Por AAJ (conocer al corresponsal)
Sé que el decir que Piñera compró Chilevisión para hacer campaña es tan novedoso como decir que Mecano fomenta la masturbación adolescente (aunque no necesariamente adolescente) o que la Teletón no es más que el epítome de la feble e hipócrita idiosincrasia chilistaní (me permito hacer uso del término acuñado por GB en episcolarios varios, véase el blog japines).
Bueno, más vale que las cosas queden escritas, con todas sus letras, por más que se sepan o intuyan. Si alguien está aún en pie de señalar lo contrario, esto es, que Piñera compró el canal con el único horizonte de contribuir al bien común de la sociedad y que lo de ver al canal como una sofisticada y potente plataforma de campaña no es más que la pataleta de un come guaguas de izquierda, bueno, le pido que lea este post en caso de no haber visto “úuuuuultima mirada” en la madrugada de hoy 21 de abril.
Pasadas las 00.30 Matías del Río, conductor del programa, sentó en el set a Sebastián Piñera para entrevistarlo a propósito de sus dichos sobre Ema Velasco. Primera acotación, lo que el conductor llamó “entrevista con Sebastián Piñera” no fue una entrevista, sino el descargo de un acusado frente a un periodista que actuó como moderador.
No Matías, lo de anoche fue cualquier cosa, menos una entrevista periodística. Lo que allí hubo fue algo parecido a lo que se da en las barrocas conversaciones de Tomás Cox o de Alfredo Lamadrid los domingos a las 10 de la mañana o 3 de la madrugada, que por cierto, nadie ve (salvo un amigo que está obsesionado con imitar la voz y gestos de Lamadrid).
¿Por qué no fue una entrevista? Aclaro.
1. Un periodista no debe completar las frases de su entrevistado. No Matías, eso está mal y va en contra de cualquier seriedad por más que defiendas a ultranza tu estilo cercano y de camisa arremangada, no puedes ser al mismo tiempo entrevistador y entrevistado. Así como tampoco un fiscal puede actuar simultáneamente como defensor e imputado.
2. Un periodista no debe actuar como entrevistador y como consejero comunicacional para con su entrevistado. No Matías, eso está mal, lo que la gente quiere ver y escuchar cómo el entrevistado responde a tus cuestionamientos y no tus consejos sobre cómo evitar que el entrevistado tropiece a futuro con la misma piedra o tu tirón de orejas para los actuales asesores del candidato.
3. Un periodista no debe suponer de antemano, absolutamente nada. “Parto del supuesto que aquí no hubo malas intenciones”. No Matías, pésimo para partir la entrevista. Con ello (claro, y ahí caigo en cuenta del montaje) dejaste fuera de juego cualquier posibilidad para formular la pregunta, a mi juicio, más importante de todas y que evidentemente no se hizo: ¿Qué le responde a los que señalan que usted hizo manejo electoral del dolor de un ministro y su esposa? O algo por el estilo.
4. Un periodista no debe imponer a su audiencia preguntas propias. No Matías, cuando señalas que todo Chile se está preguntando preocupadamente que si Piñera tendrá o no estos mismos “desatinos” (eufemismo que utilizaste para no decir ambición o voracidad) si es que llega a ser presidente, ello es inaceptable porque yo al menos, que formo parte de tu audiencia, me comía las uñas esperando ver a Piñera justificando su ambición y/o voracidad y jamás, pero jamás, pensé en el peligro que sería tener un posible presidente deslenguado o desatinado.
5. Un periodista no debe hacer preguntas “cloro”, esto es, no debe formular la entrevista de manera de que cada pregunta sirva para blanquear a su entrevistado. Lo que hiciste, Matías, fue entregarle en bandeja a Piñera cada una de las preguntas de modo de dejar bien, pero muy bien explicado (fuera de dobles interpretaciones y de lecturas viciosas) qué dijo y el por qué lo dijo.
Si quisiste hacernos creer anoche que lo que hiciste fue una entrevista: No Matías, eso fue propaganda, pura propaganda.
martes, 21 de abril de 2009
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Mala conciencia o no, hoy Matías en ADN Radio le dio como bombo en fiesta a Piñera y Longueira por sus necrofílicas intervenciones.
ResponderEliminarCapaz no durmió bien el hombre.
Bueno, es que en CHV, qué se puede esperar de una entrevista con tu jefe!
ResponderEliminarYo tampoco cuestionaría públicamente a la mano que me da de comer, a menos que fuera en el contexto de una renuncia.
Yo vi la entrevista ayer y concuerdo plenamente con AA, del Río (a quien no soporto)ni siquiera se procupó de guardar las formas, se percibia una complicidad que rayaba en lo rídiculo. Era claramente una puesta en escena y una muy mal lograda.
ResponderEliminarAclaro que más que poner en cuestión a del Río, que me parece un periodista mas o menos correcto, intento hacer ver cómo éste pasa a ser un instrumento de campaña, dejando de lado todo lo inquisidor que se le ve cuando tiene a otro entrevistado en frente. Tal como dice Renato lo que había allí era complicidad y en relación a lo de Blanca creo que el rol del periodista no es el de cuestionar en el sentido estricto de la palabra. A del Río no se le debe pedir un juicio personal o su visión moral de las cosas, sino hacer valer su rol de entrevistador y evitar que su programa se transforme en una franja política, como sucedió ayer y, en eso, por más que el entrevistador sea su jefe no corre mayor riesgo.
ResponderEliminarAAJ
Vi la entrevista por internet en el sitio web de CHV y sí, fue zalamera a rabiar. Asumió como cabro chico que a Piñera lo sacaron de contexto, que nunca quiso si quiera insinuar una crítica a Velasco, pese a que el texto es categórico "si no hubiese sido la hija de un ministro, estaría muerta". No dijo de un tipo con plata. Dijo un ministro. Matías.
ResponderEliminarSuponer que no hay mala fe por default es tan tonto como suponer que la hay. Lo que cabía era el análisis y chantarle la grabación a tu jefe... para que todos juzgaramos (y no sugerirle que la ponga en la página web, para que se la visiten).
Mal.
En fin.
Muy de acuerdo contigo AAJ, sólo faltó la pregunta inquisidora de Matías diciendo: (Don) Sebastián, usted y sus ministros dejarán que sus hijos mueran?...y luego la respuesta, (con las luces bajas y música sonando)... Sí Matías,tendrán que morir si fuese necesario.
ResponderEliminarEsa entrevista estaba más ensayada que el Cirque du Soleil, o para ponerme a tono con la política cultural de Piñera, que los sketch de Mauricio Flores en Morandé con Compañía.
ResponderEliminarmmmm prefiero ver estado nacional,Tolerancia Cero pasó a ser Tolerancia rancia, desde que se fué Guillé o el schiapa...
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