Las simpáticas paranaoias de Farías

Víctor Farías lo hizo nuevamente. El que en sus libros se presenta con toda humildad como “el único latinoamericano que ha producido una discusión histórico-filosófica mundial” sigue probando que la exploración de las extensiones de la doctrina nazi más allá de lo razonable es una teta que parece no acabarse.

Al principio fue Heidegger y sus vinculaciones personales e intelectuales con la doctrina nacional socialista: ninguna novedad (a confesión de parte…).

De ahí pasamos a Allende, otro nazi encubierto –y descubierto por Farías. Resulta que Bigote Blanco fue antisemita (y tan amigo de mi abuelo Jacobo que era, el muy hipócrita) y pro-nazi toda su vida (y por si no lo sabia fue asesinado por un agente cubano por órdenes de Fidel para que no se rindiera). Nada de esto debe sorprender: es sabido que Farías entrega una confianza sin límites a cualquier fuente que confirme sus voluntariosas teorías (bienvenidos sean sin filtrar los archivos de la SS, KGB o Stassi)

Ahora, en clave columna, el filósofo nos vuelve a iluminar, dejando en evidencia los vínculos intrínsecos existentes entre las movilizaciones mapuches –y de cualquier otro movimiento indigenista– y la ideología nazi re-digerida por el marxismo internacional. La columna en cuestión es publicada por el nunca-deja-de-sorprender vespertino de Chile. Y desde el título en adelante, califica como uno de los peores bodrios publicados por la sección mas asquerosa del peor pasquín de Chile (que a estas alturas no se por qué chuchas leo).

Algunas joyitas filosóficas de Farias:

• El marxismo totalitario emergió de la Segunda Guerra Mundial (por que el estalinismo de las grandes purgas de los anos 20 y 30, que se pitió a Bujarin y Trotsky, era democrático, más bien amarillo).

• Los conceptos de etnia y pueblos originarios son “claramente” racistas y nazis. (Ya se cursaron las denuncias al centro Simon Wiesenthal para capturar a Claude Levi Strauss y los descendientes de Malinowsky)

• Para reconstituir sus fuerzas, los marxistas se asocian ahora con ecologistas radicales, neonazis y e indigenistas. (Incluso se los ha visto departiendo animadamente con unos malabaristas rastafari que mueven pitos en el Forestal).

• Las tribus en Estados Unidos juntan platita y se compran hoteles, sin ningún tipo de ayuda. (Porque las leyes de autodeterminación y el reconocimiento federal a mas de 500 gobiernos tribales –incluida la autoridad para hacer cumplir la ley, administrar territorios, manejar presupuesto público y cobrar impuestos– no cuenta)

• Basta que los indígenas hagan uso racional e inteligente de los derechos de una sociedad libre. No como en esos antros nazi-comunistas de Australia y Canadá, donde les andan reconociendo derechos especiales a los perlas… ¡Habrase visto!

Ay Farías, qué vamos a hacer contigo…

Por FC