miércoles, 15 de abril de 2009

eno o = no, karin









Por AAJ


Hace algún tiempo vengo siguiendo con cierto morbo, sí morbo porque sé de antemano que lo que leeré probablemente me haga agarrarme la cabeza a dos manos, las columnas de internacional de Karin Ebensperger (en adelante K.E) en EMOL y, con ello, las lisonjas que dejan sus lectores habituales adobando sus análisis de párvulo con comentarios como: “Karin, siempre inteligente y oportuna”; “Karin, se agradece tu capacidad de leer entrelíneas”; o –de lo más chistoso que he leído el último tiempo (después de la comparación de Lily Pérez con un aluvión de caca)– “Karin, una vez más me entretuve con su columna y no puedo dejar de mencionar que es usted una mujer muy buenamoza. Que tenga una buena semana”, no comments.

Bueno, tomaré el trabajo de desmenuzar con un mínimo de rigor y sentido común su última columna, intitulada: “La ética y el capitalismo deben ir de la mano”. Un tema atingente, sin duda, pero que va contracorriente de cualquier análisis que pudiese aspirar a algún grado de seriedad. ¿Por qué?, bueno simplemente porque es el mismo argumento de J., compañero de curso que cuando nos pidieron un análisis crítico del calentamiento global señaló que las industrias debían emitir gases de efecto invernadero éticamente. Pero vamos a la columna, por partes:

K.E: “Adam Smith publicó en 1772 La riqueza de las naciones” .

NO Karin. Smith publicó La riqueza de las naciones (Investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones) en 1776, no en 1772.


K.E: La riqueza de las naciones es el fundamento teórico del capitalismo y origen del sistema de economía de mercado actual”.


NO Karin, el origen del sistema de mercado actual hay que ir a buscarlo casi 600 años antes de los que señalas, cuando mercaderes de Londres (los “pies polvorientos”), Venecia, Génova, Países Bajos, Marsella y tantos otros lugares recorrían largas distancias para ir en busca de especias y bienes suntuarios que compraban barato en oriente y vendían caro en occidente, lo que les permitía acumular capital; cuando se creó el primer banco en Europa y una serie de instrumentos financieros que se perfeccionan y reproducen en la época en la que tú sitúas el origen de la economía de mercado; más tarde, claro, el protestantismo y su ética del trabajo y una serie de procesos que fueron moldeando el sistema actual antes, muchísimo antes, que el tratado de Smith.
Demás está decir, Karin, que el sistema de mercado actual no surgió espontáneamente, siendo imposible, por ello, dotarlo de un origen definido. Te aseguro que su origen no es el efecto causado por la publicación de un libro. Smith no es Lutero. Basta con la más elemental noción de historia para darse cuenta de eso, Karin. Si crees que Gavrilo Princip es el causante de la Primera Guerra Mundial, te aconsejo cerrar para siempre tus manuales de historia universal y darte cuenta que la historia, en verdad, es mucho muchísimo más compleja que lo que pueda parecer en 250 páginas.

K.E: “Pero también Smith destacaba las obligaciones que tiene el Estado de aplicar regulaciones y de proteger a los más débiles. Todos conceptos olvidados en los casos Enron, Madoff o en Chile en la colusión de las cadenas farmacéuticas para subir el precio de medicamentos esenciales”.


NO Karin, aguanta, dime ¿por qué diantres aparece el Estado en esas estafas?, ¿no es acaso la misma fórmula smithiana (¿?) individuo + interés personal el origen de la riqueza, de esa riqueza ilícita? Me confundes, ¿no estás reconociendo, con ello, que el sistema de mercado es anárquico en sí mismo y que necesita de un Estado que lo dome a punta de regulaciones?, entonces ¿no es suficiente la ética?. Me parece del todo contradictorio que hagas un panegírico del capitalismo y de su ética implícita (y olvidada) y que al mismo tiempo señales que efectivamente el sistema en cuestión está concebido para los más fuertes, y que los débiles deben acogerse al amparo del Estado.


K.E (respuesta): “Adam Smith jamás defendió la idea de una sociedad guiada por la moral del máximo beneficio al mínimo costo sin respeto por el ser humano”.


NO Karin, por más que sea cierto (las intenciones de Smith), no confundas las cosas. La riqueza de las naciones no es a los individuos lo que el evangelio es a los creyentes, un texto normativo modelador de conductas. Creer que porque Adam Smith dijo que o escribió que, no es argumento válido para defender tu tesis de que el capitalismo hoy está en crisis por falta de ética, sindicando a los feligreses del sistema por haberse apartado del texto (o los textos) original.
Karin, ¿no se te ha ocurrido alguna vez desentrañar el por qué Tom y Daly nunca se van a llevar bien? Simple, uno es gato y el otro ratón, y en la naturaleza del primero está el comerse al segundo. Esto es un juicio personal, entiendo y respeto que no adscribas a él, pero un análisis serio implica al menos una mirada de un alcance infinitamente mayor al que le has dado en tu columna. Simplemente no, Karin.

Finalmente, sobre el llamado, que cierra la columna, “se debe retomar el estudio del Smith integral (ético) en las facultades de economía”. No, eso no va a corregir las desviaciones del sistema. Te apuesto mi vida a que los periodistas de SQP, MQH y cuanto inescrupuloso programa de farándula hay, tuvieron al menos un semestre de ética periodística y a no ser que desde entonces hubieran estado dedicados a hablar en clases, todos y al mismo tiempo, de los kilos de más de su compañera ex – porrista ahora en desgracia, te aseguro que recibieron, tal como tú, yo y todos, unas buenas dosis de contenidos.
Con mucho respeto y un melancólico resto de deseo (también te encontré bien parecida hace una docena de años), por enésima vez ene o = NO, Karin.

13 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo con Karin, hay que revisar la ética de Pavlov, a ver si los perros de la esquina dejan esa costumbre de montarse unos a otros.

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  2. Andrés, 600 años antes?, en el siglo XII? No será mucho. Los fenómenos y procesos que señalas son del XV en adelante, creo. Aunque inicios y términos no son más que convenciones. De todas formas si se le quiere otorgar alguna paternidad a Smith, sería del liberalismo económico, en ningún caso del capitalismo.

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  3. No es tuya la columna? de quién es?. Una fe de errata, del XIV no del XV.

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  4. A mi entender no es mucho ni demasiado (se puede rastrear el origen de esos comerciantes transcontinentales hasta allá), pero concuerdo en que es una convención que justamente nace de la imposibilidad de ponerle hora a un proceso de tan larga duración como éste.

    PD: Veo que no conocías el segundo apellido de Andrés. Yo ni me acuerdo, pero sé que empieza con F.

    AAJ.

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  5. Rena,

    me tinca que la periodización de Alberto está bien, porque coincide con el fenómeno urbano, y porque los ingleses suelen pensar sobre lo que existe, y no sobre lo que podría llegar a ser, como franceses y alemanes, por lo que mal Smith puede llamarse el padre del capitalismo.

    Según entiendo, la gracia del padre de la Mano Invisible (o el carterismo) es que entendió que la riqueza estaba en el trabajo, no en la tierra ni en los metales, como pensaba la tradición fisiócrata y mercantilista, respectivamente, por lo que su aporte, fue valorar la división del trabajo y el comercio como motores de la prosperidad económica, los que nacen del afán individual de lucro.

    Salú (y qué intelectualoides salimos).

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  6. Estas son las polémicas que me gustan a mi. Los procesos expresados en la columna de Arellano, tienen su origen en la reactivación de las rutas comerciales del imperio romano, y la expansión de nuevas rutas, durante la baja Edad Media, y es imposible señalarlo a ciencia cierta. Su primer antecedente formal lo constituye la Liga Hanseática (de ciudades comerciales del norte de Europa - Londres - Brujas - Hamburgo - Lübeck - Danzig - Riga - Novgorod, por ejemplo) creada en el siglo XII. Recordemos que grandes comerciantes internacionales, como Marco Polo y familia, por ejemplo son del siglo XIII. Aunque, en una cosa Renato tiene razón, si datamos este proceso a partir del nacimiento del primer Banco este nació en Genova enel siglo XV.

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  7. Para mi el dinero, el capital, es factor insoslayable para entender lo que se llama Renacimiento, convencionalmente ubicado en el XV - XVI. El hombre, en términos muy gruesos, deja de mirar al cielo, para preocuparse de manera prominente de su bolsillo y bienestar material.

    Entre la liga hanseática precisada por Juan Carlos, y los puertos del Mediterráneo, existía la Feria de Champagne (s.XII), en el corazón de Europa, centro dinámico de intercambio comercial, donde ya corrían instrumentos financieros.

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  8. Fargas es el segundo apellido de Andrés.Lo sé por lo rica que está la tía de Andrés, la Mili Fargas.

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  9. La lectura rápida de tu post me llevó a leer Farcas.

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  10. Es Farga, sin "ese" final, pero me encantaría que fuera Farkas.

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  11. Andres, amigo, deberías postear tu blog como respuesta en la columna de KE de emol, y poner la dirección de su blog. Si ya lo hiciste no he dicho nada........ buena crítica, la idea es que tenga resonancia.
    un saludo guaton!!!!!!!!

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  12. Tres observaciones:

    1.- Pretender que el “capitalismo” es una ideología monolítica o que lo que está ocurriendo ahora es de alguna forma tributario de las ideas de Smith es tener una visión de mundo sustentada en el especial de Icarito sobre la economía de mercado. Las ideas económicas en boga le deben mucho más a von Hayek o Keynes que a Smith, por no mencionar a las legiones de teóricos y premios Nobeles que ni conocemos pero han desarrollado los nuevos conceptos sobre el mercado financiero, así como los creadores de todos estos instrumentos como los contratos derivados y demases. En definitiva, es como decir que la NASA sería mucho más exitosa si no se hubiese desviado de los postulados de Julio Verne. El ejemplo de Madoff es aún más pueril porque si bien el tipo es un estafador, los afectados no fueron “los más débiles” que el Estado se olvidó de proteger, sino multimillonarios que querían obtener aún más plata de una manera que cualquier persona no embobada por las ganas de acumular se habría dado cuenta que olía mal. El desmenuzamiento de los argumentos la columna me parece perfecto y no tengo nada más que aportar al respecto.

    2.- Me llama la atención como los medios tradicionales, mastodónticamente lentos para incorporar cambios, creen que subir una columna ya aparecida en el diario y colgarle comentarios es el equivalente a un “blog”. Los blogs, se supone, tienen el potencial de generar diálogos (no comentarios babosos de admiradores secretos que ilusamente creen que Mrs. Ebensberger los lee o esas peroratas en mayúsculas típicas de libro de reclamos) y pueden aprovechar las características del soporte a través de cosas como (redoble de tambores)… los “links”. Supongo que algún día los ejecutivos de la empresa se animarán a pagarle a un gurú para que les haga un seminario sobre conceptos tan esotéricos como los links, Twitter y demases.

    En cierta manera, esta noción de copiar y pegar un texto del diario, ponerlo en línea y ¡pum!, se convierte en un “blog”, me recuerda a ese capítulo de Los Simpsons en que Homero decide hacerse la América con Internet. Va, se compra un computador, lo pone en un escritorio rodeado de lápices y accesorios de oficina y comienza a anunciar en los medios que tiene un nuevo negocio de Internet. Naturalmente, no tiene idea de lo que está hablando y todo termina cuando Bill Gates entra a su casa con unos matones y destruyen todo por miedo a la competencia. En fin…

    3.- Desgraciadamente no puedo controlar mi lado chauvinista y debo decir que toda crítica a esta señora la hago con cariño, en especial por el grato recuerdo de mi infancia y temprana adolescencia cuando mirando sus comentarios derroché suficientes espermios como para llenar cuatro bancos de semen.

    -G.

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  13. G,

    jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja

    Iván,

    gracias por los parabienes. Eso sí la columna es de otro autor, quien seguro leyó tu recomendación.

    Salú

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