores destacados y un precio razonable.
Siempre fui cuestionadora de mi escuela y Universidad, pues lógicamente entrar a la U después de 3 años salida del colegio te hace mirar desde otro lugar la educación que recibes y aspirar a mayor excelencia. Desde ese entonces, comencé a observar las grietas que impiden que mejore la calidad de la educación universitaria. Esa mirada crítica se acrecentó desde que terminé la escuela, pues siempre me he vinculado a instituciones de formación superior, porque me gusta enseñar a gente grande y –pese a que en esta aventura de vivir de artista y profe no he tenido mala suerte– he conocido lo que significa ser profesor universitario en instituciones privadas y públicas de nuestro Santiago querido.
NUNCA, en mis 8 años como docente me han contratado en alguna de las instituciones donde he trabajado, salvo en un colegio de alto nivel socioeconómico pude obtener ese beneficio. A lo más he tenido que firmar convenios de 6 meses donde se explicita mi sueldo a honorarios, por una cantidad de meses acotada, siendo ésto incluso una excepción, puesto que en la mayoría de los casos nunca he firmado nada que se le parezca a un contrato.
No es que esté solamente haciendo un reclamo legítimo como cualquier trabajadora, sino que es más grave, porque estas situaciones perjudican la ya santificada enseñanza:
Si yo fuera una profesora chanta, nadie se daría cuenta, a excepción quizá de mis colegas o mis propios estudiantes, quienes podrían pelarme, pero la institución al no contratar se desentiende en absoluto de los profesores que han sido convocados a realizar esta tarea tan importante que es formar futuros profesionales. Además este formato impide que los profesores puedan hacer horas de permanencia, mantener una relación con la escuela más estrecha y discutir sobre los temas relevantes de la formación de los estudiantes, y cuando esto se hace, NO SE PAGA, pese a que el modo supone la lógica de las horas trabajadas.
Me he visto a veces respaldando proyectos que no comparto simplemente porque debo vivir de algo. Una vez en una de estas universidades había una asamblea de profesores y alumnos. Los alumnos alegaban por la poca experticia de un profesor que se les había puesto en una cátedra, (asunto discutible sin duda), pero la respuesta del director dejaba ver que estaba escondiendo la real razón de por qué ponían a un profesor un año y lo podían cambiar al otro… no era por estrategia, si no debido a la poca seriedad de los contratos de trabajo. Bajo estas circunstancias el alumno puede ingresar a una escuela con ciertos profesores y en el camino encontrarse con que se los cambian cuando se les da la gana o porque al profesor un semestre no le resultaron los malabares para armarse un horario sin topes de horas, en ese acto de alta ingenería que es combinar intereses de 4 empleadores distintos.
Quisiera que fuera distinto. Quisiera incidir en la conformación de las escuelas para no ver el proceso sólo desde mi asignatura, sino que desde su globalidad. Quisiera tener tranquilidad los veranos y no inventarme pegas como loca, con la tranquilidad que debieran tener las vacaciones.
Los estudiantes no saben esto, e imaginan acríticamente un proyecto de escuela que está solo en el papel. Los profesores por otro lado sólo se encuentran de vez en cuando en los pasillos o en secretaría y no se puede conformar un gremio que luche por las necesidades básicas de trabajo estable y bien remunerado.
Volviendo al gran debate de educación. Sin duda que los profesores de la educación escolar tienen más beneficios que nosotros y tienen la capacidad de aglutinarse bajo sindicatos para exigir sus derechos y mejorar sus ingresos, a diferencia de la mayoría de los profesores universitarios, quienes tenemos sueldos que siguen siendo los mismos durante años y –lo que es peor– contando con éstos sólo de marzo a diciembre (¿vacaciones?), sin ninguna seguridad de que en marzo del siguiente año tengas de nuevo aquel trabajo.
Creo que es tiempo que esto cambie, que se discuta y se sepa, no sólo por los profesores, también por los estudiantes que merecen la educación por la que pagan y por la que hacen esfuerzos por seguir, porque creen que la universidad los respaldará algún día. La mía no lo ha hecho jamás y puedo asegurar que no es sólo por el hecho de ser privada.
Por Aceregè
Análisis de los e-lectores de El Citizen: ¿Le calza?
Estamos hasta el cuello de falsas encuestas políticas cuyo financiamiento es triangulado en secreto por los comandos y candidatos a través de think tank títeres, universidades tendenciosas y medios de comunicación rastreros, para influir de manera ilegítima sobre la opinión pública.
Citizen Intelligence Research decidió separar la paja del trigo y realizó la que quizás sea la más confiable de las encuestas electorales que se conocen hasta ahora, con una metodología desarrollada y certificada por los mejores centros de investigación del mundo. El margen de error muestral de la encuesta “Qué tipo de elector es usted”, llevada a cabo durante el mes de noviembre, está estimada en 0,7%, algo inédito en Chile.
1. e-lectores de El Citizen
Contrariamente a la derechización creciente del país, El Citizen se ha posicionado en un nicho raro que comprende mayoritariamente corrientes políticas poco representativas de la realidad nacional: el grupo más significativo de la muestra suma 44% y lo compone un e-lectorado de izquierda, cuya mitad es francamente de izquierda, a la vieja usanza. Sin embargo, la presencia de un considerable 17,7% de fachos y medio fachos plantea dos hipótesis: o nos están vigilando de cerca, o por ahí alguien se compró eso de que se trata de un medio pluralista.
Otro dato interesante lo compone el 24,1% de díscolos seguidores de MEO en alguna de sus variantes que cubren el espectro político de derecha a izquierda. La hipótesis verosímil se refiere a su identificación, al igual que la de muchos e-lectores zurdos, con la línea editorial independiente de El Citizen (con el chipe libre de que gozamos los Citizen People) así como con el espíritu anti-establishment, franco y despercutido que resulta de ello.
El discreto 13,5% de concertacionistas propiamente tal plantea tres lecturas: a) para leer El Citizen hay que tener sentido crítico mientras que éste debe escasear para mojar la polera por la Concertación, en cuyo caso hablaremos de una extraña sobre-representación de Concertacionistas entre los e-lectores; b) hay muchos más pro-Concertación que ese octavo del e-lectorado reflejado, pero prefieren ocultar el estigma, en cuya caso hablaremos de una sub-representación culposa (de ahí la escasa afiliación a la categoría "concerta con cesantofobia); c) en realidad no existen concertacionistas dentro del e-lectorado citizeneano pero los picotas y chistositos de Bowen y Tironi resetearon las cookies y desenchufaron el módem reiteradamente para poder votar varias veces. Pero esta última opción es inviable gracias al infalible ® IP Citizen Tracking.
La guinda de la torta: el e-lectorado de El Citizen tiene une fabulosa predisposición a tomar partido en lugar de tirar el poto pa' las moras, lo que se refleja en un magro 4,3% de indecisos, anuladores y otras yerbas niahístas.
2- Primera patita
Coincidente con el punto 1, de acuerdo a nuestra encuesta e-lectoral en primera vuelta gana Arrate con un insólito 44%, seguido por MEO con un ya-lo-quisiera 24,1%. Piñera y Frei ocupan el tercer lugar con empate técnico. Ahora bien, debemos señalar que el error muestral de 0,7% tiene un error de cálculo (se tuvo que hacer a mano, nadie andaba con calculadora) estimado en 5%, lo que da un error general de 3,5%, en cuyo caso Frei podría estar francamente cagado, mordiendo el polvo del 10%.
3- Segunda patita
Como el e-lector de El Citizen no tiene nada de representativo de la identidad política nacional, ni Arrate ni MEO pasan a segunda vuelta a pesar de su estupenda performance en primera. Lo sentimos mucho.
Si sacamos los nulos y demases, los que se muestran abrumadores y expresan sin duda un rechazo total por ambos candidatos de derecha, de todos modos en segunda vuelta Frei más que triplica a Piñera. El DC se empina como ganador en torno a un récord de 76,6%. Esto nos hablaría de una cantidad importante de e-lectores sensible al chantaje del “voto responsable”. Pero entre primera y segunda vuelta los nulos y demases crecen en más de 1000%. Entonces el argumento del “voto responsable” no está penetrando lo suficiente para frenar a Piñera. Una vez más, Frei estaría prácticamente cagado.
4- Trasvasije de primera a segunda vuelta
La mitad de los e-lectores zurdos prefiere votar “pene” antes que darle su voto a Frei. A la inversa, los concertacionistas obedientes le apoyan a pies juntillas. Como los zurdos, la mitad de los díscolos prefiere la opción antisistema antes que apoyar al narigón, y un séptimo prefiere darle su voto a Piñera. O sea que Frei (no recuerdo si ya lo pusimos) está irremisiblemente cagado.
Notemos que Piñera obtiene menos votos que en primera, afectado por el fenómeno vacaciones: un 30% de e-lectores fachos se irá a Zapallar confiado en que los 499 quinientiles poblacionales restantes deben trabajar en enero bajo un sol de mierda y por ende no pueden justificar su alejamiento a más de 300 km de sus respectivos locales de votación. Ellos tampoco estarán a más de 300 km pero ningún juez los va a ir a joder. Aunque el segmento piñerista de El Citizen no es representativo del conjunto, la magnitud del fenómeno de ausentismo estival entrega algunas luces acerca del carácter acomodado que pudiera primar dentro del e-lectorado de El Citizen.
Hipótesis verosímil a trabajar: el e-lectorado de El Citizen huele a ABC1, pese a su abrumadora filiación de izquierda, lo que ciertamente desdice al viejo Marx quien sentenció que las condiciones materiales de la existencia determinan las ideológicas. En fin, puro posmodernismo.
5- Conclusiones
− El Citizen capta un e-lectorado raro, se posiciona en un nicho politizado-crítico-burgués.
− Si sigue fiel a su carácter irreverente, está condenado a no masificarse nunca. Inchalá.
− Por lo mismo, no es sustentable como proyecto emprendedor (que los corresponsales ni sueñen con llegar a obtener ingresos).
− Sin embargo, hay casi un sexto de e-lectores de derecha que pudieran estar dispuestos a capitalizar la empresa para hacerse del directorio y cambiar su giro político (Citizen Piñera).
− Frei está francamente cagado.
Por Hilgo Larton
Citizen Intelligence Research decidió separar la paja del trigo y realizó la que quizás sea la más confiable de las encuestas electorales que se conocen hasta ahora, con una metodología desarrollada y certificada por los mejores centros de investigación del mundo. El margen de error muestral de la encuesta “Qué tipo de elector es usted”, llevada a cabo durante el mes de noviembre, está estimada en 0,7%, algo inédito en Chile.
1. e-lectores de El Citizen
Contrariamente a la derechización creciente del país, El Citizen se ha posicionado en un nicho raro que comprende mayoritariamente corrientes políticas poco representativas de la realidad nacional: el grupo más significativo de la muestra suma 44% y lo compone un e-lectorado de izquierda, cuya mitad es francamente de izquierda, a la vieja usanza. Sin embargo, la presencia de un considerable 17,7% de fachos y medio fachos plantea dos hipótesis: o nos están vigilando de cerca, o por ahí alguien se compró eso de que se trata de un medio pluralista.
Otro dato interesante lo compone el 24,1% de díscolos seguidores de MEO en alguna de sus variantes que cubren el espectro político de derecha a izquierda. La hipótesis verosímil se refiere a su identificación, al igual que la de muchos e-lectores zurdos, con la línea editorial independiente de El Citizen (con el chipe libre de que gozamos los Citizen People) así como con el espíritu anti-establishment, franco y despercutido que resulta de ello.
El discreto 13,5% de concertacionistas propiamente tal plantea tres lecturas: a) para leer El Citizen hay que tener sentido crítico mientras que éste debe escasear para mojar la polera por la Concertación, en cuyo caso hablaremos de una extraña sobre-representación de Concertacionistas entre los e-lectores; b) hay muchos más pro-Concertación que ese octavo del e-lectorado reflejado, pero prefieren ocultar el estigma, en cuya caso hablaremos de una sub-representación culposa (de ahí la escasa afiliación a la categoría "concerta con cesantofobia); c) en realidad no existen concertacionistas dentro del e-lectorado citizeneano pero los picotas y chistositos de Bowen y Tironi resetearon las cookies y desenchufaron el módem reiteradamente para poder votar varias veces. Pero esta última opción es inviable gracias al infalible ® IP Citizen Tracking.
La guinda de la torta: el e-lectorado de El Citizen tiene une fabulosa predisposición a tomar partido en lugar de tirar el poto pa' las moras, lo que se refleja en un magro 4,3% de indecisos, anuladores y otras yerbas niahístas.
2- Primera patita
Coincidente con el punto 1, de acuerdo a nuestra encuesta e-lectoral en primera vuelta gana Arrate con un insólito 44%, seguido por MEO con un ya-lo-quisiera 24,1%. Piñera y Frei ocupan el tercer lugar con empate técnico. Ahora bien, debemos señalar que el error muestral de 0,7% tiene un error de cálculo (se tuvo que hacer a mano, nadie andaba con calculadora) estimado en 5%, lo que da un error general de 3,5%, en cuyo caso Frei podría estar francamente cagado, mordiendo el polvo del 10%.
3- Segunda patita
Como el e-lector de El Citizen no tiene nada de representativo de la identidad política nacional, ni Arrate ni MEO pasan a segunda vuelta a pesar de su estupenda performance en primera. Lo sentimos mucho.
Si sacamos los nulos y demases, los que se muestran abrumadores y expresan sin duda un rechazo total por ambos candidatos de derecha, de todos modos en segunda vuelta Frei más que triplica a Piñera. El DC se empina como ganador en torno a un récord de 76,6%. Esto nos hablaría de una cantidad importante de e-lectores sensible al chantaje del “voto responsable”. Pero entre primera y segunda vuelta los nulos y demases crecen en más de 1000%. Entonces el argumento del “voto responsable” no está penetrando lo suficiente para frenar a Piñera. Una vez más, Frei estaría prácticamente cagado.
4- Trasvasije de primera a segunda vuelta
La mitad de los e-lectores zurdos prefiere votar “pene” antes que darle su voto a Frei. A la inversa, los concertacionistas obedientes le apoyan a pies juntillas. Como los zurdos, la mitad de los díscolos prefiere la opción antisistema antes que apoyar al narigón, y un séptimo prefiere darle su voto a Piñera. O sea que Frei (no recuerdo si ya lo pusimos) está irremisiblemente cagado.
Notemos que Piñera obtiene menos votos que en primera, afectado por el fenómeno vacaciones: un 30% de e-lectores fachos se irá a Zapallar confiado en que los 499 quinientiles poblacionales restantes deben trabajar en enero bajo un sol de mierda y por ende no pueden justificar su alejamiento a más de 300 km de sus respectivos locales de votación. Ellos tampoco estarán a más de 300 km pero ningún juez los va a ir a joder. Aunque el segmento piñerista de El Citizen no es representativo del conjunto, la magnitud del fenómeno de ausentismo estival entrega algunas luces acerca del carácter acomodado que pudiera primar dentro del e-lectorado de El Citizen.
Hipótesis verosímil a trabajar: el e-lectorado de El Citizen huele a ABC1, pese a su abrumadora filiación de izquierda, lo que ciertamente desdice al viejo Marx quien sentenció que las condiciones materiales de la existencia determinan las ideológicas. En fin, puro posmodernismo.
5- Conclusiones
− El Citizen capta un e-lectorado raro, se posiciona en un nicho politizado-crítico-burgués.
− Si sigue fiel a su carácter irreverente, está condenado a no masificarse nunca. Inchalá.
− Por lo mismo, no es sustentable como proyecto emprendedor (que los corresponsales ni sueñen con llegar a obtener ingresos).
− Sin embargo, hay casi un sexto de e-lectores de derecha que pudieran estar dispuestos a capitalizar la empresa para hacerse del directorio y cambiar su giro político (Citizen Piñera).
− Frei está francamente cagado.
Por Hilgo Larton
sábado, 21 de noviembre de 2009
FC se las pone duras a don Choche
Don Jorge, me gusta lo que dice, y como lo dice. Le entiendo clarito cuando explica en simple las inequidades flagrantes de nuestro país. Me gusta que no le de mucha importancia al reitin y se dé permiso de filosofar en sus 30 segundos de tiempo televisivo. Me gusta que cultive un look de Doctor Chapatín y no se tiña el pelo como Frei, que es solo un año menor que usted. Me gusta que le queden grandes los ternos y que no lo vista Atilio Andreotti, aunque tengo la sospecha de que en sus tiempos “renovados” debe haber sido bueno para la corbata italiana. Me gusta que no incluya a su pareja en la campaña. Habla bien de usted y de ella. Me gusta sobre todo que sea usted un político inteligente y culto que se ha permitido cambiar de opinión y de bando algunas veces en su vida. Eso, que en Chile algunos llaman darse vuelta la chaqueta, es en realidad una saludable capacidad de evolucionar con la historia en vez de verla pasar aferrado a convicciones inmutables.
Al mismo tiempo, don Jorge, debo reconocer que durante muchos años usted encarnó para mi el arquetipo del “político corcho”, ese especimen al que nos acostumbró la transición chilena. Ese que siempre sale a flote. Ese capaz de saltar de un cargo a otro sin caerse ni equivocarse. Los nombres son muchos. Los conoce usted y los conozco yo, y casi todo el mundo. Al final de cuentas la Concertación –y posiblemente cualquier coalición exitosa que permanezca tanto tiempo en el poder– termina siendo una libreta de teléfonos donde se agregan algunos pocos nombres (y los apellidos se repiten) y se borran los de los muertos.
Usted es de esa generación que antes del golpe, cuando apenas se empinaba por los 30 (o los veintitantos), ya estaba en la primera línea del poder. Esos (porque en su inmensa mayoría son hombres) que luego de haber sido dirigentes de la FESES, la FECH y las juventudes de sus partidos, estaban listos para Ministro, Director de Empresa Pública o Diputado. Usted, por ejemplo, fue Ministro de Minería de Allende y presidente ejecutivo de Codelco a los 30, en plena nacionalización. ¡Era un niño!
Usted no fue tampoco un exiliado cualquiera. Formaba parte de la elite, de la que hacía trabajo intelectual y tenía acceso a los jerarcas europeos. Además, no daba lo mismo vivir en Roterdam que en Caracas. Le ruego que no me malentienda. No desconozco los costos que implicó el exilio, ni el miedo, ni el desarraigo, ni la pena. Pero es un hecho de la causa que algunos contaron con un mejor pasar que otros.
No olvido tampoco que de los cuatro candidatos a la presidencia, usted es el único que participo activamente en la oposición a la dictadura, que corrió algún riesgo por aquello. Del resto, uno era un niño, y los otros dos unos empresarios exitosos (uno más que el otro) que iban a veces a los actos del Caupolicán para que sus papás los dejaran de molestar.
El 90 usted volvió a estar en la primera línea, esta vez como presidente del recientemente unificado Partido Socialista. No era casual usted fue uno de los artífices de la “renovación”. Tenía facción con su nombre y todo. Usted fue de los que a punta de escuela de verano y congreso ideológico dejaron atrás a Marta Harnecker y el eje Berlín – Moscú – La Habana para acercarse a Touraine y la socialdemocracia europea, más libertaria y desacomplejada con el mercado. No deja de ser irónico que hoy usted se encuentre fuera de la Concertación, y sea un heredero de esa otra izquierda, la que trajo a Chile a Honecker, y deje el partido que usted ayudó a renovar ¿no?
Durante los primeros gobiernos de la Concertación a usted no le faltó qué hacer. Con Aylwin fue Ministro de Educación. Con Frei Ministro del Trabajo y de la SEGEGOB. Con Lagos fue embajador en Argentina. No se puede decir que fuera un Ministro particularmente “díscolo”. No en Educación, donde impulsó el financiamiento compartido. Ni en Trabajo y Previsión Social durante el gobierno menos protector desde el 90 en adelante, el que cerró Lota entre gallos y media noche dejando a miles de mineros “reconvertidos” con un inútil diploma en peluquería. Ni en la SEGEGOB cuando Frei luchaba por traer de vuelta a Pinochet. Sé que no le pareció bien la situación, que pidió ser relevado de sus funciones de vocero y salió del gabinete al siguiente cambio. Todo muy discreto, eso sí. Más del stablishement, imposible.
Lo que más me llama la atención de usted como político, es lo poco que se sometió al escrutinio popular (y lo mal que le fue cuando lo hizo). Recuerdo que en la elección de Alcaldes el '92 –la primera en que participé como votante– usted salió electo Concejal por Santiago tras perder la alcaldía ante Ravinet (por paliza). A los pocos días renunció para reciclarse en el gobierno como Ministro de Educación. Un cálculo de racionalidad política, aunque bastante despreciativo de sus electores. De ahí en adelante, y hasta el ano 2006 en que corrió sin mucha suerte –ni mucho esfuerzo según dicen– en la senatorial por la IV, usted no participó de otra elección ni sometió su liderazgo político a escrutinio popular. Fíjese que hay algo que me gusta particularmente de muchas democracias parlamentarias: esa regla –a veces tácita– que indica que todo dirigente partidario o alto personero de gobierno, tiene que ser validado electoralmente en alguna parte. Si no lo elige alguien, aunque sea como alcalde de Cobquecura, no participa. En Chile definitivamente no es así. Pregúntele a Insulza, Correa, Belisario o Pérez Yoma.
Por todo lo anterior debo reconocer que me sorprendió su última su evolución filosófica y la aventura política que lo acompaña. Me sorprendió y me confundió. Hay algo que no me calza. Aunque fue un buen golpe, lleno de simbolismo el que “se llevara” con usted a Altamirano. Me imagino en su (ex) cultura partidaria eso es como llevarse las reliquias de la familia.
Estoy seguro que usted prefiere quedarse en la comodidad de su casona ñuñoína leyendo, cocinando, jugando con Tintán o conversando con Diamela, en vez de andar recorriendo el país durmiendo en hoteles de bajo presupuesto. Usted no es un “campañero” de esos a los que le sube la adrenalina con las proclamaciones y las batallas electorales.
Usted fue uno de los autores intelectuales del quiebre de la alianza histórica PC – PS que defendía Almeyda (el Cloro, no el Ciudadano que regenta este pasquín). Le debe haber resultado difícil optar por un alineamiento con el más dogmático y anti-revisionista de los partidos de la izquierda chilena. Aunque sea el resultado de un largo período de reflexión académica, descorchización y contactos con élites “extraparlamentarias” desde la rectoría del Arcis.
Pero no soy inocente, don Jorge, usted es un político sumamente racional. Creo que su función ha sido la de construir un puente entre esos dos mundos. Usted no abandonó la Concertación, sino que partió en busca del PC para una mayoría, en una operación que llevaba mucho tiempo en evolución, pero que se precipitó cuando Eduardo todavía respiraba tranquilo y no estaba dejando títere con cabeza. Cuando el PC y sus dirigentes se dieron cuenta que pasaría una generación más –la de ellos– sin entrar al Congreso. Omisión contra respaldo en segunda vuelta. Negocio redondo. Demasiado obvio como para no haberse hecho antes. Pero en esa época el PC lo hacia gratis. Porque el PC es un partido responsable y disciplinado.
Y mala suerte si tras las negociaciones del pacto contra la exclusión al Juntos Podemos le quede poco de “Juntos”. Porque reconozcamos al menos que desde que Tomás y los humanistas se mandaron cambiar, se ha notado menos desenfado, crítica y discurso ambientalista en el pacto, y un poco más de las caras adustas y los chalecos plomos de Tellier y Carmona.
El problema creo yo, es que este acuerdo se pagó por adelantado (4 diputaciones, un par caladas), y ya usted no tenía mucho espacio para pedir algo más. Ni al PC una renovación de su repertorio ideológico, operativo y discursivo, que le hace falta a gritos. Ni a la Concertación compromisos programáticos relevantes a cambio del apoyo. Porque el programa –como ya lo comunicó el propio Frei– es hacer “lo mismo que la Bachelé” y eso no incluye ni asamblea constituyente, ni nacionalización del cobre. Na' e na'.
Creo que usted ha sido muy digno en esto. Porque no debe ser fácil ser candidato de una coalición en que el principal –y único- partido le da poca pelota, y está más preocupado de confirmar su apoyo en segunda vuelta a Frei. Fíjese que escribiendo esta carta se me ocurrió ir a consultar El Siglo en la Web. No le entregan un apoyo muy entusiasta que digamos. Si al menos ocuparan los espacios libres de la portada en que ofrecen venta de publicidad para poner un afichito suyo en lo que queda de campaña. Si lo hace La Nación ¿por qué no?
A diferencia de lo que plantean los analistas, creo que usted no tiene la libertad de “decir lo que quiera”. En realidad, creo que se mueve en un margen estrecho que le permita hacer posible la alianza de segunda vuelta sin desperfilar al PC en la primera ni bajar del 5%. No puede ser lo suficientemente puntudo para decir que la Concertación de Frei es otra cara de la derecha, como sí se dijo con Bachelet y con Lagos. Es irónico ¿no? Y por su flanco izquierdo, le ha tocado decir y callar cosas a contrapelo. Porque en realidad no creo que le haga mucha gracia a estas alturas decir que Cuba es una democracia de un tipo especial. Si no lo pensaba en 1990, no sé qué lo pueda haber hecho cambiar de opinión en 2009. A alguien de su peso intelectual, me imagino que la monserga bolivariana la debe encontrar un poco primitiva. Y presiento que tener a Jaime Gajardo de su lado no es algo que lo llene particularmente de orgullo e inspiración.
Y supongo que debe morderse la lengua para no decirle a Frei lo idiota que lo encuentra, y al contrario, hacer en su nombre cosas que cualquier político con oficio debiese poder saber hacer por sí mismo: pero él no lo es. Supongo que debe haberle dado un poco de pudor cuando en un debate anterior, el susodicho le gritaba "¡Bien Ministro!”
Pero así las cosas, su candidatura desgraciadamente nació hipotecada. Así que no podrá decir mucho del inmovilismo de la Concertación, de su conservadurismo, de lo difícil que es entrar o salir de la famosa libretita de teléfonos y de lo poco que en realidad le importa “la gente” a las elites del sector. Ni de la vergüenza que significa que un país mayoritariamente progresista termine eligiendo a un tipo mediocre, que donó el sueldo para el golpe, y cuyo mérito principal es ser el menos de derecha de dos candidatos derechistas.
Yo soy de los que tuvo la impresión –don Jorge, viéndolo en el último debate– que usted ya tiró la toalla, que ya no sigue disputando votos. Como si esta elección –al igual que todas– no se tratará de sacar la mayor cantidad de votos posibles. Me pareció que su nueva tarea es hacer lo posible para que Frei pase a la segunda vuelta, y eso implica neutralizar a MEO ahora, y levantar con fuerza la tesis del “mal menor”. Eso es racional, pero incompatible con la idea de que la suya es una candidatura progresista.
Le aclaro que yo posiblemente haré lo mismo. Votaré en la segunda vuelta por Frei sabiendo que si gana, los corchos volverán a salir a flote, convencidos de que en el fondo lo han hecho regio y pueden seguir haciendo lobby y haciendo taco por otros cuatro años. Esta vez, con el más mediocre de los suyos a la cabeza. Y yo votaré por él. Pero con una rabia y frustración y desesperanza que ni le explico. Porque si gana será insoportable, y si pierde, un poco peor. Así que en primera vuelta, al menos ahí, si pudiera votar –porque fíjese que vivo afuera y no tengo derecho hasta que llegue a Chile– sería “irresponsable” y lo haría por el que más los asuste y haga rabiar e –iluso yo– arrepentirse de tanta cosa mal hecha. Ese sería su castigo.
Don Jorge, le deseo suerte y ojalá que saque hartos votos (en mi casa hay varios que van por usted), póngale empeño. No contará con el mío, eso sí.
Atentamente,
PS (post scriptum): ¡Y no vaya a tener la mala idea de aceptar un Ministerio si se lo ofrecen!
Por FC
Al mismo tiempo, don Jorge, debo reconocer que durante muchos años usted encarnó para mi el arquetipo del “político corcho”, ese especimen al que nos acostumbró la transición chilena. Ese que siempre sale a flote. Ese capaz de saltar de un cargo a otro sin caerse ni equivocarse. Los nombres son muchos. Los conoce usted y los conozco yo, y casi todo el mundo. Al final de cuentas la Concertación –y posiblemente cualquier coalición exitosa que permanezca tanto tiempo en el poder– termina siendo una libreta de teléfonos donde se agregan algunos pocos nombres (y los apellidos se repiten) y se borran los de los muertos.
Usted es de esa generación que antes del golpe, cuando apenas se empinaba por los 30 (o los veintitantos), ya estaba en la primera línea del poder. Esos (porque en su inmensa mayoría son hombres) que luego de haber sido dirigentes de la FESES, la FECH y las juventudes de sus partidos, estaban listos para Ministro, Director de Empresa Pública o Diputado. Usted, por ejemplo, fue Ministro de Minería de Allende y presidente ejecutivo de Codelco a los 30, en plena nacionalización. ¡Era un niño!
Usted no fue tampoco un exiliado cualquiera. Formaba parte de la elite, de la que hacía trabajo intelectual y tenía acceso a los jerarcas europeos. Además, no daba lo mismo vivir en Roterdam que en Caracas. Le ruego que no me malentienda. No desconozco los costos que implicó el exilio, ni el miedo, ni el desarraigo, ni la pena. Pero es un hecho de la causa que algunos contaron con un mejor pasar que otros.
No olvido tampoco que de los cuatro candidatos a la presidencia, usted es el único que participo activamente en la oposición a la dictadura, que corrió algún riesgo por aquello. Del resto, uno era un niño, y los otros dos unos empresarios exitosos (uno más que el otro) que iban a veces a los actos del Caupolicán para que sus papás los dejaran de molestar.
El 90 usted volvió a estar en la primera línea, esta vez como presidente del recientemente unificado Partido Socialista. No era casual usted fue uno de los artífices de la “renovación”. Tenía facción con su nombre y todo. Usted fue de los que a punta de escuela de verano y congreso ideológico dejaron atrás a Marta Harnecker y el eje Berlín – Moscú – La Habana para acercarse a Touraine y la socialdemocracia europea, más libertaria y desacomplejada con el mercado. No deja de ser irónico que hoy usted se encuentre fuera de la Concertación, y sea un heredero de esa otra izquierda, la que trajo a Chile a Honecker, y deje el partido que usted ayudó a renovar ¿no?
Durante los primeros gobiernos de la Concertación a usted no le faltó qué hacer. Con Aylwin fue Ministro de Educación. Con Frei Ministro del Trabajo y de la SEGEGOB. Con Lagos fue embajador en Argentina. No se puede decir que fuera un Ministro particularmente “díscolo”. No en Educación, donde impulsó el financiamiento compartido. Ni en Trabajo y Previsión Social durante el gobierno menos protector desde el 90 en adelante, el que cerró Lota entre gallos y media noche dejando a miles de mineros “reconvertidos” con un inútil diploma en peluquería. Ni en la SEGEGOB cuando Frei luchaba por traer de vuelta a Pinochet. Sé que no le pareció bien la situación, que pidió ser relevado de sus funciones de vocero y salió del gabinete al siguiente cambio. Todo muy discreto, eso sí. Más del stablishement, imposible.
Lo que más me llama la atención de usted como político, es lo poco que se sometió al escrutinio popular (y lo mal que le fue cuando lo hizo). Recuerdo que en la elección de Alcaldes el '92 –la primera en que participé como votante– usted salió electo Concejal por Santiago tras perder la alcaldía ante Ravinet (por paliza). A los pocos días renunció para reciclarse en el gobierno como Ministro de Educación. Un cálculo de racionalidad política, aunque bastante despreciativo de sus electores. De ahí en adelante, y hasta el ano 2006 en que corrió sin mucha suerte –ni mucho esfuerzo según dicen– en la senatorial por la IV, usted no participó de otra elección ni sometió su liderazgo político a escrutinio popular. Fíjese que hay algo que me gusta particularmente de muchas democracias parlamentarias: esa regla –a veces tácita– que indica que todo dirigente partidario o alto personero de gobierno, tiene que ser validado electoralmente en alguna parte. Si no lo elige alguien, aunque sea como alcalde de Cobquecura, no participa. En Chile definitivamente no es así. Pregúntele a Insulza, Correa, Belisario o Pérez Yoma.
Por todo lo anterior debo reconocer que me sorprendió su última su evolución filosófica y la aventura política que lo acompaña. Me sorprendió y me confundió. Hay algo que no me calza. Aunque fue un buen golpe, lleno de simbolismo el que “se llevara” con usted a Altamirano. Me imagino en su (ex) cultura partidaria eso es como llevarse las reliquias de la familia.
Estoy seguro que usted prefiere quedarse en la comodidad de su casona ñuñoína leyendo, cocinando, jugando con Tintán o conversando con Diamela, en vez de andar recorriendo el país durmiendo en hoteles de bajo presupuesto. Usted no es un “campañero” de esos a los que le sube la adrenalina con las proclamaciones y las batallas electorales.
Usted fue uno de los autores intelectuales del quiebre de la alianza histórica PC – PS que defendía Almeyda (el Cloro, no el Ciudadano que regenta este pasquín). Le debe haber resultado difícil optar por un alineamiento con el más dogmático y anti-revisionista de los partidos de la izquierda chilena. Aunque sea el resultado de un largo período de reflexión académica, descorchización y contactos con élites “extraparlamentarias” desde la rectoría del Arcis.
Pero no soy inocente, don Jorge, usted es un político sumamente racional. Creo que su función ha sido la de construir un puente entre esos dos mundos. Usted no abandonó la Concertación, sino que partió en busca del PC para una mayoría, en una operación que llevaba mucho tiempo en evolución, pero que se precipitó cuando Eduardo todavía respiraba tranquilo y no estaba dejando títere con cabeza. Cuando el PC y sus dirigentes se dieron cuenta que pasaría una generación más –la de ellos– sin entrar al Congreso. Omisión contra respaldo en segunda vuelta. Negocio redondo. Demasiado obvio como para no haberse hecho antes. Pero en esa época el PC lo hacia gratis. Porque el PC es un partido responsable y disciplinado.
Y mala suerte si tras las negociaciones del pacto contra la exclusión al Juntos Podemos le quede poco de “Juntos”. Porque reconozcamos al menos que desde que Tomás y los humanistas se mandaron cambiar, se ha notado menos desenfado, crítica y discurso ambientalista en el pacto, y un poco más de las caras adustas y los chalecos plomos de Tellier y Carmona.
El problema creo yo, es que este acuerdo se pagó por adelantado (4 diputaciones, un par caladas), y ya usted no tenía mucho espacio para pedir algo más. Ni al PC una renovación de su repertorio ideológico, operativo y discursivo, que le hace falta a gritos. Ni a la Concertación compromisos programáticos relevantes a cambio del apoyo. Porque el programa –como ya lo comunicó el propio Frei– es hacer “lo mismo que la Bachelé” y eso no incluye ni asamblea constituyente, ni nacionalización del cobre. Na' e na'.
Creo que usted ha sido muy digno en esto. Porque no debe ser fácil ser candidato de una coalición en que el principal –y único- partido le da poca pelota, y está más preocupado de confirmar su apoyo en segunda vuelta a Frei. Fíjese que escribiendo esta carta se me ocurrió ir a consultar El Siglo en la Web. No le entregan un apoyo muy entusiasta que digamos. Si al menos ocuparan los espacios libres de la portada en que ofrecen venta de publicidad para poner un afichito suyo en lo que queda de campaña. Si lo hace La Nación ¿por qué no?
A diferencia de lo que plantean los analistas, creo que usted no tiene la libertad de “decir lo que quiera”. En realidad, creo que se mueve en un margen estrecho que le permita hacer posible la alianza de segunda vuelta sin desperfilar al PC en la primera ni bajar del 5%. No puede ser lo suficientemente puntudo para decir que la Concertación de Frei es otra cara de la derecha, como sí se dijo con Bachelet y con Lagos. Es irónico ¿no? Y por su flanco izquierdo, le ha tocado decir y callar cosas a contrapelo. Porque en realidad no creo que le haga mucha gracia a estas alturas decir que Cuba es una democracia de un tipo especial. Si no lo pensaba en 1990, no sé qué lo pueda haber hecho cambiar de opinión en 2009. A alguien de su peso intelectual, me imagino que la monserga bolivariana la debe encontrar un poco primitiva. Y presiento que tener a Jaime Gajardo de su lado no es algo que lo llene particularmente de orgullo e inspiración.
Y supongo que debe morderse la lengua para no decirle a Frei lo idiota que lo encuentra, y al contrario, hacer en su nombre cosas que cualquier político con oficio debiese poder saber hacer por sí mismo: pero él no lo es. Supongo que debe haberle dado un poco de pudor cuando en un debate anterior, el susodicho le gritaba "¡Bien Ministro!”
Pero así las cosas, su candidatura desgraciadamente nació hipotecada. Así que no podrá decir mucho del inmovilismo de la Concertación, de su conservadurismo, de lo difícil que es entrar o salir de la famosa libretita de teléfonos y de lo poco que en realidad le importa “la gente” a las elites del sector. Ni de la vergüenza que significa que un país mayoritariamente progresista termine eligiendo a un tipo mediocre, que donó el sueldo para el golpe, y cuyo mérito principal es ser el menos de derecha de dos candidatos derechistas.
Yo soy de los que tuvo la impresión –don Jorge, viéndolo en el último debate– que usted ya tiró la toalla, que ya no sigue disputando votos. Como si esta elección –al igual que todas– no se tratará de sacar la mayor cantidad de votos posibles. Me pareció que su nueva tarea es hacer lo posible para que Frei pase a la segunda vuelta, y eso implica neutralizar a MEO ahora, y levantar con fuerza la tesis del “mal menor”. Eso es racional, pero incompatible con la idea de que la suya es una candidatura progresista.
Le aclaro que yo posiblemente haré lo mismo. Votaré en la segunda vuelta por Frei sabiendo que si gana, los corchos volverán a salir a flote, convencidos de que en el fondo lo han hecho regio y pueden seguir haciendo lobby y haciendo taco por otros cuatro años. Esta vez, con el más mediocre de los suyos a la cabeza. Y yo votaré por él. Pero con una rabia y frustración y desesperanza que ni le explico. Porque si gana será insoportable, y si pierde, un poco peor. Así que en primera vuelta, al menos ahí, si pudiera votar –porque fíjese que vivo afuera y no tengo derecho hasta que llegue a Chile– sería “irresponsable” y lo haría por el que más los asuste y haga rabiar e –iluso yo– arrepentirse de tanta cosa mal hecha. Ese sería su castigo.
Don Jorge, le deseo suerte y ojalá que saque hartos votos (en mi casa hay varios que van por usted), póngale empeño. No contará con el mío, eso sí.
Atentamente,
PS (post scriptum): ¡Y no vaya a tener la mala idea de aceptar un Ministerio si se lo ofrecen!
Por FC
viernes, 20 de noviembre de 2009
Teatro: Osama
"Osama", el título de la obra, sugiere una puesta en escena de proporciones wagnerianas y temáticas globales, pero no.
"Osama" más bien viene a ser el primer contrapunto –de una serie de varios– para demostrar una de las mayores gracias del teatro independiente: cómo el ingenio y el talento suplen –y hasta reniegan– del despliegue aparatoso de recursos, tanto escénicos como de entelequias discursivas, para alcanzar con cuatro pesos y cinco frases a componer un relato teatral redondo, entretenido y crítico. De tal manera, la obra apela al interior de cada espectador –al enfrentarlo a su propia opresión– quien al llegar se prepara para algo tan ajeno y lejano como el World Trade Center o Afganistán.
Con guiños al absurdo y a la danza contemporánea (ver a Henríquez en Medir la Distancia), Osama camina a contracorriente de la escena chilena actual: donde se imponen los largos discursos y las moralejas encubiertas, los creadores caminan hacia los silencios y misterios de lo cotidiano, logrando –con muy buenas actuaciones– sacudir algo que es más primitivo que la conciencia, y tal vez con un mayor potencial subversivo.
Lamentablemente las funciones se acabarán la próxima semana y en la pequeña sala que alberga la obra –y que recuerda los tiempos de un teatro santiaguino tan pobre como vigoroso– no caben más de 20 espectadores, por lo que si quiere ir hay que apurarse y llamar al El lugar se llama Casa Matriz (¿en honor a la extinta escuela porteña La Matriz?) queda en
Creadores:
- Germán Henríquez
- Daniel Marabolí
- Marcia Pavéz
- Alejandro Ruz
- Claudia Saez
Carta abierta al Citizen Almeida, by Hilgo Larton
Nota del editor: Muy a pesar de la dirección de este medio y en aras del pluralismo y la libertad de expresión (para no ser menos que Zegers que tolera a Peña), se publica la siguiente carta, sin aclaraciones ni desmentidos.
Señor Citizen Almeida,
He leído con atención su Carta Abierta a MEO, a ratos me ha regocijado, pero siempre pensando en que usted tiene tejado de vidrio, por lo que en otros párrafos voy a explicarle. Sin embargo, su pluma y arrojo me causaron un exquisito placer. Después de ver cómo los medios tratan con guante blanco al susodicho, en aras de una opinión pública ecuánime celebro su coraje de ir a contracorriente y atreverse a cortarle el pelo al candidato adulto joven. Leyendo los comentarios a su posteo me hago la idea de que usted interpretó un sentimiento bastante extendido y produjo una liberación en sus lectores hartados con la rara inmunidad del díscolo. Pero me pregunto cuándo tomará usted la iniciativa de cortarle un poquito el bigote a Arrate, pues aquí nadie es Ghandi. No se trata de criticar por criticar, sino de poner al candidato de la izquierda bajo un escrutinio severo. Por ahí el hombre sale bien parado, pero el ejercicio habría que hacerlo.
Usted conmina a MEO a demostrarnos que él es un empresario humano, no como el especulador inescrupuloso de Piñera. Su emplazamiento pudiera tener asidero, algunos conocemos de primera fuente algunas historias de despidos injustificados, adeudamiento de finiquitos, recorte unilateral de salarios y trabajadores permanentes sin contratos, vinculadas a la productora del candidato. Pero vendría siendo tarea de los periodistas sacar esos trapitos al sol en lugar de esperar que el interpelado nos revele sus malas prácticas empresariales, y no veo que usted esté haciendo su pega de investigación. Si le interesa el dato, puedo pasarle las coordenadas de una antigua empleada del cineasta que, en una de esas, estaría interesada en hacer pública su verborrea laboral en contra del microempresario.
MEO insiste bastante en su condición de micro o pequeño empresario y conocedor de las trabas que impiden surgir en Chile a las MYPIMES. Usted, como contragolpe, le mete el dedo en la yaga cuando desliza la idea de que su productora resultó ser un emprendimiento fracasado. Lo que deja planteada la pregunta acerca de si se debe ser empresario exitoso para interpretar las necesidades del empresariado. Quizás no. Quizás ser un experimentado mal empresario sea una fuente inapreciable de motivaciones para empujar transformaciones productivas de fértil futuro. Le recuerdo que la economía de este país, aquella de la que nos cachetoneamos a diario, nació en los 80' impulsada por una sarta de empresas que fracasaron con la crisis de la deuda y que se reestructuraron mediante concentración de capitales y transferencia de activos del Estado que nunca fueron reintegrados a sus arcas. Quiero decir que si no es por la trenza de la dictadura y por el crecimiento explosivo de la deuda externa jamás hubiésemos gozado de la estabilidad económica que nos ofrece hoy una clase exitosa de nuevos ricos malos para los negocios pero hábiles para aprovechar las oportunidades. Quizás MEO pueda llevarnos a la gloria de un nuevo episodio de despegue económico a partir de su conocimiento personal de las necesidades del empresariado fracasado que se cuelga de la teta del Estado del que reniega.
¿A propósito, qué tal le va a usted con su empresa? Siéntese, no se vaya a marear: ya sea que El Citizen Almeida no produce ni uno y entonces pierde usted altura moral para pedirle sus balances productivos a MEO, o bien le está entrando platita a través de las publicidades que pone Google en su blog y, puesto que a sus corresponsales no nos llega chorreo alguno, es usted francamente un empresario inescrupuloso.
Me llama la atención que usted le critique a MEO su incongruencia política por que coquetea con el progresismo y con la jerarquía católica a la vez, por que odia la chilenidad aunque dice habérsela ganado con esfuerzo, y otras cosas. Señor, no le pida peras al olmo. MEO es un candidato para quién todo voto es bienvenido, de ello depende su paso a una segunda vuelta. Cuando las acciones de alguien se explican por su racionalidad instrumental, pedirle coherencia política es como buscar bajo las piedras. Por ahí intenta usted compararlo con el espíritu exigente que anima su blog, donde varios casos se han dado de linchamiento intelectual hacia comentaristas o posteadores que han caído en la desgracia de decirse y desdecirse a lo largo de un mismo párrafo. Pero le recuerdo que su supuesta coherencia queda en entredicho cuando uno compara el plagio a la iconografía soviética que encabezan en su blog el gorila belicoso (Prorokov, 1939: “El fascismo: enemigo de la cultura") y las letras cirílicas, insinuando connivencia hacia las huestes del rancio imperio estalinista, con los rumores respecto de los vínculos laborales que lo amarran a usted a los peores intereses del capital foráneo. En tal sentido, usted se parece mucho más al Redactor Linge de Knut Hamsun, que a los criticables Bofill y Zegers, quienes al menos son transparentes en sus truculencias.
Por ahí me pregunto si está usted pensando en seguirle los pasos a MEO e incursionar en la carrera política. Desde ya le digo que no conseguirá votos suficientes ni para representante de los apoderados del curso de su hijo, y que en lo personal no me prestaría para ayudarle a utilizar de trampolín este pasquín al que contribuyo muy a pesar mío. Además, siendo usted un pelagatos sin fortuna ni redes políticas, no veo cómo harían usted y su señora para posicionarse públicamente exhibiendo una imagen de independencia y probidad (tan necesaria para convencer a las masas del bien-fundado de sus propósitos) sin renunciar a sus salarios. Dicho lo anterior, espero tenga usted más respeto por la astucia política de MEO y, en lo posible, saque usted aprendizajes que le puedan ser útiles en sus propias empresas.
Atenciosamente,
Señor Citizen Almeida,
He leído con atención su Carta Abierta a MEO, a ratos me ha regocijado, pero siempre pensando en que usted tiene tejado de vidrio, por lo que en otros párrafos voy a explicarle. Sin embargo, su pluma y arrojo me causaron un exquisito placer. Después de ver cómo los medios tratan con guante blanco al susodicho, en aras de una opinión pública ecuánime celebro su coraje de ir a contracorriente y atreverse a cortarle el pelo al candidato adulto joven. Leyendo los comentarios a su posteo me hago la idea de que usted interpretó un sentimiento bastante extendido y produjo una liberación en sus lectores hartados con la rara inmunidad del díscolo. Pero me pregunto cuándo tomará usted la iniciativa de cortarle un poquito el bigote a Arrate, pues aquí nadie es Ghandi. No se trata de criticar por criticar, sino de poner al candidato de la izquierda bajo un escrutinio severo. Por ahí el hombre sale bien parado, pero el ejercicio habría que hacerlo.
Usted conmina a MEO a demostrarnos que él es un empresario humano, no como el especulador inescrupuloso de Piñera. Su emplazamiento pudiera tener asidero, algunos conocemos de primera fuente algunas historias de despidos injustificados, adeudamiento de finiquitos, recorte unilateral de salarios y trabajadores permanentes sin contratos, vinculadas a la productora del candidato. Pero vendría siendo tarea de los periodistas sacar esos trapitos al sol en lugar de esperar que el interpelado nos revele sus malas prácticas empresariales, y no veo que usted esté haciendo su pega de investigación. Si le interesa el dato, puedo pasarle las coordenadas de una antigua empleada del cineasta que, en una de esas, estaría interesada en hacer pública su verborrea laboral en contra del microempresario.
MEO insiste bastante en su condición de micro o pequeño empresario y conocedor de las trabas que impiden surgir en Chile a las MYPIMES. Usted, como contragolpe, le mete el dedo en la yaga cuando desliza la idea de que su productora resultó ser un emprendimiento fracasado. Lo que deja planteada la pregunta acerca de si se debe ser empresario exitoso para interpretar las necesidades del empresariado. Quizás no. Quizás ser un experimentado mal empresario sea una fuente inapreciable de motivaciones para empujar transformaciones productivas de fértil futuro. Le recuerdo que la economía de este país, aquella de la que nos cachetoneamos a diario, nació en los 80' impulsada por una sarta de empresas que fracasaron con la crisis de la deuda y que se reestructuraron mediante concentración de capitales y transferencia de activos del Estado que nunca fueron reintegrados a sus arcas. Quiero decir que si no es por la trenza de la dictadura y por el crecimiento explosivo de la deuda externa jamás hubiésemos gozado de la estabilidad económica que nos ofrece hoy una clase exitosa de nuevos ricos malos para los negocios pero hábiles para aprovechar las oportunidades. Quizás MEO pueda llevarnos a la gloria de un nuevo episodio de despegue económico a partir de su conocimiento personal de las necesidades del empresariado fracasado que se cuelga de la teta del Estado del que reniega.
¿A propósito, qué tal le va a usted con su empresa? Siéntese, no se vaya a marear: ya sea que El Citizen Almeida no produce ni uno y entonces pierde usted altura moral para pedirle sus balances productivos a MEO, o bien le está entrando platita a través de las publicidades que pone Google en su blog y, puesto que a sus corresponsales no nos llega chorreo alguno, es usted francamente un empresario inescrupuloso.
Me llama la atención que usted le critique a MEO su incongruencia política por que coquetea con el progresismo y con la jerarquía católica a la vez, por que odia la chilenidad aunque dice habérsela ganado con esfuerzo, y otras cosas. Señor, no le pida peras al olmo. MEO es un candidato para quién todo voto es bienvenido, de ello depende su paso a una segunda vuelta. Cuando las acciones de alguien se explican por su racionalidad instrumental, pedirle coherencia política es como buscar bajo las piedras. Por ahí intenta usted compararlo con el espíritu exigente que anima su blog, donde varios casos se han dado de linchamiento intelectual hacia comentaristas o posteadores que han caído en la desgracia de decirse y desdecirse a lo largo de un mismo párrafo. Pero le recuerdo que su supuesta coherencia queda en entredicho cuando uno compara el plagio a la iconografía soviética que encabezan en su blog el gorila belicoso (Prorokov, 1939: “El fascismo: enemigo de la cultura") y las letras cirílicas, insinuando connivencia hacia las huestes del rancio imperio estalinista, con los rumores respecto de los vínculos laborales que lo amarran a usted a los peores intereses del capital foráneo. En tal sentido, usted se parece mucho más al Redactor Linge de Knut Hamsun, que a los criticables Bofill y Zegers, quienes al menos son transparentes en sus truculencias.
Por ahí me pregunto si está usted pensando en seguirle los pasos a MEO e incursionar en la carrera política. Desde ya le digo que no conseguirá votos suficientes ni para representante de los apoderados del curso de su hijo, y que en lo personal no me prestaría para ayudarle a utilizar de trampolín este pasquín al que contribuyo muy a pesar mío. Además, siendo usted un pelagatos sin fortuna ni redes políticas, no veo cómo harían usted y su señora para posicionarse públicamente exhibiendo una imagen de independencia y probidad (tan necesaria para convencer a las masas del bien-fundado de sus propósitos) sin renunciar a sus salarios. Dicho lo anterior, espero tenga usted más respeto por la astucia política de MEO y, en lo posible, saque usted aprendizajes que le puedan ser útiles en sus propias empresas.
Atenciosamente,
-Hilgo Larton
miércoles, 18 de noviembre de 2009
martes, 17 de noviembre de 2009
Citizen Media Research: Los lectores de El Mercurio
Muestra: 322 personas.
Caso: columna de Carlos Peña, titulada Los herederos de Pinochet
Me entretiene El Mercurio. Es lo primero que leo al llegar en las mañanas a la oficina. Es una especie de termómetro para mí. Por lo general sólo hago dos pinchazos de las decenas de opciones noticiosas que presenta día a día y no voy más allá del tercer párrafo. Sin embargo, en los 5 minutos que lo leo me quedo tranquilo. No soy de derecha, ni tampoco comparto su línea editorial conservadora. Creo que es una buena forma de saber sobre qué hablará, qué opinará y discutirá buena parte del mundo letrado de este país.
Pero… “El Mercurio miente”. Sí, por supuesto. Eso lo sabemos hace décadas. Al Mercurio no se va a buscar “la verdad”. Quien lo haga, en ese u otro medio, anda muy perdido. A El Mercurio se va a buscar otra cosa: compañía (ideológica me refiero), buenas plumas (las ha tenido), noticias (muchas de ellas particularmente adobadas a intereses particulares), entretención (la revista de viajes es un buen producto), y otros porque sí, porque El Mercurio siempre ha estado allí.
Bueno, tomaremos a los últimos 322 posteadores de la columna dominical de Carlos Peña, titulada “los herederos de Pinochet”, en la que hace eco de las palabras de Ricardo Lagos en el diario El País, de España. Es un lindo y representativo ejercicio.
Básicamente, Peña pone de manifiesto que muchos de los colaboradores de un eventual gobierno de Piñera participaron del Gobierno militar y si bien hay algunos que son legítimos herederos del dictador, otros no pues ahora no creen las cosas que antes creyeron (ahora sí saben que hubo violaciones a los derechos humanos). Ese es el fondo de la columna.
Al momento de mi revisión, se contaban 322 comentarios. De ellos, cerca de 270 son objeciones a la columna de Peña. 90% de las objeciones están construidas sobre falacias y nociones prefabricadas en las que se hace defensa de Pinochet y la dictadura con argumentos viscerales, y sin atender los argumentos planteados por el columnista.
De los 322 posteos, sólo 5 son conciliadores y en ellos se exponen argumentos con un alto grado de sensatez y sentido común.
Los 47 restantes apoyan a Peña, también con argumentos débiles y poco desarrollados, pues sólo se limitan a hacer eco de lo dicho por el autor o aplauden flojamente su intervención.
Bueno, al hueso. Las más de 300 personas pueden ser tipificadas en una serie de perfiles que, de alguna u otra manera, pueden extenderse, hasta donde el lector lo decida, a los casi 800 mil lectores dominicales de El Mercurio.
El integrista
Castrado, no tiene vida propia. Vive para su dios, añorando los valores perdidos de una patria (es patria, no es país) en decadencia. Sus dimensiones temporales y espirituales entran en severo conflicto: es católico acérrimo, simpatizante o miembro de una de las tantas sectas extremistas teocráticas de Chilistán, y al mismo tiempo capaz de desearle la muerte al prójimo. Tiene relaciones sexuales sólo para procrear. No se permite el placer, carencia que la suple con lecturas bíblicas permanentes que comienzan en la madrugada luego de una ducha fría. Cree en la represión sistemática para defender lo que él considera la verdad, por ello sus diatribas adquieren a ratos tono de amenaza. Se siente en guerra permanente, las 24 horas de cada uno de los 7 días de la semana.
“A esta hora de la mañana 5.05 am espero la publicación digital del El Mercurio, meditando aquí en mi Oratorio las lecturas de hoy. ¡Qué lindo sería el Chile del futuro sin personas como usted! Y se lo digo desde el corazón. ¡Santo Dios!”
“Que pena ahora, que los pútridos de valores, tengan el poder a fuerza de mentiras que han envenenado el alma de la nación. No me extrañaría que en unos años más tengamos que nuevamente defender los pocos valores altruistas que van quedando.”
El racista
Piensa que El Mercurio es un diario que sólo debe ser tribuna y fuente de información de gente blanca. El negrito Peña no tiene nada que hacer acá. No entienden esta innovación del Mercurio de incluir a tipos como estos. Mestizos y morenos deben tener sus propios diarios, sus propias noticias, sus propios debates. El mundo es uno, el de los elegidos, aquellos de buena raza capaces de mirar al futuro.
“La culpa no es la mala memoria, es la mala raza de quienes son capaces de mentir, calumniar y seguir atados al pasado.”
El clasista
Pobres tipos (inferencia, sólo 15% de los comentarios son de féminas), adoran algo que no tienen, apellido de alcurnia, cultura, mundo. Se cuelga de cuanto cóctel se le presente vistiendo camisas Polo bajo el convencimiento que aquello le permite saltarse hacia arriba al menos un par de segmentos socio económicos. Los que él cree que son sus pares se ríen con disimulo de su gesta arribista. Lee El Mercurio sin entender nada debido a su pobrísima comprensión lectora, pero está suscrito hace años, ¡cómo no!
“Cuando dejará de sembrar cizaña? El Senador Jovino Novoa Vásquez es heredero político único de sus propias ideas, un hombre con amplia cultura y con una tradición familiar que naturalmente es la envidia de muchas personas.”
El extremista
Es una categoría curiosa. Adoración absoluta a Pinochet, en su faceta de dictador, ladrón, y criminal. A juzgar por los comentarios, es gente pobremente cultivada. No cuenta con referencias externas más que las canciones de Los Quincheros. El mundo, la vida, es una antes de Pinochet y otra después de Pinochet. Le coloca a su general características inusuales para un ser humano. Sigue viendo al periodo como una guerra civil y al dictador como el salvador de la humanidad.
Incluso, encuentra buenmozo a Pinochet.
“Soy Danielista, Pinochetista, heredero del gobierno militar, seguidor de Don Agusto Pinochet Ugarte, Gran Capitán, 2do. Libertador de mi Patria y es mi guía Espiritual.”
“Estoy orgulloso de ser heredero del más grande chileno de todos los tiempos (después de Prat), mi general Pinochet.”
Hay otros que todo lo dicho anteriormente lo acompañan de un sarcasmo ramplón y ordinario propio de su escasez neuronal y traumas cognitivos varios.
“Desde luego inclúyame ahora mismo, dentro de los herederos de Pinochet, cómo podría ser de otra forma? que haya impedido instalar el comunismo en Chile y la Región entera? Le parece poco? y además si le interesa saber más? , los muertos bien muertos y desaparecidos están. Agradézcanle a Pinochet, que les habría sobrado pueblo, y a su vez faltado caca para darles de comer.”
El empatista Reconoce adhesión a Pinochet de manera indirecta, alcanzando niveles de elaboración intelectual bastante más complejos que sus predecesores, no por ello dejan de ser primitivos. Hace uso del sentido común, aunque parcialmente. Ante la incapacidad de defender a Pinochet, hace de toda la discusión un empate, llegando a unos niveles de infantilismo extremo. El clásico argumento del “tejado de vidrio” ultra sobajeado.
“¿Por qué no se refiere también a que Ricardo Lagos es heredero del Comunismo y de Allende?”
El chupapinga
Por lo general alumno del columnista en la universidad o afín a sus ideas, sólo se limita a aplaudir la intervención del autor. No es dado a hacer aportes y se deja sublimar por lo escrito. Adopta posición ideológica en base a las formulaciones de terceros lo que lo coloca, con cierto orgullo, automáticamente y sin sudor en el mundo de la opinología política. ¡Dejad que los otros opinen por mí! Es su eslogan. No se sabe lo que en verdad piensa. En el caso del alumnado adhiere con nombre y apellido a la columna creyendo que el rector/profesor el lunes en clase lo encontrará más inteligente.
“Excelente columna señor rector, como siempre dando en el clavo".
El mártir
En este circo, hay distintas formas de hacer protesta, claro. Insultando, amenazando, denostando, etc. Hay algunas aún más ridículas. Está el caso de don Rodolfo que le responde a Peña con un pragmatismo inusitado, inmolando su bolsillo (muy valiente el hombre). Ellos también continúan en guerra contra el oscurantismo post Pinochet, sin embargo a punta de tácticas de inteligencia fina.
“He decidido oponerme a que mi hijo postule a la Universidad Diego Portales, incluso debiendo pagar más en otra universidad, solo por el hecho de que Carlos Peña sea su rector. No puede ser buena la educacion impartida en una Universidad dirigida por alguien así".
En fin. Hay tantos perfiles como porteadores. Sin embargo, si hay algo que sacar en limpio, es que:
1.- la gente no sabe leer, ni tampoco escribir. Las faltas de ortografía más groseras se encontraron en aquellas personas con comentarios proclives a Pinochet y la dictadura (las que fueron depuradas por El Citizen para hacerlas comprensibles). Las más absurdas desviaciones del tema central también se encontraron en este segmento.
2.- la gente más virulenta corresponde a los partidarios de Pinochet y la dictadura, a partir de comentarios racistas, fascistas, xenófobos y nacionalsocialistas mezclados con despecho, impotencia y mala leche gratuita.
3.- el nivel de debate general es pobre, tanto en partidarios como en objetores de Pinochet. Podría deberse al insignificante nivel de respeto que se tiene uno y otro bando, sin embargo es producto en gran medida de la falta de claridad y ausencia de lógica en la exposición de los argumentos. Según esta muestra, cerca de 250 comentarios son 100% irracionales y prefabricados, pues están contaminados con fanatismos atávicos y/o religiosos de procedencia estomacal.
4.- el pinochetismo se asume en grados. Hay algunos que dejaron casi completamente de serlo (caso Lavín), otros que lo son a medias (caso Piñera) y otros que los son al 100% (caso Moreira).
Hay quienes resaltan lo glorioso de la dictadura amparados en argumentos de carácter económico y social, mostrando, sin embargo, cierta incomodidad por los crímenes cometidos (“aunque con excesos”, es su frase). Otros sin embargo, ensalzan al dictador, al gobierno y también los crímenes, no sólo justificándolos, sino también celebrándolos.
5.- parte de los posteadores son padres de familia (no es una suposición, varios explicitan esa condición). No hay cómo pensar que su pensamiento, basado en miedos, temores, interpretaciones viscerales, no se vaya a reproducir en las próximas generaciones lectoras de El Mercurio.
Por AAJ
Carta a Marco Enríquez, el "candidato del futuro"
Estimado Marco:
Soy tan joven como tú, incluso menos, y en realidad ninguno de los dos es verdaderamente joven, pues ambos ya estamos pasados hasta para dirigir el INJUV. Andamos por los treinta, y –treintones o treintañeros– tenemos historia y hemos consolidado una visión del mundo que no cambia al primer cambio de estación, al menos por mi parte. Por lo mismo –Marco– tienes chance de ser presidente, porque no naciste ayer, pero insistes en aparecer como si ayer el Señor te hubiese hecho de barro y mandado a cambiar Chile. Está bien, tu edad aparenta juventud al lado de los carcamales de la política de hoy, pero no confundamos lo relativo con lo cierto; y esto es que tú y yo estamos en el otoño de la juventud, y en cuatro años más, cuando puedas volver a competir, tú tendrás 40.
No ahondaré en tu pasado concertacionista, ni te pediré que te hagas cargo de la andanada de provocaciones con las que te hiciste famoso y te ganaste el apelativo de díscolo: Privilegio de juventud, divino tesoro. Ya eres un señor, tienes anillo de oro en el dedo (que sospecho ha crecido de tamaño de un tiempo a esta parte), mujer e hijos, y por sobre todo, tienes el derecho a cambiar y a mudar de opiniones. "Marco aprende", muy bien. Pero me gustaría saber si a lo largo de esta campaña las variaciones de tus juicios responden a la ponderada reflexión de un hombre mayor que Alejandro, Cristo y Carrera, o la ingenería electoral que obliga a un tráfico de conceptos preñados de renuncios.
Dijiste mar para Bolivia, y ahora propones exactamente lo mismo que Cancillería (de la Concertación), dijiste aborto y ahora me entero que de tus 180 leyes presentadas al Congreso hay dos al respecto y contradictorias (¿para que la gente elija? ¡por favor!), lo que me hace dudar honestamente de la calidad de tus propuestas (más no es mejor, eso está claro), hablaste fuerte y claro contra el clero, el papa y el catolicismo, y ahora invocas a Ratzinger y donas tu sueldo a Paternitas (¿cambiarás también tu juicio sobre el matrimonio homosexual?)...
Sobre este último punto –la donación– quiero ir. Dices ser el candidato del futuro, pero yo dudo mucho que éste exista si quien gobierna desconoce el pasado. ¿Sabías Marco lo que costó a las fuerzas democráticas que remuneraran a los parlamentarios? Los conservadores se oponían tenazmente apelando a la dignidad del servicio a Chile, pero defendiendo en verdad el derecho a excluir del Congreso a las personas que viven de su sueldo. Te pagamos todos los contribuyentes –a tí y a todos tus colegas– para que hagas política de manera autónoma, dentro de lo que se incluye –por antonomasia– participar de elecciones. Marco, lo que hiciste no es sólo populista y contradictorio (por eso de aliarte simbólicamente con la Iglesia acudiendo a Paternitas), sino que es profundamente antidemocrático (¿de verdad quieres que todos renuncien a sus sueldos en tiempos de campaña, independientemente de sus patrimonios?) y pone en duda tu independencia. ¿Quién te paga la vida ahora que ni tú ni tu mujer tienen sueldo? Exijo saberlo, para saber a quién le debes tamaño favor.
Ésto, Marco, me lleva preguntarte, por tu clase; esa que puede prescindir del sueldo. No soy resentido ni me da vergüenza ser bastante burgués, pero me llama mucho la atención el gesto de crearte un linaje mezclando los apellidos (capital político) de tus ambos padres. Créeme que tu situación no es algo que me sea ajeno, ni que no entienda la conveniencia de ello, pero ¿no terminas tú –un socialista– de darte cuenta de lo profundamente oligarca del gesto? tan oligarca como eso tan feo que es andar roteando a la gente, y te hace además tan parte de esa familia política que juega a la silla musical, haciendo de tu apuesta de recambio, un acto de cambio de generación de reyes, pero no de dinastía (esa a la que apeló Piñera, cuando te dijo que su familia piñera-chadwick-larraín-gumucio, estaba emparentada con la tuya).
Me llama mucho la atención también tu pasado de empresario, y quisiera saber si en esa etapa de la vida practicabas lo que predicas ¿pagaste sueldos dignos? ¿tu personal estaba contratado o los tenías a boleta? ¿los tratabas con amabilidad? Te pido un testimonio de un trabajador tuyo en la franja, para no llegar a pensar que incluso Piñera es más humano, y así tener algo en qué asirme para votar por tí en segunda vuelta, en el raro caso de que eso pase.
Lo último, que no quiero agobiarte ¿Qué sientes por Chile? Yo al igual que tú, soy producto del exilio. Claro, a mí me tocó Ecuador y no Francia, pero de igual modo no se me impuso Chile como una realidad imposible de escapar. Yo –al llegar– odiaba la bandera y el timbre agudo y gritón de esta gente sin modales, y pensaba que inevitablemente Chile era su dictadura. Pero se me fue pasando y me fui haciendo chileno –pese a que el país todavía me debe el derecho (a mí y a miles de hijos de exiliados, como el mismísimo Lagos Weber) a presentarme a candidato presidencial (no te preocupes, Marco, no quiero hacerlo) por no haber nacido en territorio nacional– y empezó a ser parte de mí esta historia, que entre otras cosas me hizo ser opositor al gobierno de Frei y a fundar este blog. En fin, Marco, si me confiesas que Chile te sigue doliendo pero lo amas, te voy a creer, que a mí también me pasa, pero por favor no me pidas que haga como tú y me enfunde en la bandera.
Soy tan joven como tú, incluso menos, y en realidad ninguno de los dos es verdaderamente joven, pues ambos ya estamos pasados hasta para dirigir el INJUV. Andamos por los treinta, y –treintones o treintañeros– tenemos historia y hemos consolidado una visión del mundo que no cambia al primer cambio de estación, al menos por mi parte. Por lo mismo –Marco– tienes chance de ser presidente, porque no naciste ayer, pero insistes en aparecer como si ayer el Señor te hubiese hecho de barro y mandado a cambiar Chile. Está bien, tu edad aparenta juventud al lado de los carcamales de la política de hoy, pero no confundamos lo relativo con lo cierto; y esto es que tú y yo estamos en el otoño de la juventud, y en cuatro años más, cuando puedas volver a competir, tú tendrás 40.
No ahondaré en tu pasado concertacionista, ni te pediré que te hagas cargo de la andanada de provocaciones con las que te hiciste famoso y te ganaste el apelativo de díscolo: Privilegio de juventud, divino tesoro. Ya eres un señor, tienes anillo de oro en el dedo (que sospecho ha crecido de tamaño de un tiempo a esta parte), mujer e hijos, y por sobre todo, tienes el derecho a cambiar y a mudar de opiniones. "Marco aprende", muy bien. Pero me gustaría saber si a lo largo de esta campaña las variaciones de tus juicios responden a la ponderada reflexión de un hombre mayor que Alejandro, Cristo y Carrera, o la ingenería electoral que obliga a un tráfico de conceptos preñados de renuncios.
Dijiste mar para Bolivia, y ahora propones exactamente lo mismo que Cancillería (de la Concertación), dijiste aborto y ahora me entero que de tus 180 leyes presentadas al Congreso hay dos al respecto y contradictorias (¿para que la gente elija? ¡por favor!), lo que me hace dudar honestamente de la calidad de tus propuestas (más no es mejor, eso está claro), hablaste fuerte y claro contra el clero, el papa y el catolicismo, y ahora invocas a Ratzinger y donas tu sueldo a Paternitas (¿cambiarás también tu juicio sobre el matrimonio homosexual?)...
Sobre este último punto –la donación– quiero ir. Dices ser el candidato del futuro, pero yo dudo mucho que éste exista si quien gobierna desconoce el pasado. ¿Sabías Marco lo que costó a las fuerzas democráticas que remuneraran a los parlamentarios? Los conservadores se oponían tenazmente apelando a la dignidad del servicio a Chile, pero defendiendo en verdad el derecho a excluir del Congreso a las personas que viven de su sueldo. Te pagamos todos los contribuyentes –a tí y a todos tus colegas– para que hagas política de manera autónoma, dentro de lo que se incluye –por antonomasia– participar de elecciones. Marco, lo que hiciste no es sólo populista y contradictorio (por eso de aliarte simbólicamente con la Iglesia acudiendo a Paternitas), sino que es profundamente antidemocrático (¿de verdad quieres que todos renuncien a sus sueldos en tiempos de campaña, independientemente de sus patrimonios?) y pone en duda tu independencia. ¿Quién te paga la vida ahora que ni tú ni tu mujer tienen sueldo? Exijo saberlo, para saber a quién le debes tamaño favor.
Ésto, Marco, me lleva preguntarte, por tu clase; esa que puede prescindir del sueldo. No soy resentido ni me da vergüenza ser bastante burgués, pero me llama mucho la atención el gesto de crearte un linaje mezclando los apellidos (capital político) de tus ambos padres. Créeme que tu situación no es algo que me sea ajeno, ni que no entienda la conveniencia de ello, pero ¿no terminas tú –un socialista– de darte cuenta de lo profundamente oligarca del gesto? tan oligarca como eso tan feo que es andar roteando a la gente, y te hace además tan parte de esa familia política que juega a la silla musical, haciendo de tu apuesta de recambio, un acto de cambio de generación de reyes, pero no de dinastía (esa a la que apeló Piñera, cuando te dijo que su familia piñera-chadwick-larraín-gumucio, estaba emparentada con la tuya).
Me llama mucho la atención también tu pasado de empresario, y quisiera saber si en esa etapa de la vida practicabas lo que predicas ¿pagaste sueldos dignos? ¿tu personal estaba contratado o los tenías a boleta? ¿los tratabas con amabilidad? Te pido un testimonio de un trabajador tuyo en la franja, para no llegar a pensar que incluso Piñera es más humano, y así tener algo en qué asirme para votar por tí en segunda vuelta, en el raro caso de que eso pase.
Lo último, que no quiero agobiarte ¿Qué sientes por Chile? Yo al igual que tú, soy producto del exilio. Claro, a mí me tocó Ecuador y no Francia, pero de igual modo no se me impuso Chile como una realidad imposible de escapar. Yo –al llegar– odiaba la bandera y el timbre agudo y gritón de esta gente sin modales, y pensaba que inevitablemente Chile era su dictadura. Pero se me fue pasando y me fui haciendo chileno –pese a que el país todavía me debe el derecho (a mí y a miles de hijos de exiliados, como el mismísimo Lagos Weber) a presentarme a candidato presidencial (no te preocupes, Marco, no quiero hacerlo) por no haber nacido en territorio nacional– y empezó a ser parte de mí esta historia, que entre otras cosas me hizo ser opositor al gobierno de Frei y a fundar este blog. En fin, Marco, si me confiesas que Chile te sigue doliendo pero lo amas, te voy a creer, que a mí también me pasa, pero por favor no me pidas que haga como tú y me enfunde en la bandera.
lunes, 16 de noviembre de 2009
Neopiratas: la pata por la cara
Resulta increíble la simpleza con que nos explican el mundo los medios de comunicación y, peor aún, que la evidente necesidad que tenemos de sentirnos en el lado de los buenos nos permita tragarnos toda clase de informaciones.
La explicación que inunda los medios de comunicación en España respecto de los piratas somalíes que desde hace una semana tienen secuestrado un pesquero español, es viva prueba del modo que se cocina cualquier explicación del lado oscuro del mundo.
El fenómeno de la piratería somalí no es nada nuevo. Hace más de una década que está haciendo sus prácticas profesionales, efectuando apariciones esporádicas, entre otras, para capturar pesqueros franceses, alemanes, chinos, norteamericanos, y pedir suculentas sumas por dejarlos en libertad.
Los medios de comunicación en la península, y me imagino que en gran parte de Europa y el mundo, explican el conflicto como fruto del caos gubernamental, en el que grupos paramilitares hacen de las suyas con escaso o nulo control de las famélicas autoridades somalíes. Toda explicación oficial se puede resumir en la ecuación: pobreza + hambre + desgobierno = piratas somalíes.
Y es indesmentible. Tan indesmentible que es una obviedad del porte de un pesquero. Ahora, cabe agregar algo importantísimo: Somalía tiene soberanía sobre un espacio considerado de riqueza biomarítima mundial. No hay congelado en el supermercado en cuyo paquete no lea que proviene de esas latitudes. Europa pesca en África y China también lo hace y Estados Unidos y Corea y Rusia y un largo etcétera.
Ante la obviedad que supone el caos político en África podemos suponer también, sobre todo quienes no creemos en la bondad espontánea del ser humano, que todas estas potencias han pescado y faenado en aguas somalíes con o sin permiso, con y sin control, respetando y no respetando las normas de pesca. Pues, según el analista keniata, Bashir Waldo, estas suposiciones de por sí pesimistas, se quedan cortas. (Entrevista a Bashir Waldo: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=84216 ; artículo sobre el tema en Proyect censored : http://www.projectcensored.org/top-stories/articles/tema-n-03-los-piratas-somalies-son-pescadores-en-lucha-contra-el-saqueo-occ/ )
Waldo señala que no sólo han devastado los bancos de peces y por tanto han dejado y siguen dejando sin alimento ni trabajo a los propios somalíes, sino que también barcos provenientes de los países “desarrollados” vierten basuras tóxicas e incluso nucleares en sus aguas. Desde 1991 las comunidades pesqueras somalíes vienen denunciando en la ONU y en la UE estas prácticas criminales, sin obtener ninguna clase de respuesta. Los piratas modernos, por así decirlo, han cambiado la pata por la cara de palo. (Artículo de la Fundación Justicia Medioambiental: http://www.ejfoundation.org/page163.html )
Según Waldo los verdaderos piratas son quienes pescan ilegalmente y por la fuerza, haciendo caso omiso de la autoridad somalí e incluso enfrentándose a ella y a la comunidades costeras “echando agua hirviendo sobre ellos e incluso disparándoles o arrollando sus canoas o barcas de pesca. Estos son problemas que han estado ocurriendo durante mucho tiempo hasta que la comunidad local se ha organizado e incluso ha autorizado la creación de la Guardia Costera Voluntaria Nacional, y que otros (los medios de comunicación) llaman hoy "piratas"”.
Que los pesqueros secuestrados son legales o ilegales poco importa: probablemente para un pescador somalí un barco no se distingue de otro si ambos están vaciando la despensa de mi casa. Según Waldo la gente en Somalía está dividida entre quienes están furiosos y quienes quieren justicia sin lastimar inocentes. Pero la pasividad y el doble estándar a la hora de perseguir a los piratas internacionales está generando más caos y confusión.
Lejos quedan los tiempos del pirata Cristóbal Colón y aquellos en los que los británicos dictaban cátedra sobre el tema, pero la piratería parece que sigue siendo una actividad institucionalizada, soslayada por los organismos políticos internacionales.
Por CC
La explicación que inunda los medios de comunicación en España respecto de los piratas somalíes que desde hace una semana tienen secuestrado un pesquero español, es viva prueba del modo que se cocina cualquier explicación del lado oscuro del mundo.
El fenómeno de la piratería somalí no es nada nuevo. Hace más de una década que está haciendo sus prácticas profesionales, efectuando apariciones esporádicas, entre otras, para capturar pesqueros franceses, alemanes, chinos, norteamericanos, y pedir suculentas sumas por dejarlos en libertad.
Los medios de comunicación en la península, y me imagino que en gran parte de Europa y el mundo, explican el conflicto como fruto del caos gubernamental, en el que grupos paramilitares hacen de las suyas con escaso o nulo control de las famélicas autoridades somalíes. Toda explicación oficial se puede resumir en la ecuación: pobreza + hambre + desgobierno = piratas somalíes.
Y es indesmentible. Tan indesmentible que es una obviedad del porte de un pesquero. Ahora, cabe agregar algo importantísimo: Somalía tiene soberanía sobre un espacio considerado de riqueza biomarítima mundial. No hay congelado en el supermercado en cuyo paquete no lea que proviene de esas latitudes. Europa pesca en África y China también lo hace y Estados Unidos y Corea y Rusia y un largo etcétera.
Ante la obviedad que supone el caos político en África podemos suponer también, sobre todo quienes no creemos en la bondad espontánea del ser humano, que todas estas potencias han pescado y faenado en aguas somalíes con o sin permiso, con y sin control, respetando y no respetando las normas de pesca. Pues, según el analista keniata, Bashir Waldo, estas suposiciones de por sí pesimistas, se quedan cortas. (Entrevista a Bashir Waldo: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=84216 ; artículo sobre el tema en Proyect censored : http://www.projectcensored.org/top-stories/articles/tema-n-03-los-piratas-somalies-son-pescadores-en-lucha-contra-el-saqueo-occ/ )
Waldo señala que no sólo han devastado los bancos de peces y por tanto han dejado y siguen dejando sin alimento ni trabajo a los propios somalíes, sino que también barcos provenientes de los países “desarrollados” vierten basuras tóxicas e incluso nucleares en sus aguas. Desde 1991 las comunidades pesqueras somalíes vienen denunciando en la ONU y en la UE estas prácticas criminales, sin obtener ninguna clase de respuesta. Los piratas modernos, por así decirlo, han cambiado la pata por la cara de palo. (Artículo de la Fundación Justicia Medioambiental: http://www.ejfoundation.org/page163.html )
Según Waldo los verdaderos piratas son quienes pescan ilegalmente y por la fuerza, haciendo caso omiso de la autoridad somalí e incluso enfrentándose a ella y a la comunidades costeras “echando agua hirviendo sobre ellos e incluso disparándoles o arrollando sus canoas o barcas de pesca. Estos son problemas que han estado ocurriendo durante mucho tiempo hasta que la comunidad local se ha organizado e incluso ha autorizado la creación de la Guardia Costera Voluntaria Nacional, y que otros (los medios de comunicación) llaman hoy "piratas"”.
Que los pesqueros secuestrados son legales o ilegales poco importa: probablemente para un pescador somalí un barco no se distingue de otro si ambos están vaciando la despensa de mi casa. Según Waldo la gente en Somalía está dividida entre quienes están furiosos y quienes quieren justicia sin lastimar inocentes. Pero la pasividad y el doble estándar a la hora de perseguir a los piratas internacionales está generando más caos y confusión.
Lejos quedan los tiempos del pirata Cristóbal Colón y aquellos en los que los británicos dictaban cátedra sobre el tema, pero la piratería parece que sigue siendo una actividad institucionalizada, soslayada por los organismos políticos internacionales.
Por CC
Exclusivo nuevo caso de espionaje: Operación Pantaleón
Citizen Almeida Cyber Intelligence Unit ha logrado interceptar una serie de comprometedores mensajes electrónicos transmitidos desde Chile al Perú. Los documentos, presentados aquí en orden cronológico, demuestran que el Gobierno peruano se habría enterado hace más de dos meses de la existencia de un espía pagado por el Gobierno chileno. También revelan que tras un arriesgado operativo de contrainteligencia, decidió guardar la información y proceder a infiltrar en territorio enemigo su mejor hombre, el Capitán de Ejercito Pantaleón Pantoja, mundialmente celebre por su profesionalismo, discreción y meticulosidad.
Las instrucciones del alto mando para el Capitán Pantoja eran precisas.
- INSTALAR BASE EN SANTIAGO JUNTO A UNIDAD DE VISITADORAS.
- INICIAR CONTACTO CON ELEMENTOS ENEMIGOS
- RECOLECTAR INFORMACION MILITAR RELEVANTE.
- REPORTAR INFORMACION A ALTO MANDO.
- MANTENER DISCRECION TOTAL.
Sept. 3 – 2009
A cinco días de aterrizar en Santiago, Capitán Pantaleón Pantoja se reporta e informa instalación y equipamiento de centro de operaciones. Se trata de un Centro de Atención Integral clandestino en el sector Vitacura. Funciona tras fachada de cevichería “Las Delicias del Huáscar” atendida por Pochita, mi Señora (quien no sospecha de los motivos de este traslado). Solicito envío urgente de limas (limones chilenos son malísimos) y de 20 botellas de pisco (acá simplemente no hay). Por motivos de seguridad, este email es enviado desde cabina de internet ubicada en sector Catedral / Bandera.
Sept. 5
Visitadoras Lili, Chuchupe, Lolita, Pechuga y Brasilera ya reportadas. Inicio de entrenamiento en técnicas avanzadas de interrogación tántrico. Establecidos contactos con 2 intermediarios (empleados municipales) que apoyarán las gestiones para obtención de licencia municipal de “Delicias del Huascar” y vista gorda ante Centro de Atención Integral. Les hemos ofrecido ceviche y pisco sour y una prestación simple gratuita.
Sept. 9
Permisos municipales ya cursados. Primeros clientes ya contactados (Empleados municipales enviaron a colegas y amigos). Visitadoras ofrecen ceviche y pisco sour de cortesía previo a prestación. Clientes suelen hacer referencia a proyecto “Pelotón” durante conversaciones. Recabando información para informar en próximo mensaje. Solicito envío de otras 40 botellas de pisco, 5 sacos de cebolla morada y 3 de choclo.
Sept. 11
Mayor del DINE (en adelante OPS-1 , por Operación Pisco Sour) en estado de intemperancia que llega junto a dos compañeros de armas tras una celebración instititucional realiza comentario a recluta Chuchupe durante prestación bucal acerca de potencial compra de misiles Stringer por casi 500 millones de dólares americanos. OPS 1 señala que ejercito chileno tiene derecho a 10% de las ventas del cobre a través de “ley reservada” y que “no saben que hacer con las lucas, compramos la hueá que queramos y estos giles ¡ni se enteran!”. He pedido a Chuchupe confirmar información. No me parece plausible algo así… sería gravísimo.
Sept. 13
La situación es más delicada de lo que esperábamos. Hemos logrado interceptar la señal de televisión codificada del alto mando (en aparato de marca Antu de segunda mano donado por la Municipalidad e Santiago a comunidad peruana local). Es un circuito cerrado de vigilancia sobre reclutas del ya mencionado proyecto Pelotón. La situación es grave. Chile prepara tropas de elite para espiar al Perú. Han logrado reclutar a elementos desesperados: gente de televisión, modelos y deportistas caídos en desgracia y dispuestos a todo por una segunda oportunidad. Entre los miembros del grupo se encuentra el mismísimo sobrino de ex canciller Foxley, posiblemente como comisario político del grupo. También se encuentra joven Kenita Larrain quien contaría con múltiples contactos en Perú. Estamos intentando confirmar se trataría de sobrina de Carlos Larraín, Presidente de Renovación Nacional. Entre los oficiales a cargo se encuentra la esposa de un candidato presidencial.Tras entrenamiento de varios meses, son sacados de la base. Buscarán vincularse a la farándula limeña. Recomendamos seguimiento cercano a equipo de Copa Davis y a Jaime Bayly. Se solicita renovar la anterior solicitud de pertrechos y agregar 25 Lt. de jarabe de goma.
Sept. 25
OPS - 1, ahora cliente frecuente de visitadora Chuchupe comenta durante prestación fist fucking que Ministro de Defensa esta fuera de sus cabales. Indica que poseería gigantesca colección de soldaditos de plomo y material de guerra a escala en sus oficinas y que pasa horas moviendo batallones de lugar. Existen rumores de que estaría consumiendo una mezcla de pólvora y aguardiente (“Chupilca del Diablo”), que se pasea marchando desnudo con una guaripola en la mano por el techo del ministerio de defensa vociferando “y a la próxima operación le vamos a poner “Capitán Lynch” a ver como les queda el ojo a los culiaoh!” Sugerimos reforzar presencia militar peruana en frontera. Actividad en Cevichería es creciente, al igual que la de Centro de Atención Integral. Solicito permiso para reclutar dos mozos ayudantes (peruanos) para atender cevichería y envío de 24 cajas de Incacola.
Oct. 14
Consultor de empresa de comunicación estratégica (OPS - 2) señala a recluta Lolita e Iris durante menage a trois que candidato díscolo “no esta ni ahí con Chile, que le da lata ser chileno y esta huevá la encuentra una picantería”. Nuestras averiguaciones indican que esto quiere decir “no ama a la patria, no siente orgullo y considera al país de baja clase”. Hemos constatado una información aterradora: el joven candidato tendría la misma edad que el Presidente Alan García al asumir su primer mandato. Es peligroso pero posiblemente pro-peruano. Recomendamos negociar. En seguimiento a informes anteriores, nuestras averiguaciones nos llevan a pensar que Recluta Larraín Kenita sería en realidad la hija del Senador UDI Hernán Larraín y hermana del director de la campaña de candidato de la derecha. Solicito verificar calidad de limones, cebollas y choclos enviados en próximo despacho. No es necesario enviar más Incacola, inexplicablemente pareciera no tener éxito entre clientes.
Oct. 27
Operador político de Secretaria General de Presidencia (en adelante OPS - 3) informa a Recluta Pechuga tras prestación francesa que frontera sur de Chile estaría amenazada tras alzamientos mapuches. Ministro del ramo ha recibido la instrucción de comprar “territorios” y calmar situación. Informan que Ministro estaría sufriendo continuos ataques de pánico y exige tres círculos de chequeo a cualquiera que desee acercarse a él. Antes de cada viaje a la Araucanía se le escucha llorar y gritar “piedad” en mapudungun.
Nov. 8
Asesor de Senador oficialista candidato a reelección (en adelante OPS - 4) señala a Recluta Brasileña durante prestación completa que continuidad de coalición está en problemas ante posible perdida de elecciones y confirma decisión de extremar medidas para asegurar continuidad. “O sea, pa no perder la teta, que hagan lo que sea” señaló OPS - 4. Pensamos que se evalúa aplicar la clásica técnica de desviar atención a conflicto bélico para fortalecer apoyo a la coalición gobernante. OPS - 4 también menciona “Ojalá que nos salve la campana del narigón Frei”. Pensamos que Larraín Quenita sería prima Ricardo Larraín, director de campaña. Nuestro análisis indica que recluta Larraín Kenita estaría trabajando para organizar una nueva Campaña de Lima que permita al candidato oficialista (cercano a Alberto Fujimori y sin muchas posibilidades según las encuestas) consagrarse como “héroe de la Patria que venció a los peruanos” y reconquistar la confianza del electorado. Dato confirmado por espía chilena, ganadora de certámen mundial de belleza que sostuvo romance con el chino.
Nov. 12
Hemos interceptado la señal de televisión codificada del candidato de la oposición (desgraciadamente sin sonido) en que aparece en una sala de estrategia militar junto a sus generales y las secretarias de estos. Luego aparece dando un encendido discurso a una multitud en estado manifiestamente alterado. A través de técnicas de lectura de labios identificamos numerosas veces la palabra “Dios”, “mildocientos” y “Chile”. Pensamos que se pueda tratar de un fanático religioso que prepare una invasión sorpresa. Hemos recibido información también que señala que se habría reunido con elementos en retiro del Ejército chileno ofreciendo tratos especiales a cambio de su apoyo. Al parecer el candidato contaría con soporte de extremistas paramilitares (recomiéndase seguimiento a Iván Moreira, Julio Lagos y Sergio Romero). Solicitamos envío de televisión pantalla plana (42`` o más) para mejor seguimiento audiovisual.
Nov. 16
Capitán Pantaleón Pantoja se reporta por última vez. Tal como he informado en comunicaciones anteriores, la posibilidad de invasión es latente, recomiendo cerrar frontera. Por mi parte, solicito la baja anticipada y autorización para permanecer en Chile dedicado exclusivamente a la administración comercial de “Delicias Del Huáscar” y Centro de Atención Integral. Buenas condiciones laborales acá hacen improbable nuestra vuelta al Perú.
Por FC
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