A riesgo de ser incomprendido y vapuleado, voy a hablar bien de Pablo Longueira, a propósito de su renuncia al comando de Sebatián Piñera y también porque creo que es importante reconocer virtudes en quienes piensan distinto, aunque esas diferencias sean radicales (no olvido que el tipo en cuestión es UDI y ¡Legionario de Cristo!).
Temido y odiado por sus detractores, e incomprendido y despreciado por su sector, es difícil comprender cómo Pablo Longueira sustenta un liderazgo tan sólido, siendo –tras Sebastián Piñera– el hombre más poderoso de la derecha, ya por años. Sin dudas su plataforma política no ha sido las sonrisas ni el rating –en ese sentido es las antípodas de Lavín– sino una extraña y férrea convicción, me atrevería a decir jesuítica, que lo lleva a tener una visión política que muy pocos tienen.
No Jaime
Pese a que tuvo visiones con el fenecido Jaime Guzmán cuando el caso Spiniak era una bolsa de mierda expuesta en el ventilador, Longueira ha sido acaso el único UDI que se atrevió a pensar distinto a este otro extraño líder derechista (quién sin perturbaciones mentales puede idolatrar a un engendro como Guzmán, quien prefirió ser árbitro a jugador y manifestó una clara homosexualidad reprimida, lo que en sí no es malo, pero para los UDI seguro que sí). Mientras que Guzmán aseguraba que la UDI debía aspirar a enquistarse en el poder a través de la influencia y el veto (Constitución del 80' mediante), Longueira creyó que era posible llegar al poder.
No sólo lo creyó, sino que se abocó ciegamente a volcarse a las poblaciones a competir cuadra a cuadra con los comunistas, socialistas y decés, probablemente convencido que hay un gen derechista en el sacrosanto pueblo chileno (seguro conversó con taxistas). Pese a que fue motejado por todos los UDI con rosadas camisas Polo como "Pungueira", casi obtuvo su recompensa, luego de inventar a Lavín, a quien cedió todos los honores y el crédito. En ese tiempo, la UDI, contra todo pronóstico pasó de ser el partido más votado en Las Condes al más votado del país.
No a Sebastián
Lavín perdió, Lagos salió, e inmediatamente –a diferencia de toda la derecha– Longueira decidió hacer una oposición constructiva, salvándole el pellejo al Presidente cuando se hablaba del "término anticipado del Gobierno de Lagos". Quienes sustentaban la que luego Allamand (un tipo con cero ojo político) llamaría la "tesis del desalojo", lo criticaron a rabiar, pero Longueira siguió imperturbable, pues sabe que si la derecha gana debe gobernar para un país que –me atrevería a decir– entitativamente no es derechista (un pueblo a evangelizar, seguramente). Apostaba a ganar con Lavín en un segundo intento y conservar la gobernabilidad. Pero, le salió Piñera al camino.
Longueira desprecia a Piñera, eso es claro, pues éste representa justamente lo que el UDI quiere desterrar de su sector, que es básicamente seguir siendo el brazo político de la llamada "derecha económica", la que nunca va a ser popular, por oportunista, egoísta, dogmática y hasta diría de corte franquista. No olvidemos que Longueira ha sido el único que se ha atrevido a criticar al empresariado por sus prácticas depredadoras, razón por la cual le fue descharcheteada su candidatura presidencial en cuanto lo dijo, lo que prueba que el tipo hablaba en serio.
Podrá la UDI lamentar hoy su posición subordinada, pero pudieron más sus compromisos con el poder económico, que el liderazgo de Longueira quien probablemente siempre sea un incomprendido por sus intentos de cambiar a la derecha (aunque ciertamente sus intentos son bien gatopardescos).
A dónde vas, Pablo
Como sea, en esas filas quedó claro que Larraín y Coloma son unos aficionados al lado del mentado y hoy depositan de nuevo las fichas a Longueira, quien en una jugada hizo temblar a Piñera, más que por los condoros en La Pintana o en la radio de Curicó.
Probablemente Longueira no pretenda devolverle la mano a Piñera y proclamarse a última hora (aunque si baja en las encuestas será mucha la tentación), y lo que está haciendo es intercambiar la presidencial por las parlamentarias. Eso en sí no es un terremoto, pero complica el diseño de Piñera, que busca integrar a Chile Primero, a costillas de la UDI.
El diseño es malo, y probablemente Longueira lo sepa, porque nadie con un dedo de frente se compra la idea de que CH1 es representativo de algo (no se me ocurre a nadie con mayor potencial de impopularidad que Flores y Schaulsohn), por lo que renunciar a poder parlamentario para "desderechizar" a la Alianza es un mal negocio. Malo además, porque aunque funcionara, la UDI perdería influencia y debería negociar a puertas cerradas políticas públicas con liberales que no representan a nadie. O sea, Longueira hizo la pega de las administraciones Larraín y Coloma en un día, y hoy Piñera nuevamente depende de la orientación del dedo pulgar del protagonista de esta columna.
Como subproducto de todo esto, al fin el distrito 21 (Ñuñoa y Providencia) va a ser entretenido y no la habitual aclamación del candidato de consenso de la derecha y el DC que lleve la Concertación, pues la disputa electoral ahí ya está revestida por la lógica de gallito que puede definir el quién es quién de la derecha de los próximos años: Álvarez-Longueira o Monckeberg-Piñera.
En fin, de algún modo Longueira es un quintacolumna de El Citizen, en cuanto a lo que a Piñera se refiere.
jueves, 23 de abril de 2009
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Como huele esto al viejo parlamentarismo belle époque, cuando los liberales eran "de gobierno" o "doctrinarios" y se aliaban con los conservadores y los balmacedistas (¿el PS actual pero de caballeros?) para armar y desarmar ministerios... Yo también le tengo admiración al hombre... Es un pájaro raro, actúa con una estrategia bien blanceada de convicción y conveniencia, pero no se chacrea nunca, no se despeina nunca, salvo cuando "la muñeca le habló"...
ResponderEliminarLo que me llama la atención en "tonteira" es su discurso de los llamados "sectores populares", él y Larraín dicen que su base está en los "sectores populares" ¿que se entiende por eso? ¿es un eufenismo? en una entrevista a la radio Universidad de Chile Larraín dijo esto: "Queremos representar a todos los sectores sociales, pero particularmente al mundo popular, y creemos que nuestras ideas son las que van a terminar con la pobreza. En ese sentido no nos sentimos ni de derecha siquiera, así que eso es una visión de caricatura que no representa lo que somos. Por otra parte, lo que dice
ResponderEliminarrelación con el mundo religioso, y particularmente con la parte conservadora de la Iglesia, Jaime Guzmán decía, cuando ordenaba las ideas fundamentes de la UDI, que somos un partido popular, de la libertad y de orientación cristiana. Esto en el sentido de reconocer los valores del cristianismo, la doctrina social de la Iglesia y sus principales postulados, pero interpretados libremente, sin ninguna dependencia eclesiástica. En eso siempre nos hemos diferenciado de lo que fueron los partidos conservadores y de la propia Democracia
Cristiana, que en forma tácita ha sido la voz de la Iglesia en política durante muchos años. Nosotros somos autónomos, de ninguna expresión religiosa, y reconocemos como inspiración valórica la moral cristiana,
lo cual nos permite reforzar y darle una mayor consistencia a nuestro pensamiento, pero no pretendemos representar a los grupos o sectores." según Longueira se amoñongó con Rn, por dejar de la lado, los sectores populares, mmmmmm ¿qué cresta es eso de los sectores populares? en fin creo que longeira es un Sui Generis en su clase
Personalmente para mí al hablar de "sectores Populares" tiene un dejo de paternalismo...ufff
ResponderEliminarno olvidar que Lagos le devolvio la mano y lo llevo de paseo a ver al papa, cuando canonizaron al tio de la tia sata (la que hacia rezar para que me muriera)
ResponderEliminarHay un cierto mito sobre la Udi, Longueira y los sectores populares. La verdad es bastante menos épica que lo que Longueira señala y lo que esta columna creé. Primero, los "sectores populares" históricamente han sido muchos menos politizados y mucho menos de izquierda, que lo que la izquierda ha querido creer. Al respecto hay trabajos de Mario Garces (de izquierda)bastante decidores . Segundo, la inserción de la udi en las poblaciones se explica en gran medida por la municipalización, y las políticas sociales (entiendase canastas familiares y cosas por el estilo) de la dictadura. Esos espacios institucionales fueron cooptados por las juventudes gremialistas durantes los ochenta, los que les permitió agudizar el ojo sobre el ejercisio del poder a escala municipal, y generar amplias redes clientelísticas. En el fondo no es muy distintos a lo que pasaba en la estructura hacendal antes de la reforma agraria, pero en una versión urbana y un tanto más compleja. Al respecto existe un interesante artículo de la Veronica Valdivia en el último compilado editado por Julio Pinto.
ResponderEliminarBuenos datos Renato.
ResponderEliminarEso sí, que costen que nunca hablé de "sectores populares" sino de poblaciones, y aunque haya sido una estrategia muuuuuy hacendal, fue Longueira quien la implementó, no otro y a pesar de muchos, entre otros ese innombrable de Guzmán.
Desde luego no me compro el discurso pro pobre de la UDI, faltaba más, si es cosa de ver cómo votan por los sueldos mínimos, las pensiones y como alegan si es que se quiere disminuir la evasión de impuestos (nadie habló en Chile de aumentarlos, se comprende).
Mi punto es otro, a parte de sobarle el lomo a uno que pueda hacerle la collera a Piñera, creo que Longueira tiene una visión política de más largo plazo y comprendió el primero que la derecha tiene que ceder si es que quiere obtener el poder.
En suma, prefiero un beato culposo, que un empresario inescrupuloso.
A todo esto ¿alguien sabe algo de Frei?
Yo creo que hay que hablar más de Frei, querido Citizen, su reconversión desde la más pura tecnocracia neoliberal a una suerte de jesuitismo "reloaded" con guiños progre... ¿Qué se está tramando ahí? ¿Cómo entran los barones de los partidos en este cuadro de familia ABC1 socialmente conciente, al que le falta el puro guitarreo? ¿Hidroaysén o no Hidroaysén?
ResponderEliminarEs cierto mi estimado, lo he intentado hacer como 7 veces, pero indeclinablemente me vence el sueño que me provoca el personaje. Tal vez haya un corresponsal piadoso que lo haga por mi.
ResponderEliminarSalú
Lo siento Andrés, comparto el sueño que provoca Frei ... a decir, verdad agradezco estar perdiéndome la campaña presidencial ... eso del fosil reflotado es demasiado (falta que reflote a su primo Frei Bolivar, mira ahí http://www.freibolivar.co.cl/ ) ... del único Frei que podría hablar es de Sebastian Frey, el arquero de la Fiorentina
ResponderEliminar¿Que hace Sebastian Bowen con Frei? sip, este sociólogo ex director de Techos para Chile parece casi como generalisimo...buena forma de matar su imagen ¿que tuvo alguna imagen?, plop, lo de los "sectores populares" lo decía porque ellos mismos lo hablan, concuerdo con Don Renato, la municipalización y sus políticas clientelistas de tercera clase, le dan la batuta a la derecha, tienen más paltita para repartir cositas (notese que en municipio UDI O RN, se ayudan mutuamente en todo el país)
ResponderEliminarRespecto de Longueira: creo que el hombre en verdad tiene visión de República, lo cual le da un campo de acción bastante más amplio, siendo capaz de cuadrar a un partido entero detrás de él, cuando este personaje era presidente de la UDI. Esto le dio seriedad a un partido que por su naturaleza ideológica debería ser un partido de claras minorías, llevándolo a ser el partido más votado de Chile por algunos años.
ResponderEliminarLogró ser un interlocutor de confianza para lograr duras negociaciones para reformar leyes y también la Constitución, "en la medida de lo posible", pero bueh...
En cuanto a Frei... nada que decir de él. parece imperturbable... simplemente porque el tipo es increiblemente FOME... y no hay novedades...
En definitiva ¿Cuáles serán los ejes de discusión de la campaña que posicionará Frei para desenmascarar el conservadurismo valórico de la Derecha?
Se me olvidaba, pregunta idiota, porque en realidad no se diferencian mucho en cuanto a lo Conservador...
esta maldita "doble alma" de la Concertación que igual me tiene con las gónadas inflamadas...
GIOV