Por GB
“Paren la imprenta, que con ésta sí que golpeamos a la competencia”, deben haber pensado los ágiles de LUN cuando se les ocurrió llevar el domingo pasado este titular en portada: “Lily Pérez: Estoy hecha un huracán”.
Para el que no entienda a qué alude la frase ni a qué viene la foto con esa pose a lo Titanic pero sin Leonardo DiCaprio punteando a la doncella, sugiero alternativas:
Lily Pérez está hecha “un huracán” porque:
a) le enfurecen los ataques de Frei a Piñera
b) sufre de reflujo
c) viene bajándose del “Twister” de Fantasilandia
d) ¿a quién le importa?
Lo peor de todo es que la alternativa “d” es la más apropiada. Tras leer el artículo, me entero que Lily se identifica con un fenómeno meteorológico sencillamente porque se encuentra, cito: “muy bonita, de verdad”. Tal cual. Esa es toda la noticia. Eso es lo que nos informó la portada de LUN este domingo. Que Lily Pérez se cree rica.
No, no es que recién venga descubriendo a LUN y me sorprenda su estilo pero es que, ¿acaso no había una noticia un poco, sólo un poco, menos tonta para poner en portada? Esto ya cae más bajo que tocar fondo. No es un insulto a la inteligencia porque un titular y un artículo así ni siquiera apelan a la inteligencia. Y no, no es lo mismo que La Cuarta porque La Cuarta es chistosa (o al menos trata de serlo). ¿Acaso Pinilla no se mandó alguna cagada, no apareció otra tribu urbana de adolescentes oligofrénicos, alguna promotora de supermercados con delirio de modelo no protagonizó algún escándalo? Al parecer, no, y si lo hicieron, de todas formas no es tan importante como que Lily esté "hecha un huracán".
Personalmente, Lily Pérez me sugiere otro tipo de fenómenos meteorológicos. Por ejemplo, una tormenta de mierda o un aluvión de caca. Si mal no recuerdo, hasta hace poco Lily era la candidata a alcalde y diputada de derecha que corría (y vivía) en comunas populares de la que todos los miembros más arribistas de su partido solían reírse. Algo así como la Yayita que utilizaban para atraer votos en esas zonas de Santiago donde reclutan a sus empleadas y jardineros. Sin embargo, no sé en qué momento Lily pareció salir sorteada para uno de esos programas tipo Fashion Emergency y comenzó a vestirse de otra manera, actuar de otra manera y hasta ir de candidata por sectores distintos y en cargos más importantes. De un día para otro se convirtió en lo que mi colega AA llama la “primera generación de chilenos con la papa en la boca”, los “new rich” que tuvieron que tomar clases con un fonoaudiólogo para meterse esa papa postiza con la que no nacieron en la boca y emular el habla y las siutiquerías de la gente a la que aspiran ser.
Pero, volviendo al tema, ¿en serio no había otra noticia con qué titular?
yo habría pensado que estaba en celo.
ResponderEliminarImpresentable, realmente...
ResponderEliminar... yo había pensado otra cosa ... algo así como una alteración a la normalidad, confusa e iracunda, que tiene un hoyo donde no sucede nada (tranquilo como el agujero de la tormenta) y que sus aletazos de histeria dejan la cagada (se comprende si no pasa nada) ...
ResponderEliminarDisculpa lo gráfico.
De Edwards & Co., no me sorprende nada ...
pico pa vo ctm la lily perez esta mas rica q la xuxa
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